Champions League: Barcelona-Inter, un 3-3 en el que el gran ganador fue el fútbol, con la única mueca amarga de Lautaro

La primera semifinal fue un duelo de estilos con un torrente de emociones; el Toro debió ser reemplazado

May 1, 2025 - 01:56
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Champions League: Barcelona-Inter, un 3-3 en el que el gran ganador fue el fútbol, con la única mueca amarga de Lautaro

Se batieron como dos colosos, cada uno con sus armas y distintas maneras de sentir el fútbol, en el que todo cabe si se trata de armar un partidazo como el 3-3 entre Barcelona e Inter. Ataque contra defensa. Posesión contra dominio de los espacios. Pases contra transiciones. Inventiva contra estrategia. No faltó nada, quizá un ganador, que podría haberse decantado hacia el volumen de juego de Barcelona o hacia las estocadas de Inter.

Una primera semifinal que dejó mucho y potenció la expectativa para el desquite del próximo martes, en el Giuseppe Meazza. Un frenesí casi ininterrumpido en los 90 minutos, en el que se coló la mueca amarga de Lautaro Martínez, que no salió a disputar el segundo tiempo por una molestia en el muslo posterior izquierdo, sufrida tras un freno ante Dani Olmo. El Toro se llevó enseguida las manos al rostro, apesadumbrado; se quedaba al margen de un partido que integra su mejor temporada en la Champions League, con ocho goles en 12 presencias.

Los estudios -en principio sería una distensión- determinarán si Lautaro podrá ser tenido en cuenta para dentro de seis días. Difícil. La intensa temporada pasa factura. El bahiense había hecho un desgaste defensivo, de continuo repliegue, a partir de que Inter se puso rápidamente en ventaja. Es el capitán y también predica con el esfuerzo y sacrificio. En los selectivos ataques de su equipo para marcar los dos goles no tuvo participación. Su planilla ofensiva no registró remates al arco ni toques de la pelota en el área contraria. El desarrollo lo dejó lejos de Szczesny, se puso el overol y el cuerpo lo dejó en una pierna. Inoportuna lesión y baja sensible para un equipo que tiene en Lautaro a un referente para sus compañeros. Lautaro Martínez se toma el rostro tras sufrir la lesión, mientras lo consuela Iñigo Martínez

El entrenador Simone Inzaghi no describió un panorama alentador: “Por desgracia tuvo un pequeño problema, venía de ocho partidos consecutivos. Será muy difícil recuperar a Lautaro para el partido de vuelta. El martes probablemente jugaremos sin nuestro capitán y eso ya será una final para nosotros".

Fue un espectáculo que llenó los ojos de los imparciales, pero que no satisfizo a Barcelona, instalado en un nivel futbolístico lo suficientemente alto como para conseguir una victoria más, de las tantas que lo trajeron al escalón previo de la final de la Champions, le dieron la Supercopa de España y la Copa del Rey, y lo tienen en la cima de la Liga de España.

Lo más destacado de Barcelona 3 - Inter 3

Barcelona remontó un 0-2 y un 2-3. Igual le supo a poco a la luz de una posesión del 72 por ciento, de sus 19 remates (9 al arco) y de las siete atajadas y cuatro despejes del arquero Yann Sommer, una de las figuras de la noche en el estadio Lluís Companys. Del otro lado, Szczesny no acreditó ninguna atajada y recibió tres goles, síntoma también de la endeblez defensiva del local.

A los 30 segundos, el primer gol lo hizo el equipo que menos iba a atacar y mayor desinterés demostraría por controlar el partido desde la posesión. El fútbol tiene esos giros imprevistos, que nadie ve venir. Inter arrastraba tres partidos consecutivos sin convertir, cada uno con derrotas que pegan duro: dos por la Serie A, que le costaron resignar el liderazgo ante la arremetida de Napoli, y uno por la Copa Italia, con la eliminación por goleada ante, nada menos, que Milan.

Inter es un equipo integrado por jugadores duros, con fuerte personalidad. Tomó esta semifinal como una posibilidad de reivindicación, de ponerle una bisagra a su bache más pronunciado en la temporada, justo cuando se empiezan a definir los títulos. Con esa motivación, a los 30 segundos se puso 1-0, en el primer ataque, cuando solo un jugador había tocado la pelota en un rechazo. Lautaro había bajado al círculo central para pivotar, función que cumple regularmente. Dumfries escaló por la derecha y mandó el centro que Marcus Thuram definió con un delicioso taco con la pierna derecha por detrás de la izquierda. Golazo, para ponerle un marco.Lamine Yamal engancha ante Dimarco; el juvenil hizo un golazo y fue la figura de Barcelona

Inter sorprendía, agitaba de arranque un partido que no se detendría nunca, que se transformaría en un carrusel de emociones. Y también en un duelo de estilos. Porque por las venas de este Inter fluye algo del histórico catenaccio. Un 5-3-2 de bloque bajo, en los últimos 30 metros de su arco, y el gatillo para disparar el contraataque. Una planteo que se acentuó ante un Barcelona con una postura opuesta, que se alimenta de la pelota hasta el empacho y ataca con la calidad que se desprende de sus estupendas individualidades, con Yamal a la cabeza.

Obligado a revertir la temprana desventaja, el juvenil de 17 años de Barcelona tomó la lanza. Inter intentó enjaularlo entre Dimarco, Bastoni y Mkhitaryan, pero Yamal siempre encuentra tiempo y espacio para imponer su gambeta. El encuentro se jugaba cerca del área visitante, pero cuando esporádicamente pasó a la contraria llegó el 2-0 de Inter, también punzante en las jugadas de estrategia. El zaguero central Iñigo Martínez ya se había resbalado en el gol de Thuram y ahora perdió en lo alto con Acerbi tras el córner de Dimarco; la pelota quedó en el aire y Dumfries la empalmó con una tijera. Dos ataques, dos goles de Inter en 21 minutos.

Al margen de su amplio repertorio futbolístico, un rasgo importante que distingue a Barcelona en esta temporada es su carácter para reponerse a resultados adversos. No es un equipo que se consume en su lirismo, también muestra corazón. Terminó ganando partidos que perdía con Real Madrid (Supercopa de España y Copa del Rey) y Atlético de Madrid (La Liga). En la Champions también remontó frente a Benfica, en Portugal.

Lamine Yamal, que en el calentamiento se fue por un momento al vestuario por un dolor en la pierna izquierda, marcó el descuento con un gol que a los hinchas catalanes les ayuda a combatir la nostalgia por Lionel Messi: zurdazo combado tras romperle la cintura a un marcador con un enganche. Ferrán Torres, reemplazante del lesionado Lewandowski, igualó luego de una asistencia de cabeza de Raphinha. En 16 minutos, Barcelona saltaba del 0-2 al 2-2.

El juego local perdió algo de fluidez en la segunda etapa e Inter contraatacó con más asiduidad. Hansi Flick rearmó la defensa tras la lesión de Koundé y la salida de Martín. El iraní Taremi sustituyó a Lautaro y Carlos Augusto ingresó por un agotado Dimarco para tratar de obstaculizar a Yamal.Dumfries fue decisivo en el ataque de Inter: marcó dos goles y dio una asistencia

Dumfries, un lateral transformado en carrilero, fue la principal arma ofensiva de Inter: una asistencia y dos goles, el segundo tras imponerse en lo alto en un córner. Era el 3-2, pero dos minutos después igualó Raphinha con un remate desde fuera del área que dio en el travesaño y rebotó en la espada de Sommer. Gol en contra.

Quedaban 25 minutos más el tiempo adicionado y era imposible apostar que no se rompería el 3-3. A Mkhitaryan el VAR le anuló el gol por tener la punta de un botín en offside. Sommer siguió revolcándose y un remate de Yamal, en su partido 100, picó una pelota que dio en el travesaño. La serie está abierta. Faltó un vencedor, pero ganó el fútbol.