Vestager frenó las fusiones pero Ribera quiere bendecirlas. Europa se juega su última carta en las telecos
Han pasado dos meses desde que Financial Times adelantó, en vísperas del MWC 2025, el plan de la nueva comisaria europea de Competencia, Teresa Ribera, para reescribir las reglas del juego. Ese corto lapso ha bastado para certificar que Ribera no se parece demasiado Margrethe Vestager. O al menos quiere evolucionar su legado no solo continuarlo. Donde la danesa veía concentración, la española ve músculo competitivo. Vestager elevó el dogma del precio bajo a tótem legislativo. Ribera, en sus primeros tres meses en el cargo, ha añadido tres ejes: Innovación. Reinversión. Y criterios ambientales y sociales. También ha dejado claro que el precio ya no será el único faro de Bruselas. El mensaje subyacente: una empresa que respira puede pensar en el futuro. Una asfixiada, no. En Xataka ChatGPT ha sido una herramienta. Si empieza a recordar todas nuestras conversaciones, va a ser otra cosa: una relación Por qué es importante. El MWC de este año fue el que escogieron las telecos europeas para cerrar filas y lanzar una proclama conjunta: consolidación o intrascendencia. Europa tiene 34 operadoras para 450 millones de ciudadanos. Estados Unidos tiene 3 operadoras para 335 millones. El valor bursátil de las telecos en Europa ha caído un 40% desde 2015 con una leve recuperación en los últimos meses. Sin escala es difícil que lleguen inversiones para el 5G stand-alone, la fibra universal o la IA a nivel de red. La soberanía digital europea está asentada sobre barro. Y Ribera aterriza coincidiendo con el Clean Industrial Deal y el Informe Draghi reclamando "campeones continentales" capaces de plantar cara a estadounidenses y chinos. El timing no podía ser mejor para quien quiera mover ficha. El nombre. Marc Murtra, a punto de cumplir sus simbólicos primeros cien días al frente de Telefónica, ha olido la sangre: Ha liquidado el negocio de Hispanoamérica. Ha girado el foco a "Europa, Europa, Europa". Ha continuado la inercia que está a punto de dar un sorpasso interno: Telefónica está cerca de facturar más con servicios y tecnología que con voz y datos. Y ha sentado a su diestra a Emilio Gayo para convertir a Telefónica en uno de esos "campeones europeos". Todo está listo para salir a fichar peces más pequeños si Bruselas abre la ventana. Y Ribera está en ello. Lo que se cuece. Tres claves: Consolidación doméstica. Cada país podría pasar de cuatro o cinco grandes redes a dos o tres. El motivo: aliviar duplicidades de CAPEX. Fusiones transfronterizas. El verdadero objetivo. La unión Telefónica-Vodafone ha vuelto a ponerse sobre la mesa. Y Digi figura como pieza táctica. Repricing bursátil. Con un regulador predispuesto a bendecir tamaño e inversión, las telecos podrían vender un relato de crecimiento, no solo de supervivencia. Voz del narrador: los inversores adoran los relatos de crecimiento y huyen de los de supervivencia. Entre líneas. Ribera habla de "poder reinvertir" y "liderar estándares verdes". Traducido del bruselense: sí a la escala, pero con contrapartidas medioambientales y sociales. El giro encaja con la nueva brújula de Bruselas: geoeconomía por encima del dogma low cost. Y el reloj corre: NVIDIA, OpenAI o Tesla no van a esperar a que Europa decida cuánto cuestan sus cables. Lo próximo. Si Ribera convierte las palabras en guía oficial antes del verano, 2025 podría cerrar con el primer gran matrimonio paneuropeo de la década. Y con la confirmación definitiva de que la era Vestager —definir la competencia solo por el precio del minuto— pertenece ya a los libros de historia. En Xataka | 100 años después de su nacimiento, Telefónica afronta el mayor dilema existencial de su historia: qué quiere ser de mayor Imagen destacada | Comisión Europea, Xataka - La noticia Vestager frenó las fusiones pero Ribera quiere bendecirlas. Europa se juega su última carta en las telecos fue publicada originalmente en Xataka por Javier Lacort .

Han pasado dos meses desde que Financial Times adelantó, en vísperas del MWC 2025, el plan de la nueva comisaria europea de Competencia, Teresa Ribera, para reescribir las reglas del juego. Ese corto lapso ha bastado para certificar que Ribera no se parece demasiado Margrethe Vestager. O al menos quiere evolucionar su legado no solo continuarlo. Donde la danesa veía concentración, la española ve músculo competitivo.
Vestager elevó el dogma del precio bajo a tótem legislativo. Ribera, en sus primeros tres meses en el cargo, ha añadido tres ejes:
- Innovación.
- Reinversión.
- Y criterios ambientales y sociales.
También ha dejado claro que el precio ya no será el único faro de Bruselas.
- El mensaje subyacente: una empresa que respira puede pensar en el futuro. Una asfixiada, no.
Por qué es importante. El MWC de este año fue el que escogieron las telecos europeas para cerrar filas y lanzar una proclama conjunta: consolidación o intrascendencia.
- Europa tiene 34 operadoras para 450 millones de ciudadanos. Estados Unidos tiene 3 operadoras para 335 millones.
- El valor bursátil de las telecos en Europa ha caído un 40% desde 2015 con una leve recuperación en los últimos meses.
- Sin escala es difícil que lleguen inversiones para el 5G stand-alone, la fibra universal o la IA a nivel de red.
La soberanía digital europea está asentada sobre barro.
Y Ribera aterriza coincidiendo con el Clean Industrial Deal y el Informe Draghi reclamando "campeones continentales" capaces de plantar cara a estadounidenses y chinos. El timing no podía ser mejor para quien quiera mover ficha.
El nombre. Marc Murtra, a punto de cumplir sus simbólicos primeros cien días al frente de Telefónica, ha olido la sangre:
- Ha liquidado el negocio de Hispanoamérica.
- Ha girado el foco a "Europa, Europa, Europa".
- Ha continuado la inercia que está a punto de dar un sorpasso interno: Telefónica está cerca de facturar más con servicios y tecnología que con voz y datos.
- Y ha sentado a su diestra a Emilio Gayo para convertir a Telefónica en uno de esos "campeones europeos".
Todo está listo para salir a fichar peces más pequeños si Bruselas abre la ventana. Y Ribera está en ello.
Lo que se cuece. Tres claves:
- Consolidación doméstica. Cada país podría pasar de cuatro o cinco grandes redes a dos o tres. El motivo: aliviar duplicidades de CAPEX.
- Fusiones transfronterizas. El verdadero objetivo. La unión Telefónica-Vodafone ha vuelto a ponerse sobre la mesa. Y Digi figura como pieza táctica.
- Repricing bursátil. Con un regulador predispuesto a bendecir tamaño e inversión, las telecos podrían vender un relato de crecimiento, no solo de supervivencia.
Voz del narrador: los inversores adoran los relatos de crecimiento y huyen de los de supervivencia.
Entre líneas. Ribera habla de "poder reinvertir" y "liderar estándares verdes". Traducido del bruselense: sí a la escala, pero con contrapartidas medioambientales y sociales.
El giro encaja con la nueva brújula de Bruselas: geoeconomía por encima del dogma low cost. Y el reloj corre: NVIDIA, OpenAI o Tesla no van a esperar a que Europa decida cuánto cuestan sus cables.
Lo próximo. Si Ribera convierte las palabras en guía oficial antes del verano, 2025 podría cerrar con el primer gran matrimonio paneuropeo de la década.
Y con la confirmación definitiva de que la era Vestager —definir la competencia solo por el precio del minuto— pertenece ya a los libros de historia.
Imagen destacada | Comisión Europea, Xataka
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La noticia
Vestager frenó las fusiones pero Ribera quiere bendecirlas. Europa se juega su última carta en las telecos
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Lacort
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