Comida, cervezas y nuevas amistades: el 'kit de supervivencia' de unas chicas durante el apagón

Una de las reflexiones que empiezan a surgir tras el apagón es ella tranquilidad y el civismo con el que la gente reaccionó al quedarse incomunicada. Será...

May 1, 2025 - 06:32
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Comida, cervezas y nuevas amistades: el 'kit de supervivencia' de unas chicas durante el apagón

Una de las reflexiones que empiezan a surgir tras el apagón es la tranquilidad y el civismo con el que la sociedad reaccionó al quedarse incomunicada. Será una mezcla de lo aprendido con la pandemia y la conciencia de que ante recursos limitados mejor tener a alguien cerca.

Lo que sigue es la historia de cuatro chicas con edades comprendidas entre 20 y 25 años, que al verse aisladas y sin saber cuánto tardaría en volver la normalidad, tuvieron claro que juntarse y hacer una compra era lo más inteligente. A pesar de ser desconocidas.

El lunes a la hora del apagón, Cristina Len estaba teletrabajando en su casa en calle de Áncora, en el barrio de Arganzuela, cuando de repente se quedó sin electricidad, pero con los minutos de internet suficientes para enterarse de que se trataba de un apagón generalizado y que poco más podía hacer ese día hasta que volviese la conexión. Dos calles más arriba, vive Crisol Carballal, a la que el apagón también sorprendió trabajando desde casa. Ambas son amigas y tienen una las llaves de la otra 'para por si acaso': "Somos amigas y vivimos cerca, así que intentamos ir a buscarnos".

Haberse encontrado en el camino habría sido de película, pero —como suele pasar— la realidad superó a la ficción: se cruzaron justo cuando ya se habían dado por vencidas y volvían a sus respectivas casas. "Al ver que no podíamos comunicarnos las dos quisimos intentarlo y al menos no quedarnos solas", aclara Cristina. Faltaban todavía unas horas para que Pedro Sánchez recomendase minimizar los desplazamientos, pero esta no es la primera vez que viven un momento de crisis, así que actuaron como la pandemia enseñó: una vez reunidas, fueron a hacer la compra.

Al volver a casa, con el ruido de las bolsas, salió de la puerta de enfrente María José Ramírez, ella también estaba trabajando, "tenía que entregar algo, pero no ha sucedido. Lo siento". Tocaba resignarse y esperar: "Esto se escapa de nuestro control, así que no podemos hacer nada", explica Cristina. A María José le dio tiempo a descansar antes de unirse al grupo: "dije, me voy a dormir, que esto vuelve en una hora. Pero no ha pasado, así que ahora estamos acá". Se compraron unas cervezas y se juntaron en la calle.

No llevaban mucho tiempo allí cuando apareció nuestra cuarta protagonista. Estefanía Suárez salió a pasear al perro y en cuanto pudo se acercó a ellas a ver qué se sabía de lo que estaba pasando: "Y ya me quedé aquí". Vive en dos bloques más atrás, así que las 4 tenían garantizada una vuelta a casa fácil y segura.

Cuentan entre risas que haberse encontrado es algo "muy bonito" y aunque cuando hablamos con ellas, todavía no se habían intercambiado sus contactos, quién sabe si esto acaba siendo el principio de una amistad.