Siete años no es nada

Veinticinco siglos se condensan en poco más de sesenta metros cuadrados. Como si de una cata vertical de diferentes añadas del mejor vino tinto se tratara, el complejo monumental de la Mezquita de Tornerías en el casco histórico de Toledo destila fragancias del mejor buqué desde el siglo V a. C. hasta el último año del primer cuarto del siglo XXI y, si bien ya tuvo varias intervenciones de restauración y rehabilitación desde finales del siglo XIX, es en estos últimos siete años cuando han salido a la luz un conjunto de restos que han dado un vuelco a la interpretación que se venía haciendo, no ya del monumento en sí, sino de como se ha desarrollado la historia desde los primeros asentamientos carpetanos en la vaguada de Tornerías entre los cerros de Sillería y del Alcázar, dos de las siete colinas que configuran el majestuoso perfil topográfico del cerro toledano y que conforma un paisaje urbano inseparable de la morfología edificatoria de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Gracias al compromiso de la administración pública de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha que, a través de la Consejería de Economía, Empresas y Empleo, puso en marcha un proceso de rehabilitación patrimonial ejemplar y que debería ser modelo de relación entre administraciones implicadas en los procesos urbanísticos tan a menudo enredados en tramitaciones demasiado farragosas y de largo recorrido no deseados por nadie, se han podido acometer los trabajos de restauración de la Mezquita, la puesta en valor de los restos históricos del subsuelo y el acondicionamiento del edificio anexo como centro regional de promoción de la artesanía. Todo comenzó en 2017 con el inicio de unos trabajos de estudios previos de catas arqueológicas y estructurales que permitieron tener un conocimiento inicial del terreno bajo el monumento, que se completó con una excavación arqueológica en área, dirigida por Arturo Ruiz Taboada , y que permitió tener los datos de partida necesarios para poder llevar a cabo la redacción de un proyecto de rehabilitación integral de la Mezquita así como la puesta en normativa actual del edificio anexo para destinarlo a centro regional de promoción de la artesanía de Castilla La Mancha. Después de la finalización de estos trabajos previos, a caballo entre 2018 y 2019, se redactó el proyecto de ejecución de rehabilitación con el que se obtuvo la oportuna licencia municipal de obras. En septiembre de 2019 se adjudicó el contrato de las obras a la UTE formada por CYR PROYECTOS Y OBRAS e ISC URAMID, dando comienzo las mismas el dos de marzo de 2020. La pandemia de la COVID-19 de 2020, la famosa dana Filomena y otras dos danas en 2023 menos intensas pero igual de dañinas en una obra a cielo abierto, unidas al comienzo de la invasión de Ucrania por Rusia en febrero de 2022, que provocó un tsunami en los precios de algunos de los materiales de construcción más utilizados en rehabilitación, hicieron que los trabajos se tuvieran que interrumpir en varias ocasiones, dando lugar a proyectos modificados y múltiples informes cruzados entre dirección facultativa, empresa y administración promotora de las obras que, gracias a la diligencia del equipo de técnicos funcionarios, dirigidos por su secretario general Rafael Ariza , hizo posible la reanudación de las obras en un tiempo razonable, que finalizaron en el mes de diciembre de 2024, concluyendo en un precio de 1.500 euros por metro cuadrado, no superior a cualquier obra de rehabilitación del casco histórico de Toledo, incluso diríamos que bastante ajustado tratándose de una intervención patrimonial con la edificación de un edificio administrativo que conlleva unas instalaciones complejas. Después de siete años, en la vida de 25 siglos de este pequeño pero complejo edificio patrimonial y administrativo hoy, visitantes, turistas y artesanos podemos disfrutar de un edificio monumental que además alberga un centro de promoción de la artesanía regional, que le dará vida. Como si de un vino con crianza de muchos años en buena barrica de roble se tratara, vuelve la Mezquita de Tornerías despejada su frente marchita, a pesar del tiempo transcurrido con el mismo brillo y nueva ilusión. Luis Moreno Domínguez y Francisco Javier Alguacil San Félix son arquitectos fundadores de AMA Estudio de Arquitectura

Abr 27, 2025 - 12:07
 0
Siete años no es nada
Veinticinco siglos se condensan en poco más de sesenta metros cuadrados. Como si de una cata vertical de diferentes añadas del mejor vino tinto se tratara, el complejo monumental de la Mezquita de Tornerías en el casco histórico de Toledo destila fragancias del mejor buqué desde el siglo V a. C. hasta el último año del primer cuarto del siglo XXI y, si bien ya tuvo varias intervenciones de restauración y rehabilitación desde finales del siglo XIX, es en estos últimos siete años cuando han salido a la luz un conjunto de restos que han dado un vuelco a la interpretación que se venía haciendo, no ya del monumento en sí, sino de como se ha desarrollado la historia desde los primeros asentamientos carpetanos en la vaguada de Tornerías entre los cerros de Sillería y del Alcázar, dos de las siete colinas que configuran el majestuoso perfil topográfico del cerro toledano y que conforma un paisaje urbano inseparable de la morfología edificatoria de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Gracias al compromiso de la administración pública de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha que, a través de la Consejería de Economía, Empresas y Empleo, puso en marcha un proceso de rehabilitación patrimonial ejemplar y que debería ser modelo de relación entre administraciones implicadas en los procesos urbanísticos tan a menudo enredados en tramitaciones demasiado farragosas y de largo recorrido no deseados por nadie, se han podido acometer los trabajos de restauración de la Mezquita, la puesta en valor de los restos históricos del subsuelo y el acondicionamiento del edificio anexo como centro regional de promoción de la artesanía. Todo comenzó en 2017 con el inicio de unos trabajos de estudios previos de catas arqueológicas y estructurales que permitieron tener un conocimiento inicial del terreno bajo el monumento, que se completó con una excavación arqueológica en área, dirigida por Arturo Ruiz Taboada , y que permitió tener los datos de partida necesarios para poder llevar a cabo la redacción de un proyecto de rehabilitación integral de la Mezquita así como la puesta en normativa actual del edificio anexo para destinarlo a centro regional de promoción de la artesanía de Castilla La Mancha. Después de la finalización de estos trabajos previos, a caballo entre 2018 y 2019, se redactó el proyecto de ejecución de rehabilitación con el que se obtuvo la oportuna licencia municipal de obras. En septiembre de 2019 se adjudicó el contrato de las obras a la UTE formada por CYR PROYECTOS Y OBRAS e ISC URAMID, dando comienzo las mismas el dos de marzo de 2020. La pandemia de la COVID-19 de 2020, la famosa dana Filomena y otras dos danas en 2023 menos intensas pero igual de dañinas en una obra a cielo abierto, unidas al comienzo de la invasión de Ucrania por Rusia en febrero de 2022, que provocó un tsunami en los precios de algunos de los materiales de construcción más utilizados en rehabilitación, hicieron que los trabajos se tuvieran que interrumpir en varias ocasiones, dando lugar a proyectos modificados y múltiples informes cruzados entre dirección facultativa, empresa y administración promotora de las obras que, gracias a la diligencia del equipo de técnicos funcionarios, dirigidos por su secretario general Rafael Ariza , hizo posible la reanudación de las obras en un tiempo razonable, que finalizaron en el mes de diciembre de 2024, concluyendo en un precio de 1.500 euros por metro cuadrado, no superior a cualquier obra de rehabilitación del casco histórico de Toledo, incluso diríamos que bastante ajustado tratándose de una intervención patrimonial con la edificación de un edificio administrativo que conlleva unas instalaciones complejas. Después de siete años, en la vida de 25 siglos de este pequeño pero complejo edificio patrimonial y administrativo hoy, visitantes, turistas y artesanos podemos disfrutar de un edificio monumental que además alberga un centro de promoción de la artesanía regional, que le dará vida. Como si de un vino con crianza de muchos años en buena barrica de roble se tratara, vuelve la Mezquita de Tornerías despejada su frente marchita, a pesar del tiempo transcurrido con el mismo brillo y nueva ilusión. Luis Moreno Domínguez y Francisco Javier Alguacil San Félix son arquitectos fundadores de AMA Estudio de Arquitectura