S.O.S. desempleo: ¿cómo reposicionarme en esta etapa de transición?
En la vida laboral, la pérdida del empleo es un momento crítico, que puede abrir nuevas oportunidades. Esta situación suele impulsar a las personas a explorar otros desafíos y trabajar en los propios recursos de afrontamiento, ya sea para reinsertarse en una empresa o emprender por cuenta propia. Ante todo, cabe aclarar que llamamos desempleo a la falta de trabajo por causas ajenas a la voluntad del trabajador. Y podemos distinguirlo entre "circunstancial" (por un período más o menos breve, siempre menor a 12 meses). Y el estructural, más complejo, que puede deberse tanto a factores externos (crisis económicas) como internos (falta de formación, pérdida de competencias, redes de contactos, baja autoestima, desmotivación, problemas psicológicos).Emociones en juegoEl desempleado puede afrontar la situación de distintas formas:Adaptativa: La persona asimila la pérdida como un desafío. Se fortalecen los aspectos positivos y oportunidades, tratando de no dejarse capturar por el duelo de la pérdida. Hay actitud creadora. Reactiva: La persona se cierra, construyendo una barrera defensiva.El mercado laboral le resulta hostil y no busca dar un paso más allá de lo conocido. Se exacerba la prudencia y se omiten búsquedas de nuevas alternativas. Negadora: No asume el cambio. La persona continúa su rutina, habitando un mundo de fantasía con las mismas reglas y costumbres. Hay dificultad para abandonar viejos esquemas y encontrar nuevas alternativas.Lo cierto es que el desempleo prolongado genera ansiedad, frustración, baja autoestima y desesperanza. Por eso es crucial gestionar estas emociones con un plan de acción.El trabajo de buscar trabajoElaborar una planificación con pasos y tareas concretas es vital. Buscar trabajo es un trabajo en sí mismo. Y requiere revisar el proyecto de carrera, explorando objetivos y motivaciones. En este camino, hacer un análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) ayuda a mejorar la presentación personal, evitando creencias infundadas. Se recomienda considerar el desempleo como transición (de entre 5 y 6 meses en promedio), generar redes de apoyo, fomentar flexibilidad, proactividad y asertividad. Desarrollar la marca empleadora (¿qué ofrezco?, ¿qué aprendí?, ¿cómo me presento?), y analizar el mercado laboral (segmentos con más salida, nivel de salarios). Así como abrirse a nuevas formas de trabajo (freelance, emprendimientos). La empleabilidad se define por la fórmula (Conocimientos + Experiencias + Habilidades) x Actitud. Una actitud positiva, con compromiso y perseverancia, incrementa exponencialmente las oportunidades para salir fortalecidos de la situación de desempleo.

En la vida laboral, la pérdida del empleo es un momento crítico, que puede abrir nuevas oportunidades. Esta situación suele impulsar a las personas a explorar otros desafíos y trabajar en los propios recursos de afrontamiento, ya sea para reinsertarse en una empresa o emprender por cuenta propia.
Ante todo, cabe aclarar que llamamos desempleo a la falta de trabajo por causas ajenas a la voluntad del trabajador. Y podemos distinguirlo entre "circunstancial" (por un período más o menos breve, siempre menor a 12 meses). Y el estructural, más complejo, que puede deberse tanto a factores externos (crisis económicas) como internos (falta de formación, pérdida de competencias, redes de contactos, baja autoestima, desmotivación, problemas psicológicos).
Emociones en juego
El desempleado puede afrontar la situación de distintas formas:
Adaptativa: La persona asimila la pérdida como un desafío. Se fortalecen los aspectos positivos y oportunidades, tratando de no dejarse capturar por el duelo de la pérdida. Hay actitud creadora.
Reactiva: La persona se cierra, construyendo una barrera defensiva.El mercado laboral le resulta hostil y no busca dar un paso más allá de lo conocido. Se exacerba la prudencia y se omiten búsquedas de nuevas alternativas.
Negadora: No asume el cambio. La persona continúa su rutina, habitando un mundo de fantasía con las mismas reglas y costumbres. Hay dificultad para abandonar viejos esquemas y encontrar nuevas alternativas.
Lo cierto es que el desempleo prolongado genera ansiedad, frustración, baja autoestima y desesperanza. Por eso es crucial gestionar estas emociones con un plan de acción.
El trabajo de buscar trabajo
Elaborar una planificación con pasos y tareas concretas es vital. Buscar trabajo es un trabajo en sí mismo. Y requiere revisar el proyecto de carrera, explorando objetivos y motivaciones. En este camino, hacer un análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) ayuda a mejorar la presentación personal, evitando creencias infundadas.
Se recomienda considerar el desempleo como transición (de entre 5 y 6 meses en promedio), generar redes de apoyo, fomentar flexibilidad, proactividad y asertividad. Desarrollar la marca empleadora (¿qué ofrezco?, ¿qué aprendí?, ¿cómo me presento?), y analizar el mercado laboral (segmentos con más salida, nivel de salarios). Así como abrirse a nuevas formas de trabajo (freelance, emprendimientos).
La empleabilidad se define por la fórmula (Conocimientos + Experiencias + Habilidades) x Actitud. Una actitud positiva, con compromiso y perseverancia, incrementa exponencialmente las oportunidades para salir fortalecidos de la situación de desempleo.