Sufrir violencia obstétrica en el parto aumenta el riesgo de suicidio de las mujeres

Un estudio subraya que el porcentaje de mujeres que están en riesgo de sufrir suicidio y depresión después de dar a luz es alto, y que experimentar un trato inadecuado durante el parto es un factor que lo aumenta El caso de la mujer obligada por una jueza a parir en el hospital llega al Tribunal de Derechos Humanos: “Fue un recipiente” Una semana después de dar a la luz, M., ya en su domicilio, intentó suicidarse. Su caso dejó profundamente impactadas a las personas que la rodeaban, también a varios profesionales de la salud que trabajaban en el centro donde la mujer había parido. Si la salud mental está saliendo del armario, la de las madres aún parece escondida en un cajón. El mito que asocia el nacimiento de un hijo con la felicidad o la plenitud y la falta de atención sanitaria especializada impide que las propias mujeres pongan palabras a lo que sufren cuando sus vivencias no son tan ideales, algo mucho más frecuente de lo que parece. Pero el activismo y la evidencia científica avanza: distintos trabajos han identificado que factores como la renta, el apoyo emocional o la conciliación influyen en la salud puerperal de las madres. Ahora se añade uno más: una investigación relaciona haber sufrido violencia obstétrica con un aumento del riesgo de suicidio de las mujeres. La evidencia ya mostraba que haber experimentado un trato inadecuado durante el parto influía en la salud mental de las mujeres. Lo que esta investigación, publicada en la revista científica Women and Birth, añade ahora es que ese trato inadecuado incrementa el riesgo de suicidio. “Es un problema que no gusta, había sobre el tema algunas revisiones en países europeos, pero no hay mucho publicado en la literatura científica”, asegura el matrón Juan Miguel Martínez-Galiano, profesor del departamento de Enfermería de la Universidad de Jaén y uno de los autores del estudio. La idealización de la maternidad, prosigue, es un problema a la hora de identificar tanto problemas de salud mental como sus factores de riesgo. Este paper asegura que el porcentaje de mujeres que tienen problemas de salud mental y están en riesgo de sufrir depresión postparto y suicidio es alto, más de lo que “cabría pensar a priori”, señala el experto. En el estudio aparecen factores que pueden reducir esos riesgos, como tener un buen nivel económico, contar con apoyo de la pareja, haber asistido a cursos o algún tipo de preparación antes del parto. También señalan otros que, en cambio, aumentan el riesgo, como que la madre o el bebé hayan tenido que ingresar en una UCI, o haber sufrido un “trato inadecuado” durante el parto. “No hay políticas, ni estrategias que traten la prevención, ni el abordaje de este problema. Ni la administración sanitaria, ni las sociedades científicas tienen protocolos, documentos de consenso, etc, que aborden el tema”, afirma Juan Miguel Martínez-Galiano, que señala que la violencia obstétrica sigue siendo un “problema presente” y que la evidencia muestra su relación con “diferentes resultados adversos maternos y neonatales de salud”, entre otros, el riesgo de suicidio en la etapa perinatal. El matrón critica que, con frecuencia, todo se achaca al “choque hormonal” de las madres recientes: “Esa no es solo la causa. La presión acerca de la maternidad, de lo que es ser una buena madre, del cuidado, de la teta, de si el bebé coge peso o no, de si su leche 'sirve' o no... Todo eso vemos que causa estragos en muchas mujeres y que influye en llegar a desarrollar una depresión postparto”. Dos de cada diez Si bien tener una depresión postparto aumenta, a su vez, el riesgo de suicidio, todos los factores médicos y ambientales descritos en el estudio incrementan la probabilidad de suicidio aunque las mujeres no hayan desarrollado primero esa enfermedad mental. Otro estudio, elaborado por varias expertas del Centro de Investigación en Salud Maternoinfantil de la Universidad de Londres y publicado en 2023, ya alertaba de que el cribado del riesgo de suicidio en mujeres durante el posparto suele realizarse solo en contextos donde existe una depresión diagnosticada, pero que la alta prevalencia del suicidio en esta etapa requeriría desarrollar medidas y diagnósticos específicos, independientemente de que exista o no un trastorno mental de fondo. Un estudio español de 2024 publicado en la revista Depression and Anxiety ponía cifras a la prevalencia del suicidio en España en las madres durante el primer año después de dar a luz. “Encontramos que aproximadamente dos de cada diez mujeres tuvo ideación suicida, una cifra cercana a lo encontrado en otro trabajo llevado a cabo en las islas Canarias. Los diferentes artículos arrojan porcentajes importantes con una tendencia al alza a pesar de la infradeclaración que pueda existir”, explicaba a la agencia SINC Sergio Martínez Vázquez, investigador de la Universidad de Jaén y primer autor.

May 15, 2025 - 11:22
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Sufrir violencia obstétrica en el parto aumenta el riesgo de suicidio de las mujeres

Sufrir violencia obstétrica en el parto aumenta el riesgo de suicidio de las mujeres

Un estudio subraya que el porcentaje de mujeres que están en riesgo de sufrir suicidio y depresión después de dar a luz es alto, y que experimentar un trato inadecuado durante el parto es un factor que lo aumenta

El caso de la mujer obligada por una jueza a parir en el hospital llega al Tribunal de Derechos Humanos: “Fue un recipiente”

Una semana después de dar a la luz, M., ya en su domicilio, intentó suicidarse. Su caso dejó profundamente impactadas a las personas que la rodeaban, también a varios profesionales de la salud que trabajaban en el centro donde la mujer había parido. Si la salud mental está saliendo del armario, la de las madres aún parece escondida en un cajón. El mito que asocia el nacimiento de un hijo con la felicidad o la plenitud y la falta de atención sanitaria especializada impide que las propias mujeres pongan palabras a lo que sufren cuando sus vivencias no son tan ideales, algo mucho más frecuente de lo que parece.

Pero el activismo y la evidencia científica avanza: distintos trabajos han identificado que factores como la renta, el apoyo emocional o la conciliación influyen en la salud puerperal de las madres. Ahora se añade uno más: una investigación relaciona haber sufrido violencia obstétrica con un aumento del riesgo de suicidio de las mujeres.

La evidencia ya mostraba que haber experimentado un trato inadecuado durante el parto influía en la salud mental de las mujeres. Lo que esta investigación, publicada en la revista científica Women and Birth, añade ahora es que ese trato inadecuado incrementa el riesgo de suicidio. “Es un problema que no gusta, había sobre el tema algunas revisiones en países europeos, pero no hay mucho publicado en la literatura científica”, asegura el matrón Juan Miguel Martínez-Galiano, profesor del departamento de Enfermería de la Universidad de Jaén y uno de los autores del estudio. La idealización de la maternidad, prosigue, es un problema a la hora de identificar tanto problemas de salud mental como sus factores de riesgo.

Este paper asegura que el porcentaje de mujeres que tienen problemas de salud mental y están en riesgo de sufrir depresión postparto y suicidio es alto, más de lo que “cabría pensar a priori”, señala el experto. En el estudio aparecen factores que pueden reducir esos riesgos, como tener un buen nivel económico, contar con apoyo de la pareja, haber asistido a cursos o algún tipo de preparación antes del parto. También señalan otros que, en cambio, aumentan el riesgo, como que la madre o el bebé hayan tenido que ingresar en una UCI, o haber sufrido un “trato inadecuado” durante el parto.

“No hay políticas, ni estrategias que traten la prevención, ni el abordaje de este problema. Ni la administración sanitaria, ni las sociedades científicas tienen protocolos, documentos de consenso, etc, que aborden el tema”, afirma Juan Miguel Martínez-Galiano, que señala que la violencia obstétrica sigue siendo un “problema presente” y que la evidencia muestra su relación con “diferentes resultados adversos maternos y neonatales de salud”, entre otros, el riesgo de suicidio en la etapa perinatal.

El matrón critica que, con frecuencia, todo se achaca al “choque hormonal” de las madres recientes: “Esa no es solo la causa. La presión acerca de la maternidad, de lo que es ser una buena madre, del cuidado, de la teta, de si el bebé coge peso o no, de si su leche 'sirve' o no... Todo eso vemos que causa estragos en muchas mujeres y que influye en llegar a desarrollar una depresión postparto”.

Dos de cada diez

Si bien tener una depresión postparto aumenta, a su vez, el riesgo de suicidio, todos los factores médicos y ambientales descritos en el estudio incrementan la probabilidad de suicidio aunque las mujeres no hayan desarrollado primero esa enfermedad mental.

Otro estudio, elaborado por varias expertas del Centro de Investigación en Salud Maternoinfantil de la Universidad de Londres y publicado en 2023, ya alertaba de que el cribado del riesgo de suicidio en mujeres durante el posparto suele realizarse solo en contextos donde existe una depresión diagnosticada, pero que la alta prevalencia del suicidio en esta etapa requeriría desarrollar medidas y diagnósticos específicos, independientemente de que exista o no un trastorno mental de fondo.

Un estudio español de 2024 publicado en la revista Depression and Anxiety ponía cifras a la prevalencia del suicidio en España en las madres durante el primer año después de dar a luz. “Encontramos que aproximadamente dos de cada diez mujeres tuvo ideación suicida, una cifra cercana a lo encontrado en otro trabajo llevado a cabo en las islas Canarias. Los diferentes artículos arrojan porcentajes importantes con una tendencia al alza a pesar de la infradeclaración que pueda existir”, explicaba a la agencia SINC Sergio Martínez Vázquez, investigador de la Universidad de Jaén y primer autor.

Sobre ese estudio también se pronunciaba Susana Al-Halabí, experta del departamento de Psicología Universidad de Oviedo. “En los países occidentales, es la primera causa de muerte de las mujeres durante el periodo perinatal”, aseguraba Al-Halabí, que también mencionaba cómo los tabúes alrededor de la conducta suicida y de la maternidad influyen en que las dificultades que atraviesan las madres queden silenciadas y sin atender.

En España, hasta dos de cada tres mujeres que han sido madres pueden haber sufrido algún tipo de violencia obstétrica durante su parto. Un estudio transversal subrayaba la “alta prevalencia” de este problema en nuestro país. Las prácticas más reportadas por las mujeres que participaron en la investigación fueron, por este orden, las exploraciones vaginales repetitivas y hechas por diferentes personas, la sensación de inseguridad y culpa, la aceleración del parto y la presión abdominal para intentar que el bebé descienda (la conocida como maniobra de Kristeller, desaconsejada por la Organización Mundial de la Salud).

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