Carlos Sobera revela cómo se encuentra tras confesar su delicada enfermedad, y deja a todos en shock
Noticia inesperada sobre el presentador. Durante décadas, Carlos Sobera ha sido uno de los grandes pilares del entretenimiento en la televisión española. Con una sonrisa reconocible y un carisma que traspasa la pantalla, se ha ganado el cariño del público desde múltiples trincheras. Hoy en día, se mantiene al frente de las galas de los ... Leer más

Noticia inesperada sobre el presentador.
Durante décadas, Carlos Sobera ha sido uno de los grandes pilares del entretenimiento en la televisión española. Con una sonrisa reconocible y un carisma que traspasa la pantalla, se ha ganado el cariño del público desde múltiples trincheras. Hoy en día, se mantiene al frente de las galas de los martes de Supervivientes 2025 y continúa enamorando a los comensales de First Dates como un anfitrión de lujo.
Pero su recorrido no se limita solo a los platós. Actor, comunicador y empresario, Sobera ha demostrado ser un profesional versátil capaz de adaptarse a cualquier formato televisivo. Su trayectoria le ha convertido en una figura clave dentro de Mediaset, donde su voz resuena con fuerza y credibilidad. Por eso, cada vez que habla de algo personal, la audiencia escucha con atención.
Y es que no es común que una celebridad como él se abra con tanta honestidad sobre temas íntimos. Sin embargo, Carlos Sobera decidió hace ya más de una década compartir un aspecto muy delicado de su vida, con la esperanza de generar conciencia y tender una mano a quienes atraviesan situaciones similares.
Una señal en casa.
Fue en 2011 cuando el presentador reveló públicamente que convivía con una condición de salud crónica. La confesión llegó después de un diagnóstico inesperado, que no solo le cambió la vida, sino también su forma de cuidarse y de entender el día a día. “No puedes descuidarte ni un segundo”, decía con franqueza durante una campaña de concienciación.
El primer aviso no vino de un chequeo rutinario, sino de la persona que mejor lo conoce. Fue su mujer quien notó que algo no iba bien: Sed excesiva, consumo desmedido de agua… signos que, con el tiempo, se confirmarían como síntomas evidentes de diabetes. Tras unas pruebas médicas, el resultado fue claro: niveles de glucosa por las nubes.
La batalla con un enemigo invisible.
Carlos Sobera no se quedó callado. Asumió el papel de portavoz para alertar sobre los riesgos de la diabetes tipo 2, la misma que él padece. “Hay un momento en el que te da la impresión de que tú controlas la enfermedad y de que va todo más o menos bien mientras te tomes la medicación. Pero un buen día te pasa algo y entonces te das cuenta de que la diabetes es un enemigo silencioso al que hay que combatir siempre”, explicó.
Ese “algo” llegó más pronto de lo esperado. En ese mismo año, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente debido a una infección derivada de un absceso. La complicación, provocada por una fístula, lo obligó a pasar por el quirófano. “Recuperándome”, escribió en redes junto a una imagen que preocupó a sus seguidores.
Cuando la salud se pone a prueba en pareja.
A pesar de las dificultades, Sobera ha sido siempre transparente respecto a cómo la enfermedad condiciona su vida cotidiana. En él, el riesgo ante cualquier intervención médica es más elevado. Pero la vida aún le tenía preparado otro sobresalto: esta vez no en su cuerpo, sino en el de su compañera de vida, Patricia.
“Sufrió un derrame cerebral a pesar de ser muy joven, en el año 2019, y la verdad es que las primeras 48 horas fueron terribles”, recordó tiempo después. Las palabras reflejan el miedo más profundo: el de perder al ser amado o verlo transformado por secuelas graves. Patricia, afortunadamente, salió adelante.
“Me di cuenta no solo de lo mucho que la quería, sino de lo egoísta que era yo porque pensé cómo se muera mi mujer, qué va a ser de mí”, confesó con honestidad brutal. Hoy, ambos se permiten incluso bromear con lo vivido. “Tiene un sentido del humor bárbaro. Nos queremos mucho. Ella es muy positiva y frente a la enfermedad es muy importante para superarlo”. Un testimonio que no solo habla de salud, sino también de amor, resiliencia y humanidad.