Un soltero de ‘First Dates’ carga contra su cita por su actitud: «¿A qué vienes aquí?»
No es ningún secreto que First Dates, poco a poco y con el paso del tiempo, se ha convertido en uno de los programas de televisión que más éxito continúa cosechando en nuestro país. Motivo por el cual cada vez son más los solteros que se animan a visitar el restaurante más famoso de la … Continuar leyendo "Un soltero de ‘First Dates’ carga contra su cita por su actitud: «¿A qué vienes aquí?»"

No es ningún secreto que First Dates, poco a poco y con el paso del tiempo, se ha convertido en uno de los programas de televisión que más éxito continúa cosechando en nuestro país. Motivo por el cual cada vez son más los solteros que se animan a visitar el restaurante más famoso de la televisión con la firme intención de encontrar a su media naranja. El pasado martes 22 de abril, en la nueva entrega de First Dates que se emitió en Cuatro, los espectadores pudieron conocer a Ismael, un taxista de 56 años que llegaba desde Barcelona. Entre otras tantas cuestiones, se definió como un hombre tremendamente sincero: «La falsedad no me gusta». Con su participación en el programa, el soltero tenía como objetivo encontrar a una mujer que destacase, entre otras tantas cuestiones, por su empatía y por tener los pies en la tierra: «Hay mucha gente con el síndrome de Peter Pan».
Y añadió: «Uno tiene que ser consciente de la edad que tiene y no intentar tener comportamientos que no te tocan. Es patético». Su cita para esa noche era Rosa, una operaria de fábrica de 56 años que llegaba desde Badalona (Barcelona). A pesar de los esfuerzos del equipo de First Dates, lo cierto es que, inicialmente, no cumplía los requisitos del solero: «Demasiado mayor para mí». Esa impresión inicial empeoró de forma considerable al llevarse a cabo la primera toma de contacto: «Cuando le he dado dos besos no he notado ningún olor. Y como buen tauro, soy de olores». Por si fuera poco, el comensal no dudó un solo segundo en ir mucho más allá: «Es una señora que parecía mi madre», comentó ante las cámaras del equipo de First Dates. La soltera, por su parte, también se mostró disgustada al conocer a su cita: «Físicamente, no es lo que yo buscaba».
«Me gustan de otra manera, altos, que se cuiden y un poco más jóvenes», reconoció Rosa. A pesar de esa primera impresión, Carlos Sobera decidió acompañar a ambos hasta la mesa que tenían reservada para poder disfrutar de la velada. Empezaron a hablar de sus vidas, pero no tardaron en darse cuenta de la gran cantidad de diferencias que tenían.
Ni tan siquiera por la profesión de Ismael, a pesar de que a priori tenían un nexo de unión. «Mi padre ha sido taxista, sé de qué va», comentó Rosa, y añadió: «Nunca están en casa y siempre en horario nocturno. No me gusta». Todo empeoró cuando se sinceraron sobre la forma en la que veían las relaciones sentimentales, puesto que él quería a una mujer consecuente, decidida y comprometida. Unos requisitos que Rosa no cumplía, puesto que, en estos momentos, se negaba en rotundo a tener una relación seria.
«Eso de vivir juntos no me va. Yo tengo mi vida hecha… Si me complementa, perfecto», reconoció la soltera, y fue más allá: «Me gusta viajar sola, voy centrada en mis vacaciones, no voy a ligar. Para ligar me voy a una discoteca». Un comentario que descolocó por completo al comensal: «Si no quieres convivir con nadie, quieres viajar sola… ¡Pues quédate sola! ¿A qué vienes aquí?», preguntó.
Por si fuera poco, las cosas no hicieron más que empeorar: «Estaba deseando que acabara la cena. Tengo un defecto, cuando no me encuentro a gusto con alguien, se me nota», reconoció Ismael. En la decisión final en First Dates, se negó en rotundo a tener una segunda cita con Rosa, alegando que no era su prototipo y que tampoco veía que quisiera comenzar una relación. Ella estuvo de acuerdo en no tener un segundo encuentro, ya que no había sentido esa química que tanto buscaba. ¡El amor no triunfó!