Sábado de Patios: cuando Córdoba es más que un hervidero
En un extremo de San Basilio , desde la Puerta de Sevilla, llegaban docenas y docenas de personas procedentes de autobuses con visitas guiadas. Al otro lado del barrio, la gente se acercaba a guardar cola en los servicios públicos de Campo Santo de los Mártires, imagen que contrastaba con la delicadeza del cercano monumento a los enamorados, dedicado al amor entre el poeta Ibn Zaydun y la poeta y princesa Wallada. Seguir recorriendo las calles de Córdoba por la Judería, San Agustín, Santa Marina e incluso más allá de San Lorenzo, no dejaba lugar a dudas: es sábado de Patios , la jornada de todo el año en la que más personas se pueden ver en el Casco Histórico entendido en toda su amplitud. La palabra 'hervidero' se queda corta en estas ocasiones. Antes de que se conozcan las cifras reales de visitantes, resulta conveniente recurrir a ojos expertos, como los de Emilio Mesa, uno de los responsables del mantenimiento del patio nº 44 de San Basilio, sede de la Asociación Amigos de los Patios. «Este año la bulla ha estado más flojita. Creemos que por la coincidencia de la Feria de Sevilla », ha indicado, para añadir a continuación: «aunque hoy... ya lo estás viendo». Y lo que había que ver eran calles completamente atestadas de g ente, donde en ocasiones era difícil caminar. Muchas personas se asomaban y decidían directamente seguir su paseo hacia los patios de otros barrios. Este primer sábado en San Basilio estaba compensando a la mencionada bulla flojita, sabiendo que la aparente contradicción solamente quiere decir que durante los días anteriores las aglomeraciones fueron más llevaderas . Porque la bulla es siempre la bulla. «Es la primera vez que venimos a los patios en flor», cuenta la pareja formada por Alejandro y Noelia, procedentes de Algeciras. «Vinimos en septiembre de 2023, y pudimos ver algunos recintos entonces, pero no estaban como ahora». Ambos han venido ex profeso para la cita, pues sólo estarán el fin de semana . En mitad de la calle San Basilio, y por si fuera poco con los Patios, la Hermandad del Tránsito exhibe en la Iglesia de la Paz precisamente a la Virgen del Tránsito o Nuestra Señora de la Asunción: «Se trata de la ofrenda floral que realizamos siempre el primer fin de semana de Patios; los hermanos traen flores y se puede ver la imagen mucho más cerca, ya que siempre está en su urna, que es la urna de salida, puesto que salimos el 15 de agosto», cuentan a ABC Córdoba María José Rojas y Josefa Puerto, que custodian a la Virgen mientras venden algunos artículos religiosos de la hermandad. Llama verdaderamente la atención la zona donde confluyen San Basilio antes de pasar por la Torre de Belén, Martín de Roa y, algo más allá, Caballerizas Reales, sin duda la zona de mayor revuelo de todo San Basilio con las salidas y entradas hacia la Judería. «Conocíamos ya los patios de una Navidad hace unos años, y había ya bastante ambiente , pero nada que ver con esto», señala un grupo de cuatro amigos mayores -Celia, Juan, Javier y María-, que vienen desde la cercana Málaga. «La verdad es que ver así las calles y los patios impresiona, pero para bien». Estarán en Córdoba todo el fin de semana. Por su parte, Pepa y su hermana Adela, procedentes de Madrid, conocían Córdoba de varias estancias anteriores a lo largo de los años, pero les faltaba el mayo cordobés , por lo que estuvieron dudando acerca de si venir ahora o más tarde, durante la Feria , llevándose los Patios esa figurada disputa entre fiestas. «Los patios son preciosos y el ambiente increíble, lo único malo es que hemos conseguido entrar solamente en dos en más de una hora, habrá que tener paciencia». Y es que esa paciencia no puede faltar a tenor del gentío que acumula San Basilio , donde no para de entrar gente en el día grande de estos recintos. Turistas venidos de todos los puntos del mundo intentan acceder a unos rincones que apenas dan abasto y ponen a prueba a los controladores, que hoy van a sudar la gota gorda a pesar de la primaveral y suave temperatura. Igualmente atestada de gente, la Judería cuenta con diez patios a concurso, pero distribuidos de una forma más amplia que la concentración existente en San Basilio, lo que permite un ligero respiro en comparación. Por si era poco con la barahúnda en las calles estrechas, en Tomás Conde llegaban a coincidir, pitando por un lado para pasar, un camioncito de Sadeco y por el otro, un taxi en dirección contraria, lo que suscitaba risas entre los paseantes: faltaba una carroza de caballos. En la calle Judíos coincidían los grupos de turistas en sus visitas guiadas, colas en la Sinagoga o la Casa Andalusí, y la propia en el patio del nº 6. El concepto diversidad de colas adquiría sin duda carta de naturaleza. «Lo que más nos ha sorprendido es lo bien conservados que están los patios aquí, y la amabilidad de la gente que vive en ellos; algunos vecinos nos han contado lo que hacen para cuidarlos y nos ha parecido super interesante», explicaban los zaragozanos Teresa y Ramón, que aprovech
En un extremo de San Basilio , desde la Puerta de Sevilla, llegaban docenas y docenas de personas procedentes de autobuses con visitas guiadas. Al otro lado del barrio, la gente se acercaba a guardar cola en los servicios públicos de Campo Santo de los Mártires, imagen que contrastaba con la delicadeza del cercano monumento a los enamorados, dedicado al amor entre el poeta Ibn Zaydun y la poeta y princesa Wallada. Seguir recorriendo las calles de Córdoba por la Judería, San Agustín, Santa Marina e incluso más allá de San Lorenzo, no dejaba lugar a dudas: es sábado de Patios , la jornada de todo el año en la que más personas se pueden ver en el Casco Histórico entendido en toda su amplitud. La palabra 'hervidero' se queda corta en estas ocasiones. Antes de que se conozcan las cifras reales de visitantes, resulta conveniente recurrir a ojos expertos, como los de Emilio Mesa, uno de los responsables del mantenimiento del patio nº 44 de San Basilio, sede de la Asociación Amigos de los Patios. «Este año la bulla ha estado más flojita. Creemos que por la coincidencia de la Feria de Sevilla », ha indicado, para añadir a continuación: «aunque hoy... ya lo estás viendo». Y lo que había que ver eran calles completamente atestadas de g ente, donde en ocasiones era difícil caminar. Muchas personas se asomaban y decidían directamente seguir su paseo hacia los patios de otros barrios. Este primer sábado en San Basilio estaba compensando a la mencionada bulla flojita, sabiendo que la aparente contradicción solamente quiere decir que durante los días anteriores las aglomeraciones fueron más llevaderas . Porque la bulla es siempre la bulla. «Es la primera vez que venimos a los patios en flor», cuenta la pareja formada por Alejandro y Noelia, procedentes de Algeciras. «Vinimos en septiembre de 2023, y pudimos ver algunos recintos entonces, pero no estaban como ahora». Ambos han venido ex profeso para la cita, pues sólo estarán el fin de semana . En mitad de la calle San Basilio, y por si fuera poco con los Patios, la Hermandad del Tránsito exhibe en la Iglesia de la Paz precisamente a la Virgen del Tránsito o Nuestra Señora de la Asunción: «Se trata de la ofrenda floral que realizamos siempre el primer fin de semana de Patios; los hermanos traen flores y se puede ver la imagen mucho más cerca, ya que siempre está en su urna, que es la urna de salida, puesto que salimos el 15 de agosto», cuentan a ABC Córdoba María José Rojas y Josefa Puerto, que custodian a la Virgen mientras venden algunos artículos religiosos de la hermandad. Llama verdaderamente la atención la zona donde confluyen San Basilio antes de pasar por la Torre de Belén, Martín de Roa y, algo más allá, Caballerizas Reales, sin duda la zona de mayor revuelo de todo San Basilio con las salidas y entradas hacia la Judería. «Conocíamos ya los patios de una Navidad hace unos años, y había ya bastante ambiente , pero nada que ver con esto», señala un grupo de cuatro amigos mayores -Celia, Juan, Javier y María-, que vienen desde la cercana Málaga. «La verdad es que ver así las calles y los patios impresiona, pero para bien». Estarán en Córdoba todo el fin de semana. Por su parte, Pepa y su hermana Adela, procedentes de Madrid, conocían Córdoba de varias estancias anteriores a lo largo de los años, pero les faltaba el mayo cordobés , por lo que estuvieron dudando acerca de si venir ahora o más tarde, durante la Feria , llevándose los Patios esa figurada disputa entre fiestas. «Los patios son preciosos y el ambiente increíble, lo único malo es que hemos conseguido entrar solamente en dos en más de una hora, habrá que tener paciencia». Y es que esa paciencia no puede faltar a tenor del gentío que acumula San Basilio , donde no para de entrar gente en el día grande de estos recintos. Turistas venidos de todos los puntos del mundo intentan acceder a unos rincones que apenas dan abasto y ponen a prueba a los controladores, que hoy van a sudar la gota gorda a pesar de la primaveral y suave temperatura. Igualmente atestada de gente, la Judería cuenta con diez patios a concurso, pero distribuidos de una forma más amplia que la concentración existente en San Basilio, lo que permite un ligero respiro en comparación. Por si era poco con la barahúnda en las calles estrechas, en Tomás Conde llegaban a coincidir, pitando por un lado para pasar, un camioncito de Sadeco y por el otro, un taxi en dirección contraria, lo que suscitaba risas entre los paseantes: faltaba una carroza de caballos. En la calle Judíos coincidían los grupos de turistas en sus visitas guiadas, colas en la Sinagoga o la Casa Andalusí, y la propia en el patio del nº 6. El concepto diversidad de colas adquiría sin duda carta de naturaleza. «Lo que más nos ha sorprendido es lo bien conservados que están los patios aquí, y la amabilidad de la gente que vive en ellos; algunos vecinos nos han contado lo que hacen para cuidarlos y nos ha parecido super interesante», explicaban los zaragozanos Teresa y Ramón, que aprovechan unas minivacaciones para conocer Córdoba y Granada . Las maletas arrastradas por los visitantes que llegan y se van, despedidas de soltero con mujeres disfrazadas y novios vestidos de novia, invitados a bodas, familiares con niños que van a hacer la comunión... Entre la Judería y la zona del Palacio de Viana, continuaba el alboroto de una ciudad a punto de estallar. Este palacio presenta patios fuera de concurso y tiene durante estos días sus jornadas más fructíferas en cuanto a visitantes junto a las del Festival Flora. «Hemos entrado de caminio a otros patios, y nos hemos quedado asombrados», reconocían los vallisoletanos Enrique y Dolores, quienes consultaban un mapa en la plaza de Don Gome, tras salir del monumento. Preguntan por dónde seguir y les recomendamos que por el patio por antonomasia, el de la calle Marroquíes , con diez primeros premios, advirtiendo sobre la cola que se pueden encontrar y que los cordobeses conocemos de sobra. Dicho y hecho. Al llegar al número 6 de la mencionada calle, la cola ya daba la vuelta por Mayor de Santa Marina, superando la altura de Carlos Arruza y amenazando con llegar cerca de la calle Cepas. «Nos habían dicho que eran bonitos, pero esto supera cualquier expectativa ; lo de la calle Marroquíes es una locura de flores, aromas y detalles, nos ha gustado tanto que vamos a intentar volver mañana temprano, a ver si hay menos gente y podemos verlos con más calma», señalan dos jóvenes de Alicante, Marta y Sergio, que extienden su visita hasta el martes. Un día como hoy no existen patios tranquilos, e incluso la otra parte de la muralla con respecto a San Basilio, en el Marrubial, forma ya núcleos de masificación, por ejemplo con los dos patios de San Juan de Palomares y el cercanísimo de la calle Frailes, conocido como Patio del Vesubio. «Nos alojamos en un piso turístico justo en frente de la muralla, y vimos que había patios muy cerquita. Nuestra intención es ver los de esta zona y por la tarde alguno de la Judería y San Basilio», explican Antonio y Luisa, que vienen de Madrid con sus dos hijos pequeños. «Los que hemos visto para empezar nos han parecido preciosos».
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