La dana de Valencia fue el evento climático que más víctimas dejó en Europa en 2024

La mayoría de víctimas climáticas en Europa se dio en Valencia. El informe sobre el estado del clima en 2024 evidencia la necesidad de adaptarnos a un continente de clima más extremo.

Abr 17, 2025 - 06:10
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La dana de Valencia fue el evento climático que más víctimas dejó en Europa en 2024

Europa está acusando los efectos de la emergencia climática más que ningún otro continente habitado. Hay mucha población expuesta y los eventos extremos dejan más víctimas potenciales. Así lo refrendan los sucesivos estudios que analizan con detalle lo que ocurre año tras año en el clima del continente. El último informe del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) de la UE va en la misma línea. Pero está detectando dos tendencias especialmente preocupantes. Y este año el foco está en un lugar quizás no esperable en anteriores entregas: Valencia.

España ha visto disparado el número de víctimas por eventos climáticos. Es una de las regiones de Europa donde la de lluvia extrema crecido un 35% desde 1980, según modelos climáticos, incluso habiendo sequía. El 29 de octubre, en Turis (Valencia) se registraron 771,8 mm de lluvia en 24 horas. Además, se batió el récord nacionales de agua en 1 hora (184,6 mm). En Valencia, “el total de lluvia en una hora triplicó el umbral de lluvia torrencial”, apunta Samantha Burgess, subdirectora del C3S.

El 70% de las víctimas por eventos extremos del clima en 2024 se dio en Valencia

  • Una dana desproporcionadamente devastadora: El informe destaca el grado de destrucción de la dana en Valencia con dos datos: Al menos 233 víctimas mortales (de 355 que se han dado en Europa por eventos climáticos extremos en 2024) y daños por un valor superior a 16.500 millones de euros.
  • Inundaciones sin precedentes: No fue la gota fría de siempre. Ni por el impacto. Ni por el tipo de tormentas que se formaron. Ni por el contexto climático que seguramente las detonó. “La mayor temperatura de la atmósfera y de la superficie del mar fomenta la acumulación de vapor de agua en las nubes”, asegura Carlo Buontempo, el director del C3S. Él y su compañera coautora Samantha Burgess ligan la dana de Valencia a la emergencia climática. “El (mar) Mediterráneo registró su temperatura superficial más alta, superando ampliamente el récord anterior, con olas de calor marinas prolongadas”. Esto parece tener que ver. Pero el desproporcionado impacto en víctimas de este evento climático extremo apela a algo más.

    Como analiza en el SMC de España el profesor Víctor Resco de Dios (Universitat de Lleida) “el cambio climático está aquí para quedarse y, a pesar de eso, podemos hacer mucho para reducir el riesgo de inundaciones y de megaincendios“. Una clave del desastre en Valencia está, a su modo del ver, en la ordenación del territorio. Como también explicaba en Tampoco es el fin del mundo la jurista ambiental Karla Zambrano, se firman compaventas de inmueblesncon una especie de consentimientos informados, casi desapercibidos, de que quien compra se hace cargo de que su propiedad puede inundarse, “como pasó con las preferentes”. Se ha construido mucho en zona inundable. Eso, incluso sin cambio climático, dispara el riesgo de que haya víctimas ante un evento extremo.

Desde WWF Europa, la experta en Agua y Adaptación Codruta Savu valora que ”los sistemas hídricos no están preparados para amortiguar los impactos de un clima cambiante. Las devastadoras inundaciones del año pasado y el creciente estrés térmico mostraron lo que sucede cuando ríos, humedales y acuíferos degradados son llevados al límite”.

▣ EN CONTEXTO

Por qué el desembalse de una presa no significa que se esté desperdiciando el agua

A nivel europeo, el informe destaca que la borrasca Boris produjo lluvias equivalentes a 3 meses en 5 días. Dejó 25 muertos y miles de desplazados, sobre todo en Centroeuropa.

La oceanógrafa Anna Cabré (Universidad de Pensilvania) no pasa por alto que el nivel de deshielo está afectando al clima conjunto del continente europeo. Destaca también que las inundaciones están teniendo ahora un carácter repentino y han sido “de una magnitud no vista en la última década”.

Hacia un mejor sistema de alertas

En la presentación del informe, Celeste Saulo (OMM) ha subrayado la necesidad de mejorar los sistemas de alerta temprana: “No se trata sólo de tener buenos sistemas de monitorización y predicción, sino también de comprensión del riesgo, comunicación y preparación“. […] La comunicación pública y el entendimiento de cómo reaccionar es fundamental para protegerse”.

En este sentido destaca la iniciativa Alerta temprana para todo el mundo de la OMM. Para 2027 aspira a que todos los países tengan protección universal contra eventos hidrometeorológicos, climatológicos y ambientales.

La Europa de las olas de calor

La otra cara de los fenómenos extremos en Europa es la presencia de olas de calor en sitios donde eran impensables hace décadas. Y en lugares como España, su mayor duración o recurrencia.



“El 45% de los días en Europa en 2024 fueron mucho más cálidos que la media, y el 12% rompió récords históricos”. Samantha Burgess.

El equipo de Copernicus destaca el calor urbano extremo. Ciudades como Atenas o Valencia registraron entre 10ºC y 15°C más que zonas rurales por el efecto isla de calor. Y una vez más ponen el foco en la adaptación. Fuentes