Alejandra Tamargo: Desempeño organizacional sostenible

Un enfoque integral más allá de los números.

May 7, 2025 - 16:54
 0
Alejandra Tamargo: Desempeño organizacional sostenible

En la actualidad vivimos con incertidumbre climática, evolución tecnológica y con una conciencia social cada vez más activa, las organizaciones ya no solo se definen por sus resultados financieros, sino en el impacto que genera, con lo que el concepto de desempeño organizacional sostenible surge como un paradigma transformador, una visión integral conectando el propósito con la rentabilidad, la ética con la eficiencia y el crecimiento con la responsabilidad.

El hablar de sostenibilidad organizacional no solo se limita al reciclaje o reducción de emisiones, sino que va mas allá, es replantear como se opera, cuales el objetivo de principal de la organización y como es su contribución a un sistema más justo, equilibrado y resiliente.

Se trata de poder encontrar este punto de equilibrio entre la lógica del negocio y un enfoque holístico sustentable, para convertirse en una organización realmente trascendente.

El desempeño organizacional sostenible tiene como base el concepto de triple bottom line (TBL), esta triada compuesta por 3 ejes; el eje económico que busca gestionar recursos de forma eficiente enfocándose en una innovación responsable, el eje social tiene un compromiso con el bienestar de sus trabajadores, la comunidad y su cadena de valor y el eje ambiental busca minimizar el impacto a través de prácticas de reducción, minimización o mitigación y el impulso de la economía circular; con estos ejes se cambia el enfoque de maximizar resultados a corto plazo, proponiendo una medición más completa en donde se genera un valor compartido, lo que lleva a incrementar los resultados a largo plazo y hacer que estos resultados sean sostenibles.

La sostenibilidad no se puede limitar a ser un informe anual, debe ser parte de la cultura organizacional y de las actividades diarias de una organización, a través de la promoción de actividades, en la toma de decisiones y reflejarse en su cultura. Ya no es suficiente con tener estrategias, se requiere lideres consientes, con pensamiento sistémico y compromiso ético.

El desempeño organizacional sostenible impulsa nuevas formas de innovación, buscando desarrollar productos o servicios que generen soluciones con propósito que respondan a los desafíos actuales; desde un diseño ecológico, un modelo ecoeficiente o tecnología limpias, automatización responsable, inteligencia artificial ética, trazabilidad transparente, lo que aporta a multiplicar el valor generado.

Una organización con enfoque en desempeño organizacional sostenible requiere que sus indicadores financieros tradicionales reflejen su verdadero impacto, al incorporar herramientas como ESG, evaluaciones de ciclo de vida, reportes de sostenibilidad, huella hídrica o huella de carbono y mapas de impacto.

Esta medición no es tan sencilla, pero es muy importante ya que lo que no se mide no se gestiona, y a su vez lo que no se gestiona no se transforma.

La sostenibilidad generalmente es vista como un gasto aun cuando es una inversión estratégica que se puede convertir en una ventaja competitiva, las organizaciones que adoptan practicas sostenibles en sus procesos generalmente suelen tener ventajas como mayor fidelidad de sus clientes, mayor compromiso de sus colaboradores, mejor acceso a financiamiento e inversión responsable, mayor capacidad de resiliencia ante los cambios del entorno, y por parte de la comunidad una licencia social para operar al tener una buena reputación organizacional.

El desempeño organizacional sostenible representa una evolución en la manera en la que entendemos la gestión empresarial al ir más allá de los indicadores financieros, buscando generar un valor compartido con su entorno, estas organizaciones son evaluadas no solo por su desempeño financiero, sino por su capacidad de generar un valor que trascienda más allá de la organización, responder a los desafíos globales y operar de forma integral en situaciones cada vez mas complejas y desafiantes, esta transformación requiere marcos normativos robustos, un liderazgo ético, innovación que tenga un propósito y herramientas de medición que reflejen los impactos reales.

Bajo este contexto, la sostenibilidad no solo es una forma para lograr el cumplimiento normativo o una diferencia que genere una ventaja competitiva, sino parte de la cultura y el liderazgo organizacional, al buscar encontrar un punto de equilibrio entre la lógica del negocio y un enfoque holístico sustentable, para convertirse en una organización realmente trascendente.

Una organización que actúa de manera coherente con sus valores y principios de sostenibilidad no solo reduce riesgos, sino que construye relaciones sólidas con sus partes interesadas, asegurando su permanencia y relevancia a largo plazo.

Por último, la sostenibilidad no es un destino, sino un camino que requiere compromiso, constancia y cultura. No hay recetas únicas, pero sí principios universales: transparencia, responsabilidad, equidad y resiliencia. Y, sobre todo, convicción de que las organizaciones pueden y deben ser parte activa de la solución.

La sostenibilidad crea confianza, y la confianza, en este siglo, es el activo más valioso. Cultivar esa confianza es, sin duda, uno de los mayores desafíos y oportunidades de nuestro tiempo.

La autora es miembro del Comité de EHS de Index Nuevo León.