Trump se frota las manos: el veto de Europa al gas ruso generará 100.000 millones de inversión en EEUU
La decisión de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, de aprobar en las próximas semanas el veto a las importaciones de gas ruso a partir del año próximo y los contratos de larga duración a partir de 2027 va a generar inversiones en el sector energético de Estados Unidos de unos 100.000 … Continuar leyendo "Trump se frota las manos: el veto de Europa al gas ruso generará 100.000 millones de inversión en EEUU"

La decisión de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, de aprobar en las próximas semanas el veto a las importaciones de gas ruso a partir del año próximo y los contratos de larga duración a partir de 2027 va a generar inversiones en el sector energético de Estados Unidos de unos 100.000 millones de euros, según un informe de S&P.
«El papel histórico de Rusia como proveedor de gas a Europa se ha visto significativamente alterado, lo que ha permitido el surgimiento de fuentes de energía alternativas. El gas natural licuado (GNL) estadounidense ha entrado de forma notable, aportando el 15% del suministro total de gas europeo y representando el 20% de las importaciones en 2024», señala la consultora en su informe.
S&P establece dos escenarios en su análisis sobre la dependencia del gas ruso de Europa. En el primero, supone que el gas ruso empieza a llegar con más fuerza a los países europeos -nunca hasta ahora han llegado a la dependencia cero-. En este escenario, 17 millones de toneladas de GNL norteamericano estarían en peligro, lo que abortaría muchas inversiones en el sector.
El segundo escenario es el que llaman Reducción gradual, en el que nuevas sanciones al gas ruso permitirían que 12 millones de toneladas de GNL estadounidense cubrieran la demanda europea.
«En última instancia, las percepciones de los inversores y compradores de GNL de Estados Unidos respecto de la futura disponibilidad de gas ruso y, por ende, el precio del gas en Europa, serán cruciales para las decisiones de inversión en los próximos dos años, con casi 120.000 millones de dólares -108.000 millones de euros- en inversiones en la cadena de valor del GNL de Estados Unidos en juego», explica S&P, referido al periodo 2025-2040.
La consultora cifra en 4.000 millones de dólares -3.570 millones de euros- la inversión que está en juego en el sector energético de Estados Unidos por cada tonelada de gas ruso que fluyera para Europa. Las exportaciones de GNL de EEUU a nivel global se multiplicarían por dos en 2040 en el escenario de Reducción gradual del gas ruso, señala el informe.
España es uno de los países afectados. El gas ruso fue el segundo más importado a España en 2024, sólo por detrás del argelino, con el 20% del total de la demanda. Si no llega el gas ruso, las comercializadoras españolas suelen acudir al GNL de Estados Unidos, como ha ocurrido en este mes de marzo -EEUU ha sido el primer suministrador de gas de España, por encima de Argelia-.
S&P apunta a que el GNL estadounidense aporta equilibrio al mercado por su liquidez y por sus estructuras contractuales, que le permiten reaccionar con mayor rapidez a las tensiones de los precios internacionales.
Ahora el mercado puede dar un vuelco brutal si Von der Leyen cumple con su intención y con su programa electoral y veto totalmente el gas ruso. La dependencia europea de Rusia es histórica, desde 1960. «Los primeros grandes gasoductos se construyeron a través de Ucrania, que también proporcionó importantes instalaciones subterráneas de almacenamiento de gas. Durante el período 2000-2021, Rusia suministró aproximadamente el 30% del suministro de gas de Europa. Su máximo nivel se alcanzó en 2019, cuando Gazprom suministró un total récord del 33,5% del consumo de gas de Europa», explica S&P.
Tras la invasión rusa de Ucrania, el bombeo de gas ruso a Europa ha bajado, pero ha seguido siendo muy alto sobre todo en algunos países como Hungría. Tanto es así, que Europa ha gastado más en combustibles rusos desde la invasión que en ayuda financiera y militar a Ucrania.
En el caso de España, Repsol y Naturgy son los grandes compradores de gas ruso, fruto de acuerdos de larga duración firmados antes de que Rusia invadiera Ucrania. Ante el veto que quiere imponer Von der Leyen, Francisco Reynés, presidente de Naturgy, ha señalado públicamente que no se prohíban los contratos ya firmados.