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Un "caso Cifuentes" sacude al Partido Popular de Málaga
Era información en Madrid, pero en Málaga y en el ámbito donde se ha dado, solo un rumor. La institución dirigida por el Partido Popular sabía desde hace más de dos meses lo que había ocurrido en una cadena de supermercados con una responsable política de su grupo. Se podría hablar que lo sucedido con un cargo del PP malagueño, es una adaptación rigurosa y mimética al cine de lo sucedido con Cristina Cifuentes cuando fue "pillada" en un supermercado tras hurtar unas cremas. Todo es igual. Un supermercado, un supuesto hurto, una exigencia de los empleados del comercio para que muestre el interior del bolso. En este caso, el matiz diferencial lo aporta el hecho de que esta responsable política se negó a enseñar lo que el bolso contenía –o escondía-. Y como en una política de Berlanga se oyó aquello de "usted no sabe quién soy yo" o algo muy parecido. El resultado fue negativo para el cargo público, pues ante su negativa, tuvieron que ser miembros de la Guardia Civil quienes interviniesen con la consiguiente denuncia y el pase del incidente a escándalo político. Hay rastro a pesar del silencio de algunos por interés político o el miedo a hablar de otros por posibles consecuencias. Hay rastro y ElPlural.com lo ha seguido, lo ha comprobado y, también, ha intentado contrastarlo y conocer la opinión tanto de la persona como de la institución afectada. Ahí, el muro del silencio y del ocultamiento, el "no tenemos nada que decir", ha sido lo que los periodistas que han participado en la investigación se han encontrado. Una estrategia que siempre sale mal para quien la practica y ejerce, porque al final "Lo que la verdad esconde", "lo que el bolso esconde", siempre sale a la luz. Ni Robert Zemeckis hubiera realizado una película ahora sobre un supuesto hurto en un supermercado en Málaga, tan similar al robo protagonizado hace siete años en Madrid por la entonces presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes y que, a la postre, le costó el cargo. Es extraño y lamentablemente curioso, que una mujer del PP, cargo público del mismo partido que Cifuentes, conocedora de como un simple hurto "doméstico" acabó con la importante carrera política de una baronesa de su formación, repita el mismo hecho a 600 kilómetros de Madrid. La misma forma de actuar, en un centro comercial, algún producto parecido y con un final de vergüenza. No sabemos si los personajes políticos se transforman en lo que no son. Desconocemos si "se ha llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona" como apuntaba un dimisionario famoso recientemente. Puede que el sueño del poder convierta en monstruos a determinados personajes. Puede que el hecho de detentar el poder en cualquier ámbito territorial, aleje de la realidad y produzca monstruos. O puede que solo sea ingenuidad de sentirse impunes. Lo que la verdad esconde sale a luz desde este medio… Era información en Madrid, pero en Málaga y en el ámbito...
Era información en Madrid, pero en Málaga y en el ámbito donde se ha dado, solo un rumor. La institución dirigida por el Partido Popular sabía desde hace más de dos meses lo que había ocurrido en una cadena de supermercados con una responsable política de su grupo. Se podría hablar que lo sucedido con un cargo del PP malagueño, es una adaptación rigurosa y mimética al cine de lo sucedido con Cristina Cifuentes cuando fue "pillada" en un supermercado tras hurtar unas cremas. Todo es igual. Un supermercado, un supuesto hurto, una exigencia de los empleados del comercio para que muestre el interior del bolso. En este caso, el matiz diferencial lo aporta el hecho de que esta responsable política se negó a enseñar lo que el bolso contenía –o escondía-. Y como en una política de Berlanga se oyó aquello de "usted no sabe quién soy yo" o algo muy parecido. El resultado fue negativo para el cargo público, pues ante su negativa, tuvieron que ser miembros de la Guardia Civil quienes interviniesen con la consiguiente denuncia y el pase del incidente a escándalo político. Hay rastro a pesar del silencio de algunos por interés político o el miedo a hablar de otros por posibles consecuencias. Hay rastro y ElPlural.com lo ha seguido, lo ha comprobado y, también, ha intentado contrastarlo y conocer la opinión tanto de la persona como de la institución afectada. Ahí, el muro del silencio y del ocultamiento, el "no tenemos nada que decir", ha sido lo que los periodistas que han participado en la investigación se han encontrado. Una estrategia que siempre sale mal para quien la practica y ejerce, porque al final "Lo que la verdad esconde", "lo que el bolso esconde", siempre sale a la luz. Ni Robert Zemeckis hubiera realizado una película ahora sobre un supuesto hurto en un supermercado en Málaga, tan similar al robo protagonizado hace siete años en Madrid por la entonces presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes y que, a la postre, le costó el cargo. Es extraño y lamentablemente curioso, que una mujer del PP, cargo público del mismo partido que Cifuentes, conocedora de como un simple hurto "doméstico" acabó con la importante carrera política de una baronesa de su formación, repita el mismo hecho a 600 kilómetros de Madrid. La misma forma de actuar, en un centro comercial, algún producto parecido y con un final de vergüenza. No sabemos si los personajes políticos se transforman en lo que no son. Desconocemos si "se ha llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona" como apuntaba un dimisionario famoso recientemente. Puede que el sueño del poder convierta en monstruos a determinados personajes. Puede que el hecho de detentar el poder en cualquier ámbito territorial, aleje de la realidad y produzca monstruos. O puede que solo sea ingenuidad de sentirse impunes. Lo que la verdad esconde sale a luz desde este medio… Era información en Madrid, pero en Málaga y en el ámbito...
