Comer solos, mirando el celular

Hace décadas que el norteamericano Derek Thompson, editor del periódico The Atlantic, almuerza en el mismo bar mexicano de Carolina del Norte. Pero lo que pasa hoy no es lo mismo que pasaba hace un par de años. Los parroquianos ya no se quedan a tomar cerveza y a conversar: piden su comida por medio de una aplicación, reciben sus bandejas de comida y se van a almorzar solos mientras miran su celular. En ese rincón de Carolina –y en muchos otros rincones del mundo– los bares dejan de ser un club y un lugar de amparo. Thompson dice que vivimos en “la década antisocial”, en la que la interacción espontánea se va esfumando. “Los nuevos clientes no quieren interactuar con nadie, les basta con integrar un acto de consumo sencillo y aséptico en sus rutinas cotidianas”, explica. Si esta tendencia prospera, los camareros dejarán de ser compinches y psicólogos. Y la atención al público será rápida, fingidamente amable, pertinente y desangelada como una respuesta de ChatGPT. ßAlgo más...La pandemia produjo una fobia social. Un retraimiento de las relaciones sociales hacia la familia cercana y los contactos de las redes. En la automatización de la atención se sacrifica la interacción con un enorme espectro de relaciones intermedias: vecinos, compañeros de trabajo, comerciantes.ß

May 3, 2025 - 04:26
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Comer solos, mirando el celular

Hace décadas que el norteamericano Derek Thompson, editor del periódico The Atlantic, almuerza en el mismo bar mexicano de Carolina del Norte. Pero lo que pasa hoy no es lo mismo que pasaba hace un par de años. Los parroquianos ya no se quedan a tomar cerveza y a conversar: piden su comida por medio de una aplicación, reciben sus bandejas de comida y se van a almorzar solos mientras miran su celular.

En ese rincón de Carolina –y en muchos otros rincones del mundo– los bares dejan de ser un club y un lugar de amparo. Thompson dice que vivimos en “la década antisocial”, en la que la interacción espontánea se va esfumando.

“Los nuevos clientes no quieren interactuar con nadie, les basta con integrar un acto de consumo sencillo y aséptico en sus rutinas cotidianas”, explica. Si esta tendencia prospera, los camareros dejarán de ser compinches y psicólogos. Y la atención al público será rápida, fingidamente amable, pertinente y desangelada como una respuesta de ChatGPT. ß

Algo más...

La pandemia produjo una fobia social. Un retraimiento de las relaciones sociales hacia la familia cercana y los contactos de las redes. En la automatización de la atención se sacrifica la interacción con un enorme espectro de relaciones intermedias: vecinos, compañeros de trabajo, comerciantes.ß