El Colegio Cardenalicio decidiría este lunes la fecha del cónclave y la suerte de un cardenal sancionado por Francisco

El papable Pietro Parolin presidió este domingo una misa multitudinaria en la Plaza San Pedro; el “caso Becciú” sigue en la agenda del precónclave

Abr 28, 2025 - 05:47
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El Colegio Cardenalicio decidiría este lunes la fecha del cónclave y la suerte de un cardenal sancionado por Francisco

ROMA.- Mientras este domingo, tal como se había anunciado, el cardenal Pietro Parolin, uno de los grandes favoritos para suceder al papa Francisco, tuvo una suerte de ensayo general, al presidir una misa multitudinaria por el segundo día de los novendiales -el luto de nueve días previsto para un pontífice-, que coincidió con el Jubileo de los Adolescentes, se espera que este lunes llegue la hora de la verdad.

En la quinta Congregación General que tendrá lugar en el Aula Vieja del Sínodo, los cardenales -mayores y menores de 80 años- presentes en Roma, se espera que tomen dos decisiones más que importantes. Primero, la fecha de inicio del cónclave -el proceso de elección cum clave, con llave, es decir, totalmente secreta, del 267° Pontífice de la Iglesia Católica. “Sí, el tema está en la agenda del lunes”, confirmó a LA NACION un cardenal que pidió el anonimato.221 / 5.000
Los cardenales salen después de una misa presidida por el Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, en el segundo de los nueve días de luto por el difunto Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano (AP Photo/Andreea Alexandru)

La fecha de inicio del cónclave podría ser el 5 o el 6 de mayo, aunque se especula con que también podría ser unos días después, para darles tiempo a los 133 cardenales electores de 71 países para que se conozcan mejor. Como ya se informó, el gran problema es que muchos ni siquiera se han visto una sola vez. Por otro lado, a diferencia del anterior cónclave -el de 2013- que ocurrió no porque un papa había muerto, sino porque había renunciado (Benedicto XVI), no se pueden reunir dos veces al día, a la mañana y a la tarde, porque deben participar en las ceremonias vinculadas a los nueve días de luto, los novendiales, lo cual hace que haya menos oportunidades de verse, hablar, “olfatearse” los unos a los otros.

Más allá de definir la fecha del cónclave, por otro lado, debería liquidarse el “caso Becciu”, -el cardenal sancionado por el papa Francisco- que hasta ahora monopolizó las discusiones y enturbió el clima de las congregaciones generales donde, para la gran mayoría no italiana, los cardenales tienen cosas más importantes que discutir en este momento. ¿Cuál debe ser el perfil del próximo Papa? ¿Cuáles son los principales desafíos de la Iglesia en este momento de crispación del mundo y de la propia Iglesia?El cardenal Giovanni Angelo Becciu walks en los funerales del sábado (Photo by Jakub Porzycki/NurPhoto via Getty Images)

Se espera que el colegio cardenalicio corte por lo sano y le comunique al cardenal Angelo Becciu que debe renunciar a su reclamo, considerado por muchos “desagradable”. Exsustituto de la Secretaría de Estado y persona de confianza el principio del Papa argentino, Becciu en septiembre de 2020 fue defenestrado y excluido por el Pontífice de la participación a un eventual cónclave, tras estallar un escándalo de corrupción.

“Es muy triste, no entiendo cómo Becciu no renuncia él, solo… Todos esto hace mucho daño”, admitió por lo bajo otro purpurado, que hizo trascender que las filtraciones en la prensa italiana sobre este caso de los últimos días, hicieron que les pidieran expresamente a los miembros del Colegio cardenalicio que mantuvieran “prudencia” y evitaran entrevistas. Últimamente, en efecto, se habló mucho en Roma del caso Becciu, prelado que, en los últimos años, debido a la generosidad de Francisco, siguió participando de liturgias, celebraciones y consistorios, ya que no perdió su título cardenalicio, pero sí renunció a sus derechos implícitos (que implican entrar al cónclave). Amén de sostener su inocencia y clamar haber sido condenado injustamente a fines de 2023 a cinco años de prisión por una pésima y millonaria inversión en Londres -con fondos reservados de la secretaría de Estado- y otros casos de nepotismo, Becciu, que también fue invitado a las Congregaciones Generales, exige ahora ser readimitido a la votación del próximo Papa, porque es un “deber”, más que un derecho de un cardenal.

En medio de un clima de intrigas digno de las mejores películas de suspenso, desde hace días se habla de la existencia de un documento firmado por Francisco con su inicial, “F”, que indica claramente que Becciu, de 76 años y origen sardo, no puede entrar a la Capilla Sixtina. El documento habría sido firmado por Francisco el 24 de marzo, al día siguiente de haber sido dado de alta del hospital Gemelli, según el diario Il Messaggero. El cardenal Parolin, al parecer, tiene en sus manos esta carta escrita a máquina, que podría aparecer este lunes y cerrar, de una vez por todas, la cuestión.

Al día siguiente de un funeral memorable, con cientos de miles de personas en la Plaza de San Pedro y en las calles de Roma, en tanto, el cardenal Parolin, el gran favorito para suceder a Francisco porque en medio de un colegio de electores donde nadie se conoce, él es el único muy conocido -junto al filipino Antonio Luis Tagle-, tuvo su primera gran aparición pública como candidato papable fuerte.

Celebró la misa del segundo día de luto por el papa Francisco, que coincidió con el Jubileo de los Jóvenes, evento que debería haberse dado junto con la canonización del beato Carlo Acutis -el influencer de Dios-, que fue postergada hasta la elección de un nuevo Papa, el único que puede proclamar los santos.

Ante 200.000 personas que volvieron a llenar la Plaza de San Pedro -adolescentes venidos desde toda Italia y de varias partes de Europa y el mundo, con remeras con el logo del Jubileo o vestidos de boy scouts- y ante las cámaras, Parolin se mostró como un candidato de continuidad. Como era de esperar, en su homilía elogió a Francisco y trazó el perfil o “mandato” que deberá tener el sucesor.

Diplomático de larga data, con un estilo muy “curial”, distinto al de su antecesor argentino, al principio del sermón Parolin -que habla perfecto español y fue nuncio en Venezuela antes de ser llamado por Francisco a Roma para ser secretario de Estado-, evocó el Evangelio del día, que narra la aparición de Jesús resucitado ante sus discípulos.

“La imagen inicial que el Evangelio nos ofrece puede representar el estado de ánimo de todos nosotros, de la Iglesia y del mundo entero. El Pastor que el Señor donó a su pueblo, el Papa Francisco, terminó su vida terrena y nos ha dejado. El dolor de su partida, el sentido de tristeza que nos embarga, la turbación que percibimos en el corazón, la sensación de pérdida, todo esto lo estamos viviendo, como los apóstoles acongojados por la muerte de Jesús”, dijo.

“Y, sin embargo, el Evangelio nos dice que precisamente en estos momentos de oscuridad el Señor se presenta ante nosotros con la luz de la resurrección, para iluminar nuestros corazones. El Papa Francisco nos lo ha recordado desde su elección y lo ha repetido con frecuencia, poniendo en el centro de su pontificado esa alegría del Evangelio que llena la vida entera de los que se encuentran con Jesús”, añadió, citando Evangelii Gaudium, el documento programático del papa argentino.Multitudinaria asistencia en la misa presidida por el cardenal Parolin. Photo: -/IPA via ZUMA Press/dpa

Parolin recordó luego que en el segundo domingo de Pascua se celebra la fiesta de la misericordia, concepto clave del pontificado de Francisco. “Sólo la misericordia sana y crea un mundo nuevo, apagando los fuegos de la desconfianza, del odio y de la violencia. Esta es la gran enseñanza del Papa Francisco”, destacó. “El Papa Francisco fue testigo luminoso de una Iglesia que se inclina con ternura hacia quien está herido y sana con el bálsamo de la misericordia; y nos ha recordado que no puede haber paz sin que reconozcamos el valor del otro, sin la atención al que es más débil y, sobre todo, no puede haber nunca paz si no aprendemos a perdonarnos recíprocamente, usando entre nosotros la misma misericordia que Dios tiene para con nuestra vida”, resaltó, trazando, así, lo que muchos piensan que debe ser el mandato del próximo papa.