Dónde se celebra el Cónclave para elegir al nuevo Papa
El Cónclave es un evento que tiene como público al mundo entero. 133 cardenales menores de 80 años elegirán al próximo líder de la Iglesia Católica. Con la ausencia por motivos de salud del cardenal español Antonio Cañizares y del keniano John Njue. El proceso está sujeto a un estricto protocolo y deja a los purpurados aislados y sometidos a un juramento de confidencialidad para llevar a cabo la votación. Y los expertos creen que el Cónclave no se prologará más allá de dos o tres días, será tal vez entonces cuando seamos testigos de la fumata blanca que desvelará el nombre del 267 sucesor del apóstol Pedro. Las votaciones se celebrarán en la Capilla Sixtina, donde se han colocado las mesas y las estufas para quemar los votos. Y como informa Europa Press este proceso sigue las normas de la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II y actualizada por Benedicto XVI en 2007 y 2013. El candidato que logre obtener dos terceras partes del apoyo, es decir 89 votos, será proclamado líder de la Iglesia Católica. Previamente, a las 10 horas se celebrará en la basílica de San Pedro una misa 'Pro Eligendo Pontifice' a la que pueden acudir todos los cardenales, independientemente de si luego solo algunos sean los que participarán en el Cónclave. Y a las 16,30 horas se continuará con una oración de los cardenales en la Capilla Paulina. Después, se trasladarán a la Capilla Sixtina para la votación. En las siguientes horas, posiblemente entre las 17 y las 19 horas, podremos ver el color de la primera fumata saliendo de la chimenea de la Capilla Sixtina. El proceso cambia al día siguiente. Si en la jornada anterior no se llega a un consenso se harán cuatro votaciones al día-dos por la mañana y dos por la tarde- hasta que se haya encontrado al sucesor. El 8 de mayo, aproximadamente a las 12 horas podremos ver la segunda fumata. Y por la tarde será entre las 17 y 19 horas cuando podremos ver la siguiente fumata. Cada cardenal escribirá en una papeleta el nombre de su candidato. Y la deposita en la urna tras pronunciar un juramento. Tres escrutadores leerán en voz alta cada voto, lo anotarán y los pincharán en un hilo para conservarlos. Y Europa Press detalla que en el caso de los cardenales enfermos, se han previsto procedimientos específicos para que puedan emitir su voto desde su asiento en la Capilla Sixtina o desde sus habitaciones, como es el caso del bosnio Vinko Pulji. Posteriormente, las papeletas son quemadas ante el secretario del Colegio y del maestro de ceremonias, que es llamado por el último cardenal diácono. Tras tres días, en caso de no llegar al número suficiente de votos para elegir a un candidato, habrá un día de descanso.
El Cónclave es un evento que tiene como público al mundo entero. 133 cardenales menores de 80 años elegirán al próximo líder de la Iglesia Católica. Con la ausencia por motivos de salud del cardenal español Antonio Cañizares y del keniano John Njue. El proceso está sujeto a un estricto protocolo y deja a los purpurados aislados y sometidos a un juramento de confidencialidad para llevar a cabo la votación. Y los expertos creen que el Cónclave no se prologará más allá de dos o tres días, será tal vez entonces cuando seamos testigos de la fumata blanca que desvelará el nombre del 267 sucesor del apóstol Pedro. Las votaciones se celebrarán en la Capilla Sixtina, donde se han colocado las mesas y las estufas para quemar los votos. Y como informa Europa Press este proceso sigue las normas de la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II y actualizada por Benedicto XVI en 2007 y 2013. El candidato que logre obtener dos terceras partes del apoyo, es decir 89 votos, será proclamado líder de la Iglesia Católica. Previamente, a las 10 horas se celebrará en la basílica de San Pedro una misa 'Pro Eligendo Pontifice' a la que pueden acudir todos los cardenales, independientemente de si luego solo algunos sean los que participarán en el Cónclave. Y a las 16,30 horas se continuará con una oración de los cardenales en la Capilla Paulina. Después, se trasladarán a la Capilla Sixtina para la votación. En las siguientes horas, posiblemente entre las 17 y las 19 horas, podremos ver el color de la primera fumata saliendo de la chimenea de la Capilla Sixtina. El proceso cambia al día siguiente. Si en la jornada anterior no se llega a un consenso se harán cuatro votaciones al día-dos por la mañana y dos por la tarde- hasta que se haya encontrado al sucesor. El 8 de mayo, aproximadamente a las 12 horas podremos ver la segunda fumata. Y por la tarde será entre las 17 y 19 horas cuando podremos ver la siguiente fumata. Cada cardenal escribirá en una papeleta el nombre de su candidato. Y la deposita en la urna tras pronunciar un juramento. Tres escrutadores leerán en voz alta cada voto, lo anotarán y los pincharán en un hilo para conservarlos. Y Europa Press detalla que en el caso de los cardenales enfermos, se han previsto procedimientos específicos para que puedan emitir su voto desde su asiento en la Capilla Sixtina o desde sus habitaciones, como es el caso del bosnio Vinko Pulji. Posteriormente, las papeletas son quemadas ante el secretario del Colegio y del maestro de ceremonias, que es llamado por el último cardenal diácono. Tras tres días, en caso de no llegar al número suficiente de votos para elegir a un candidato, habrá un día de descanso.
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