Cómo se hace la fumata blanca o negra: el secreto químico del Vaticano que ha ido cambiando con los papas

Desde 2005 se usan cartuchos con unos productos que refuerzan el color blanco o negro de la fumata. Esta es la química del humo vaticano

May 7, 2025 - 21:45
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Cómo se hace la fumata blanca o negra: el secreto químico del Vaticano que ha ido cambiando con los papas
Instalación de la estufa con los químicos para el color de la fumata | Vatican Media, Efe

La Iglesia católica tiene sus particulares señales de humo para comunicar la elección de un nuevo papa. Pero su historia no es tan milenaria como la del cristianismo. Hay algunos textos que mencionan la quema de votos para elegir papa, produciendo humo visible, en el Renacimiento. Pero no había distinción entre fumata blanca y fumata negra. Sencillamente porque la quema de papeletas produce humo que tenderá a ser oscuro, producto de la calcinación.

Desde el cónclave de 1878, con la elección de León XIII, el sistema empezó a usarse con regularidad y un significado claro: fumata negra si no había acuerdo. Fumata blanca si habemus papam. Desde 1996, el proceso –con algunas modificaciones técnicas posteriores– está recogido en la norma Universi Dominici Gregis de Juan Pablo II. Los productos y la química para hacer una fumata tuvieron que cambiar.

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  • Cómo se hace una fumata negra, del papel a la pirotecnia: Inicialmente, el color negro del humo que sale de la estufa vaticana procedía de las papeletas de la votación. No se añadía mucho más. Pero es cierto que, como explica el químico y divulgador Daniel Torregrosa, se generaba confusión. La inconsistencia de los materiales y las condiciones ambientales hacían que no siempre el negro esperado fuese tan negro.

    En 2005, con la elección de Benedicto XVI, se incluyeron en la quema cinco cartuchos que se añaden a la combustión de papeletas desde una estufa paralela a la que quema las papeletas (data de 1939), intensificando el color negro. Son parecidos a los botes de humo pirotécnicos usados en navegación.

  • Cómo se hace una fumata blanca, de la paja húmeda a la lactosa: Cuando en el siglo XIX se decidió que el blanco representaría un acuerdo en el cónclave, se empezó a usar paja humedecida para emitir un humo claro. Es justamente esa humedad retenida por las fibras vegetales la que, al arder, primero muestra esa nube blanquecina, que son millones de gotitas de agua, como ocurre en las nubes del cielo. Explica Torregrosa que la fumata blanca es, esencialmente, agua; “lo que hacen esas partículas es dispersar la luz y se ve un humo de color blanco”.


    Pero, una vez más, la mezcla con las papeletas quemadas y las propias impurezas de la paja podrían aportar tonos oscuros. Ocurrió en 2005, en la elección de Benedicto XVI. Entonces se había instalado el sistema oscurecedor, pero no el blanqueante. Ya con Francisco, se reforzó la química de la fumata blanca: cartuchos de clorato de potasio, colofonia y lactosa.

    “La lactosa es un azúcar que se quema muy bien, y la colofonia, una resina, también arde de maravilla en exceso de oxígeno”, explica a Sinc en 2013 Maribel Beltrán (Universidad de Alicante). “En estas condiciones, la combustión completa de la materia orgánica da solo CO2 y vapor de agua, que es el que hace que el humo se vea blanco”.

La química de la fumata blanca

El color negro tiene que ver con la presencia de átomos de carbono, recuerda Torregrosa. La celulosa de las papeletas de voto lo tiene. Pero el característico humo oscuro de la fumata procede del antraceno añadido, sobre todo. Se obtiene de la antracita (un carbón). “Es un hidrocarburo, policíclico; tiene mucho carbono y cuando eso arde, ese carbono se convierte en partículas de hollín.”

¿Para qué se usa el antraceno? Este material se produce mediante la oxidación parcial de residuos de petróleo y se utiliza mayoritariamente como refuerzo en la industria del caucho (neumáticos), así como pigmento en tintas, pinturas y plásticos; también se emplea como aditivo conductor en baterías.

En cuanto al color blanco, La lactosa y la colofonia (resina de pino) que se añaden al clorato para generar el humo blanco se usan en sectores muy distintos. La lactosa es habitual en la industria alimentaria y como excipiente en formulaciones farmacéuticas La colofonia, por su parte, se obtiene por extracción o destilación de resina de coníferas como pino y se utiliza ampliamente en barnices, adhesivos, papel para impresión, soldaduras (“el humillo que sale a veces al soldar”), e incluso como aditivo alimentario (E915).