Un técnico de emergencias explica por qué las pistolas táser no siempre funcionan
Las fuerzas del orden desempeñan una labor esencial en la sociedad, proteger la seguridad ciudadana , preservar el orden público y garantizar la integridad de todos los ciudadanos. Para ello, los agentes de policía y cuerpos de seguridad cuentan con distintos medios de defensa y control , desde porras reglamentarias hasta pistolas táser . Estas últimas, consideradas un instrumento de fuerza no letal , son utilizadas en situaciones donde es necesario reducir, inmovilizar o detener a una persona que ofrece una resistencia activa y representa un peligro para terceros o para los propios agentes. Sin embargo, en los últimos meses, se han viralizado en redes sociales numerosos vídeos en los que estas armas eléctricas parecen no surtir efecto . Escenas en las que un sospechoso recibe el disparo de un táser , pero sigue avanzando o resistiéndose, como si nada hubiera pasado. Este tipo de imágenes ha generado cierta confusión en la ciudadanía, alimentando teorías erróneas que van desde una supuesta 'inmunidad al voltaje' hasta fallos técnicos del arma. Pero, ¿qué hay realmente detrás de estos aparentes fallos? Para arrojar luz sobre este asunto, el técnico de emergencias Miguel Assal ha compartido un vídeo explicativo en su cuenta de TikTok, donde desmonta los mitos y aclara por qué no siempre se logra el efecto esperado con este tipo de dispositivos. «Este hombre no es inmune al disparo de un táser», comenta al inicio del vídeo refiriéndose a uno de esos clips virales. «¿Por qué este táser no funcionó neutralizando al delincuente? Te lo explico», continúa el experto, antes de desgranar con detalle el funcionamiento real de estas armas. Según explica, el táser no es infalible y su eficacia depende de varios factores clave: «No existe un 100% de efectividad, estas pistolas eléctricas realizan una descarga de 50.000 voltios, pero solo cuando los dos dardos que disparan se incrustan totalmente en la piel». Este dato es crucial para entender lo que ocurre en algunas intervenciones. Tal y como revela, las pistolas táser funcionan disparando dos pequeños dardos conectados por cables a la pistola. Estos dardos deben clavarse en la piel del individuo a una distancia determinada para que el circuito eléctrico se cierre y se produzca la descarga. Si uno de los dardos no se incrusta correctamente, la corriente no circula y, por lo tanto, no hay inmovilización. «Así que este hombre no es inmune al voltaje, solo que los dos dardos no perforaron completamente su piel», manifiesta. Es decir, el sistema eléctrico de la pistola sí funciona, pero la descarga no logra su objetivo si no se completa el circuito. Las razones pueden ser diversas: ropa gruesa, movimiento del sospechoso en el momento del disparo, mala puntería o simplemente un mal ángulo. Además, cabe recordar que estas armas están diseñadas para reducir riesgos , no para provocar un daño irreversible. Por eso, los agentes deben estar formados no solo en su uso técnico, sino también para valorar cuándo es seguro y eficaz utilizarlas .
Las fuerzas del orden desempeñan una labor esencial en la sociedad, proteger la seguridad ciudadana , preservar el orden público y garantizar la integridad de todos los ciudadanos. Para ello, los agentes de policía y cuerpos de seguridad cuentan con distintos medios de defensa y control , desde porras reglamentarias hasta pistolas táser . Estas últimas, consideradas un instrumento de fuerza no letal , son utilizadas en situaciones donde es necesario reducir, inmovilizar o detener a una persona que ofrece una resistencia activa y representa un peligro para terceros o para los propios agentes. Sin embargo, en los últimos meses, se han viralizado en redes sociales numerosos vídeos en los que estas armas eléctricas parecen no surtir efecto . Escenas en las que un sospechoso recibe el disparo de un táser , pero sigue avanzando o resistiéndose, como si nada hubiera pasado. Este tipo de imágenes ha generado cierta confusión en la ciudadanía, alimentando teorías erróneas que van desde una supuesta 'inmunidad al voltaje' hasta fallos técnicos del arma. Pero, ¿qué hay realmente detrás de estos aparentes fallos? Para arrojar luz sobre este asunto, el técnico de emergencias Miguel Assal ha compartido un vídeo explicativo en su cuenta de TikTok, donde desmonta los mitos y aclara por qué no siempre se logra el efecto esperado con este tipo de dispositivos. «Este hombre no es inmune al disparo de un táser», comenta al inicio del vídeo refiriéndose a uno de esos clips virales. «¿Por qué este táser no funcionó neutralizando al delincuente? Te lo explico», continúa el experto, antes de desgranar con detalle el funcionamiento real de estas armas. Según explica, el táser no es infalible y su eficacia depende de varios factores clave: «No existe un 100% de efectividad, estas pistolas eléctricas realizan una descarga de 50.000 voltios, pero solo cuando los dos dardos que disparan se incrustan totalmente en la piel». Este dato es crucial para entender lo que ocurre en algunas intervenciones. Tal y como revela, las pistolas táser funcionan disparando dos pequeños dardos conectados por cables a la pistola. Estos dardos deben clavarse en la piel del individuo a una distancia determinada para que el circuito eléctrico se cierre y se produzca la descarga. Si uno de los dardos no se incrusta correctamente, la corriente no circula y, por lo tanto, no hay inmovilización. «Así que este hombre no es inmune al voltaje, solo que los dos dardos no perforaron completamente su piel», manifiesta. Es decir, el sistema eléctrico de la pistola sí funciona, pero la descarga no logra su objetivo si no se completa el circuito. Las razones pueden ser diversas: ropa gruesa, movimiento del sospechoso en el momento del disparo, mala puntería o simplemente un mal ángulo. Además, cabe recordar que estas armas están diseñadas para reducir riesgos , no para provocar un daño irreversible. Por eso, los agentes deben estar formados no solo en su uso técnico, sino también para valorar cuándo es seguro y eficaz utilizarlas .
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