Se descontrola el brote de sarampión en el sur de Estados Unidos
Un menor no vacunado falleció en Texas; es la tercera muerte por la enfermedad en ese estado, donde solo en este año hubo ya 500 infectados; críticas a Robert Kennedy Jr., el responsable de salud del gobierno de Trump

WASHINGTON.- El secretario de Salud de Estados Unidos Robert F. Kennedy, Jr., viajó hoy al oeste de Texas después de que un segundo menor en edad escolar no vacunado muriera a causa de una enfermedad relacionada con el sarampión.
Antes de una gira bajo el lema de “Hacer a Estados Unidos Saludable de Nuevo” por el suroeste de Estados Unidos, Kennedy informó en redes sociales que estaba en el condado Gaines para consolar a las familias que tuvieron que enterrar a dos chicos pequeños que han fallecido. Seminole es el epicentro de un brote de sarampión que comenzó a finales de enero y sigue creciendo, con casi 500 casos solo en Texas.
Kennedy expresó que también estaba trabajando con funcionarios de salud de Texas para “controlar el brote de sarampión”.
El menor no tenía condiciones de salud subyacentes y murió el jueves por “lo que los médicos del niño describieron como insuficiencia pulmonar por sarampión”, indicó el Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas hoy en un comunicado de prensa. Aaron Davis, vocero del Sistema de Salud UMC en Lubbock, Texas, comentó que el chico estaba “recibiendo tratamiento por complicaciones del sarampión mientras estaba hospitalizado”.
Es la tercera muerte conocida relacionada con el sarampión vinculada a este brote. Una fue otro menor en edad escolar en Texas y la otra fue un adulto en Nuevo México. Ninguno estaba vacunado.
Kennedy, un activista antivacunas antes de ocupar el cargo de principal secretario de salud del país con la administración Trump, se ha resistido a instar a la vacunación generalizada mientras el brote de sarampión empeora bajo su supervisión.
“La forma más efectiva de prevenir la propagación del sarampión es la vacuna MMR”, afirmó Kennedy en un extenso comunicado publicado en X. La vacuna triple vírica contra el sarampión, las paperas y la rubeola se ha utilizado de manera segura durante más de 60 años y es 97% efectiva contra el sarampión después de dos dosis.
Los equipos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han sido “reubicados”, añadió Kennedy, aunque la agencia de salud pública del país nunca comunicó que se hubiera retirado durante la creciente crisis. Ni el Centro de Prevención de las Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés) ni el departamento de salud estatal incluyeron la muerte en sus informes de sarampión emitidos el viernes, pero la añadieron a sus conteos hoy.
A nivel nacional, Estados Unidos tiene más del doble del número de casos de sarampión que lo que tuvo en todo 2024.
Más de dos meses después, el brote en el oeste de Texas aparentemente se ha extendido a Nuevo México, Oklahoma y Kansas, enfermando a casi 570 personas. La Organización Mundial de la Salud también informó de casos relacionados con Texas en México. El número de casos en Texas aumentó en 81 entre el 28 de marzo y el 4 de abril, y 16 personas más fueron hospitalizadas.
El senador republicano de Louisiana Bill Cassidy, un médico especializado en hígado cuyo voto ayudó a asegurar la confirmación de Kennedy como funcionario, exigió hoy un mensaje más fuerte de parte de los funcionarios de salud en una publicación en X.
“¡Todos deberían vacunarse! No hay otro tratamiento para el sarampión. No hay beneficio en contraer sarampión”, escribió. “Los principales funcionarios de salud deberían decirlo inequívocamente antes de que otro menor muera”.
Un vocero del CDC señaló la eficacia de la vacuna contra el sarampión hoy, pero no llegó a instar a las personas a recibirla.
Apartándose del mensaje normal sobre la vacunación, el vocero calificó la decisión como “personal” y enfatizó que las personas deberían hablar con su médico y “deberían estar informadas sobre los posibles riesgos y beneficios asociados con las vacunas”.
La desinformación sobre cómo prevenir y tratar el sarampión está obstaculizando una respuesta fuerte de la salud pública, incluidas las afirmaciones sobre suplementos de vitamina A que han sido promovidas por Kennedy y defensores de la medicina holística a pesar de las advertencias de los médicos de que deben administrarse bajo la supervisión de un médico y que en exceso pueden ser peligrosos.
Los médicos del Hospital Infantil Covenant en Lubbock, donde ocurrió la primera muerte por sarampión, dicen que han tratado a menos de 10 niños por problemas hepáticos debido a la toxicidad de la vitamina A, que encontraron al realizar pruebas de laboratorio de rutina en niños con vacunación insuficiente que tienen sarampión. La doctora Lara Johnson, directora médica, sostuvo que los pacientes informaron haber usado vitamina A para tratar y prevenir el virus.
El doctor Peter Marks, exjefe de vacunas de la Administración de Alimentos y Medicamentos, sostuvo que la responsabilidad de la muerte recae en Kennedy y su personal. Marks fue obligado a salir de su puesto después de desacuerdos con Kennedy sobre la seguridad de las vacunas.
“Este es el epítome de una muerte absolutamente innecesaria”, dijo Marks en una entrevista. “Estos niños deberían vacunarse, así es como se evita que las personas mueran de sarampión”.
Marks también comentó que recientemente advirtió a los senadores que ocurrirían más muertes si la administración no organizaba una respuesta más agresiva al brote. Kennedy ha sido llamado a testificar ante el comité de salud del Senado el jueves próximo.
Expertos y funcionarios de salud locales esperan que el brote continúe durante varios meses más, si no un año. En el oeste de Texas, la gran mayoría de los casos son en personas no vacunadas y niños menores de 17 años.
Con varios estados enfrentando brotes de la enfermedad prevenible por vacunación, y con tasas de vacunación infantil en declive a nivel nacional, algunos temen que el sarampión pueda costarle a Estados Unidos su estatus de haber eliminado la enfermedad.
El sarampión es un virus respiratorio que puede sobrevivir en el aire hasta dos horas. Hasta nueve de cada 10 personas susceptibles contraerán el virus si están expuestas, según el CDC. Se recomienda la primera dosis para niños de 12 a 15 meses, y la segunda para edades de cuatro a seis años.
Agencia AP