¿La luna llena afecta nuestra salud física y mental? Esto dice la ciencia
Durante siglos, la luna llena ha estado envuelta en una mezcla de misterio, superstición y ciencia. Desde relatos antiguos hasta creencias populares modernas, muchas personas aseguran que este fenómeno lunar tiene efectos sobre el comportamiento humano, las emociones e incluso la salud física. Pero ¿qué tan cierto es esto desde una perspectiva científica? De acuerdo […]

Durante siglos, la luna llena ha estado envuelta en una mezcla de misterio, superstición y ciencia. Desde relatos antiguos hasta creencias populares modernas, muchas personas aseguran que este fenómeno lunar tiene efectos sobre el comportamiento humano, las emociones e incluso la salud física. Pero ¿qué tan cierto es esto desde una perspectiva científica?
De acuerdo con algunas investigaciones, una sorprendente mayoría de profesionales de la salud mental —hasta un 81%— cree que la luna llena podría tener algún tipo de influencia sobre la salud de las personas. Sin embargo, los estudios científicos realizados hasta ahora ofrecen una visión más matizada sobre este fenómeno.
El origen de esta creencia sobre la luna llena
La idea de que la luna llena provoca cambios emocionales o mentales no es nueva. El término “lunático” proviene del latín lunaticus, que implica una conexión directa entre la locura y los ciclos lunares. Este vínculo fue reforzado durante siglos por filósofos y médicos, quienes creían que la luna tenía un impacto directo sobre la mente humana.
Te puede interesar > Satélites secretos rusos: el oscuro enigma que dejaron en el cielo
Durante los años 70, el psiquiatra Arnold Lieber propuso una teoría que conectaba la luna con “mareas biológicas” dentro del cuerpo humano, afirmando que esto podía incrementar la violencia y el comportamiento impulsivo. Aunque muchas de estas hipótesis han sido refutadas, la idea persiste en la cultura popular.
¿Afecta la luna llena nuestro sueño?
Uno de los efectos más estudiados del ciclo lunar es su posible influencia en el sueño. Algunas investigaciones sugieren que las noches previas a la luna llena, las personas tardan más en dormirse y duermen menos tiempo en total.
También se ha observado un aumento en la latencia del sueño REM, la fase donde ocurren los sueños más vívidos y el descanso profundo. En otras palabras, algunas personas podrían tardar más en alcanzar esta fase durante la luna llena.
Un estudio encontró que este efecto puede ser diferente según el sexo: mientras que muchas mujeres presentan menos sueño profundo y REM durante esta fase lunar, algunos hombres muestran un incremento en su sueño REM.
Aunque estos hallazgos son interesantes, no todos los estudios coinciden. Investigaciones con muestras más amplias, como una que analizó los patrones de sueño de más de 2 mil personas, no hallaron relación entre la fase lunar y la calidad del descanso.
La luna llena y la salud mental
La relación entre la luna llena y los trastornos mentales como la ansiedad, la depresión o el trastorno bipolar ha sido ampliamente debatida. Sin embargo, la mayoría de los estudios científicos no respaldan la idea de que las fases lunares tengan un impacto directo en la salud mental de la población general.
Una revisión de más de 18 mil registros médicos no encontró evidencia de que las fases de la luna afecten los ingresos o egresos en hospitales psiquiátricos. Lo mismo ocurre con los casos de urgencias: la cantidad de personas que acuden a salas de emergencia por razones psiquiátricas es prácticamente la misma en todas las fases lunares.
Te puede interesar > Basura espacial sin control: ¿nuestro nuevo basurero?
Sin embargo, algunos investigadores aún exploran posibles relaciones entre los ritmos circadianos —nuestro reloj biológico interno— y la luz lunar. Dado que la luna llena emite una cantidad mínima de luz en comparación con fuentes artificiales como lámparas o pantallas, su efecto sobre el reloj biológico humano sería limitado.
¿Qué hay del corazón y la presión arterial?
Una línea de investigación interesante se centra en cómo los ciclos lunares podrían influir en el sistema cardiovascular. Un estudio en estudiantes universitarios encontró que la presión arterial y el ritmo cardíaco eran más bajos durante las fases de luna llena y luna nueva, lo que podría indicar una mayor eficiencia física en esos momentos.
No obstante, este hallazgo no ha sido replicado de manera consistente. Otros estudios, como uno realizado en atletas, no hallaron diferencias significativas en el rendimiento físico ni en la salud cardiovascular a lo largo del ciclo lunar.
La luna y el ciclo menstrual
Aunque el ciclo menstrual humano tiene una duración similar al ciclo lunar, investigaciones recientes han demostrado que no existe una sincronización natural entre ambos. De hecho, los periodos menstruales no se ven influenciados por las fases lunares, y tampoco hay evidencia de que las mujeres den a luz con mayor frecuencia durante la luna llena.
Entonces, ¿mito o realidad?
A pesar del profundo arraigo cultural de la luna llena como símbolo de transformación y caos, la evidencia científica indica que sus efectos sobre la salud humana son, en su mayoría, mínimos o inexistentes. Algunas alteraciones leves en el sueño y pequeñas variaciones fisiológicas podrían estar presentes, pero no hay pruebas sólidas de que la luna llena cause enfermedades mentales, violencia o cambios drásticos de conducta.
La fascinación por la luna sigue siendo válida, tanto desde el punto de vista cultural como científico. Pero cuando se trata de salud y comportamiento humano, es mejor mirar los datos antes que dejarnos llevar por la mística lunar.