«Siempre decía contadme, habladme, esa ha sido una de las señales más fuertes del papa Francisco, la escucha«

En una emotiva homilía pronunciada en la misa funeral por el eterno descanso del papa Francisco, el arzobispo primado de Toledo , Francisco Cerro, ha esbozado un perfil entrañable del pontífice argentino, a quien siempre estuvo «muy unido». Monseñor Cerro ofreció un testimonio sencillo, cargado de anécdotas personales, de lo que ha significado para él el papa Francisco . «En primer lugar ha sido un papa que te miraba a los ojos y te hacía sentir importante, él estaba contigo de corazón, te hacía sentir que le interesaba lo tuyo y que nada de ti le era indiferente. Eso lo he experimentado muchas veces», ha apuntado el arzobispo y ha recordado los últimos encuentros con el pontífice: con Cáritas, que cumplía 60 años; con las agustinas; con la Madres de la Esperanza, con los seminaristas de Castilla-La Mancha, «y a todos fue abrazando uno por uno, no se dejó a nadie». Y ha recordado que en sus primeros años siempre le preguntaba por las Teresas y por Don Braulio, su antecesor al frente de la Archidiócesis de Toledo. «En un encuentro reciente me dijo: 'Vos sos el obispo primado de España '. Fue hace poco. Era un hombre sin prisa para estar contigo, ninguna de las audiencias que hemos tenido ha durado menos de una hora», ha añadido. Otra de las virtudes del papa Francisco, según el arzobispo de Toledo, es que escuchaba. «Siempre decía contadme, habladme, preguntadme. Esa ha sido una de las señales más fuertes, la escucha«. Y una tercera impresión, « como buen jesuita, era su carácter místico . Era capaz de vivir lo que san Ignacio llama 'ser contemplativos en la acción'. Era un místico de la calle, de la vida de estar con la gente. Eso lo vivía de forma admirable», y ha señalado que sus homilías y discursos son los más breves que ha escuchado en su vida, «pero lo que decía llegaba y lo que se hacía transformaba. Por eso tanto interés en los pobres, en acercarse a los que sufren», ha apuntado el arzobispo. Francisco Cerro ha presidido en la catedral de Toledo el funeral, y han concelebrado el obispo auxiliar y secretario de la Conferencia Episcopal, Cesar García; el obispo emérito de Toledo, Braulio Rodríguez y el obispo emérito de Segovia, Ángel Rubio, además de provicarios generales y vicarios episcopales, miembros del Cabildo y numerosos sacerdotes. Entre los cientos de personas asistentes a la misa han estado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; la delegada del Gobierno en la región, Milagros Tolón, concejales de Toledo y autoridades militares.

May 2, 2025 - 21:31
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«Siempre decía contadme, habladme, esa ha sido una de las señales más fuertes del papa Francisco, la escucha«
En una emotiva homilía pronunciada en la misa funeral por el eterno descanso del papa Francisco, el arzobispo primado de Toledo , Francisco Cerro, ha esbozado un perfil entrañable del pontífice argentino, a quien siempre estuvo «muy unido». Monseñor Cerro ofreció un testimonio sencillo, cargado de anécdotas personales, de lo que ha significado para él el papa Francisco . «En primer lugar ha sido un papa que te miraba a los ojos y te hacía sentir importante, él estaba contigo de corazón, te hacía sentir que le interesaba lo tuyo y que nada de ti le era indiferente. Eso lo he experimentado muchas veces», ha apuntado el arzobispo y ha recordado los últimos encuentros con el pontífice: con Cáritas, que cumplía 60 años; con las agustinas; con la Madres de la Esperanza, con los seminaristas de Castilla-La Mancha, «y a todos fue abrazando uno por uno, no se dejó a nadie». Y ha recordado que en sus primeros años siempre le preguntaba por las Teresas y por Don Braulio, su antecesor al frente de la Archidiócesis de Toledo. «En un encuentro reciente me dijo: 'Vos sos el obispo primado de España '. Fue hace poco. Era un hombre sin prisa para estar contigo, ninguna de las audiencias que hemos tenido ha durado menos de una hora», ha añadido. Otra de las virtudes del papa Francisco, según el arzobispo de Toledo, es que escuchaba. «Siempre decía contadme, habladme, preguntadme. Esa ha sido una de las señales más fuertes, la escucha«. Y una tercera impresión, « como buen jesuita, era su carácter místico . Era capaz de vivir lo que san Ignacio llama 'ser contemplativos en la acción'. Era un místico de la calle, de la vida de estar con la gente. Eso lo vivía de forma admirable», y ha señalado que sus homilías y discursos son los más breves que ha escuchado en su vida, «pero lo que decía llegaba y lo que se hacía transformaba. Por eso tanto interés en los pobres, en acercarse a los que sufren», ha apuntado el arzobispo. Francisco Cerro ha presidido en la catedral de Toledo el funeral, y han concelebrado el obispo auxiliar y secretario de la Conferencia Episcopal, Cesar García; el obispo emérito de Toledo, Braulio Rodríguez y el obispo emérito de Segovia, Ángel Rubio, además de provicarios generales y vicarios episcopales, miembros del Cabildo y numerosos sacerdotes. Entre los cientos de personas asistentes a la misa han estado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; la delegada del Gobierno en la región, Milagros Tolón, concejales de Toledo y autoridades militares.