El Atlético se desquita con el Rayo y no pierde de vista al Real Madrid

El Atlético de Madrid logró este jueves un relevante triunfo ante el Rayo Vallecano (3-0) en el Metropolitano, que sirve para subir la apesumbrada moral colchonera, en un momento difícil por haber quedado fuera de la carrera por la Liga tras caer en Gran Canaria. Por su parte, los visitantes se descuelgan un poco más de la pelea por Europa, pero aún conservan opciones.

En plena crisis para la gran mayoría de equipos madrileños, Atleti y Rayo cruzaban sus caminos en el Metropolitano necesitados de un triunfo, para seguir los unos con la persecución de la segunda plaza liguera y para mantenerse los otros en la pelea por los puestos europeos.

Apenas tardó dos minutos el cuadro local en adelantarse en el marcador. Marcos Llorente progresó por la banda, en una carrera kilométrica continuada por Nahuel Molina, que llegó a la línea de fondo y buscó el centro. En el segundo palo encontró a Sorloth, quien cabeceó a bocajarro y dio un nuevo argumento para su titularidad.

El titán noruego pudo aumentar su cuenta con el dominio de los hombres del Cholo, pero un testarazo y una carrera al espacio se quedaron en sustos. Se envalentonó entonces el Rayo, tomando posesión del centro del campo, y atacando el área reiteradamente. La más clara fue de Isi Palazón, cuyo remate poco ortodoxo sacó Oblak.

Ambos conjuntos intercambiaron ocasiones, pero ni Sorloth ni Álvaro García fueron capaces de mover el electrónico. Apenas unos instantes antes de pasar por los vestuarios, Rodrigo de Paul encontró la cabeza de Gallagher, y el inglés puso el 2-0 antes de concluir el primer tiempo.

Despegó Isi en la segunda parte para achantar a los locales, pero el infalible Oblak desbarató el remate de cabeza. El encuentro se tornó tosco, con apenas unos pocos tímidos acercamientos a las zonas de castigo como aliciente para un encuentro a todas luces sentenciado.

Si había dudas sobre el devenir del choque, se disiparon con el tercer tanto del Atleti, obra de Julián y cortesía del suplente Griezmann. Sin tiempo ni ganas para más, el pitido final dio por válido el 3-0 y el esfuerzo rojiblanco para asaltar la segunda plaza liguera, que ocupa el Madrid.

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