Cáncer de colon: tenía 20 años, una vida saludable y recibió el peor diagnóstico
Dominique era una joven universitaria que estudiaba psicología. Tenía un trabajo, un grupo de amigos y planes para el futuro. Pero el diagnóstico cambió radicalmente su camino.

Dominique McShain, una influencer neozelandesa de 20 años, se convirtió en un fenómeno en redes sociales al narrar con crudeza, humor y sensibilidad su experiencia tras ser diagnosticada con cáncer.
Más allá de los miles de seguidores que logró reunir, McShain logró poner en agenda un tema que aún hoy recibe escasa atención, como es el diagnóstico oncológico en personas jóvenes.
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McShain fue diagnosticada en abril de 2024, tras meses de síntomas inespecíficos como cansancio, molestias abdominales y cambios digestivos. Lo que parecía algo menor resultó ser un cáncer colorrectal con metástasis hepática. La noticia llegó con un pronóstico demoledor: entre uno y cinco años de vida.
De estudiante universitaria a activista digital: su historia
Hasta ese momento, Dominique era una joven universitaria que estudiaba psicología. Tenía un trabajo, un grupo de amigos y planes para el futuro. Pero el diagnóstico cambió radicalmente su camino. En lugar de esconderse o enfrentar el proceso en silencio, decidió abrir una cuenta en TikTok para documentar su tratamiento, sus emociones y los desafíos cotidianos que implicaba convivir con una enfermedad terminal.
"Esto no es algo que se ve todos los días: una chica joven hablando de su cáncer de forma directa, con humor y sin filtros", escribía uno de sus seguidores. Y eso era justamente lo que la diferenciaba: su capacidad para transformar un tema tabú en un relato humano, empático y directo.
En pocos meses, Dominique superó los 200.000 seguidores. Su historia trascendió las fronteras de Nueva Zelanda y fue recogida por medios internacionales como People, The Guardian, Daily Mail e Infobae.
Su voz resonó entre miles de jóvenes que, como ella, sentían que el sistema de salud no siempre presta atención a los síntomas cuando el paciente no encaja con el perfil clásico del enfermo oncológico.
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La despedida más difícil
El 6 de abril de 2025, Dominique publicó un mensaje que conmocionó a su comunidad digital. Anunció que los médicos le habían indicado cuidados paliativos y que el final estaba cerca. Lo hizo sin dramatismo, agradeciendo el apoyo de sus seguidores y expresando su aceptación frente a lo inevitable.
"Estoy lista. Viví con intensidad y me siento en paz", escribió Dominique en uno de sus últimos posteos.
Murió pocos días después, acompañada por su familia. Su partida generó un aluvión de homenajes en redes sociales y medios de comunicación. Incluso instituciones médicas destacaron su aporte para visibilizar una patología que, si bien suele asociarse a personas mayores, registra un crecimiento sostenido entre adultos jóvenes.
Cáncer colorrectal en jóvenes: una tendencia preocupante
El caso de Dominique puso sobre la mesa una realidad que preocupa a oncólogos de todo el mundo: la aparición de cáncer colorrectal en personas menores de 40 años. Según la American Cancer Society, los diagnósticos en esta franja etaria se han duplicado en las últimas dos décadas. En algunos países, como Estados Unidos y Nueva Zelanda, se ha comenzado a bajar la edad recomendada para iniciar controles preventivos.
Los factores detrás de esta tendencia aún se investigan, pero incluyen la alimentación ultraprocesada, el sedentarismo, el consumo de alcohol, el estrés y alteraciones en el microbioma intestinal. Sin embargo, el retraso en el diagnóstico sigue siendo una de las principales barreras, dado que los síntomas suelen confundirse con cuadros benignos o funcionales.
Un legado de conciencia
Más allá del impacto emocional que generó su historia, Dominique McShain dejó una marca concreta. Muchas personas se realizaron estudios médicos a partir de lo que ella compartió. Varias organizaciones comenzaron a incluir su historia en campañas educativas, y el debate sobre la necesidad de revisar los protocolos de diagnóstico precoz en jóvenes se intensificó.
McShain no fue médica ni científica. Pero su valentía al exponer su proceso, mostrar su vulnerabilidad y alzar la voz desde un lugar no tradicional convirtió su caso en un símbolo de la nueva era de la comunicación en salud. Dominique McShain se casó con su novio meses después de haber recibido el diagnóstico.
Vivir intensamente, hasta el final
Dominique vivió apenas 21 años, pero logró lo que muchos no consiguen en una vida entera: transformar el dolor en una herramienta de cambio.
Su historia no es solo la de una influencer viral, sino la de una joven que supo utilizar las plataformas digitales para dar visibilidad, empatía y sentido a una realidad que afecta -cada vez más- a las nuevas generaciones.