Rodrigo Díaz Valdez: “Pueden llegar inversiones con cepo, pero podrían llegar muchas más sin”

El economista del banco de origen brasileño BTG Pactual dijo que para que lleguen fondos internacionales al país, será importante que la Argentina acuerde con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que las elecciones sean favorables para los partidos pro-mercado y que se liberen los controles cambiarios

Feb 16, 2025 - 07:01
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Rodrigo Díaz Valdez: “Pueden llegar inversiones con cepo, pero podrían llegar muchas más sin”

El economista Rodrigo Díaz Valdez vive en Nueva York hace más de tres años, donde trabaja en el banco de origen brasileño BTG Pactual. “El año pasado visitamos prácticamente todos los meses la Argentina con clientes por el interés que despertó el país. Organizamos webinars con compañías argentinas, donde en promedio se sumaban más de 40 inversores por reunión. Hay una sensación de interés que antes no sucedía”, dice en una entrevista con LA NACION.

Sin embargo, señala que las mayores inversiones en el país en el último año fueron lideradas por jugadores locales. Para que lleguen fondos internacionales, dice, será importante que la Argentina acuerde con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que las elecciones sean favorables para los partidos pro-mercado y que se liberen los controles cambiarios.

–¿Qué cambió en la Argentina para que de nuevo haya más interés de los inversores?

–Nosotros siempre estuvimos interesados en la Argentina, desde 2014, cuando comenzamos las operaciones en el país. Lo que vemos en este momento, diferente a lo que sucedió en las situaciones anteriores, es que se están llevando a cabo las políticas necesarias para generar un interés por parte de los inversores internacionales. Entendemos que la vez pasada [durante el gobierno de Mauricio Macri] hubo muchísimo interés en un principio y en este momento tal vez el interés es un poco más precavido. Es decir, a diferencia de 2016, cuando se abrió el mercado de capitales, los inversores no se zambulleron de una en la Argentina y están esperando un poco entender cómo siguen las medidas que lleva a cabo el Gobierno. Por ejemplo, lo que es la actividad de fusiones y adquisiciones (M&A) en la Argentina viene liderada por los jugadores locales y no por los internacionales. La vez pasada, por ejemplo, vimos que hubo una apertura de mercado de capital casi inmediata y hubo compañías que pudieron salir a fondear equity [capital, salieron a cotizar en la Bolsa de Nueva York] en los mercados internacionales. En este caso, es algo que todavía estamos esperando, porque estamos viendo muchísimo interés, pero aún no se materializó.

–¿Por qué cree que se da esta precaución de los inversores?

–Hay varios puntos. Existe una situación en donde muchos inversores tuvieron una experiencia complicada con la Argentina, entonces esta vez siguen muy interesados en el país, pero están a la espera de que las políticas esperadas realmente sucedan y que haya finalmente un cambio. Por otro lado, el tema del control de capitales es importante. Todavía este año no sucedió. También estamos empezando a ver que un trigger [disparador] importante sería eventualmente un acuerdo con el FMI. Por último, están las elecciones de medio término que podrían acelerar las inversiones según el resultado.

–¿En qué sentido?

–Hay un grupo selectivo de compañías que ya cotizan públicamente y que tienen muy buena liquidez. Esas compañías, si quisieran salir a los mercados internacionales a levantar más capital, estarían muy bien posicionados para hacerlo. Hay otras compañías que están en una situación de muchísimo interés, pero hay que esperar un poco más.

–¿Esta situación es transversal a cualquier sector?

–Hay dos sectores que justamente son los que mayor atención están atrayendo de los inversores y son bastante claros. Uno es el sector financiero y el otro es el energético. El sector energético, especialmente, por el lado del gas y el petróleo en Vaca Muerta y el surgimiento de nuevas empresas independientes.En el sector financiero, hay mucho interés en los bancos que en su mayoría ya cotizan públicamente. Ahí se ve mucha posibilidad de crecimiento, porque el mercado de créditos en la Argentina es del 10%, cuando en México es 25%, en Paraguay, 52%, Brasil, 70%, y Chile, 80%. En estos dos sectores hay tanto interés que podría suceder algo antes de las elecciones. En los sectores más regulados es una situación un poquito más bisagra y también para aquellas compañías que aún no cotizan públicamente. Los inversores prefieren tener en claro qué es lo que va a suceder con las elecciones antes de volcar capital en la Argentina.

–Es decir, ¿que la popularidad que muestran las encuestas sobre el Gobierno se concrete en la elección?

–Ese podría ser el caso. Hemos visto situaciones no solamente en la Argentina, pero también en el resto de la región, en donde el resultado de las elecciones no fue como se esperaba y hubo que hacer un impasse en el lanzamiento de una transacción.

–¿Por qué es tan importante un acuerdo con el FMI?

–El acuerdo con el FMI es importante para darle seguridad a las reservas del Banco Central y para darle mayor visibilidad al levantamiento eventual del control de capitales en la Argentina. Es una razón que nos lleva a poder tomar con mayor seguridad el siguiente paso, que es eventualmente ver cuándo se levantan los controles de capital.

–¿Pueden llegar inversiones si no se quita el cepo?

–Pueden llegar inversiones, pero podrían llegar muchísimas más inversiones si el cepo se levantara. De hecho, ya hemos visto algo de actividad. Si uno mira los mercados de deuda, las compañías argentinas han tenido la capacidad de financiarse en 2024 por aproximadamente US$8000 millones en conjunto y eso fue con cepo. Al fin y al cabo, los indicadores que está dando el Gobierno mirando para el futuro son prometedores, entonces a pesar de que hay un control de capitales, hay inversores que estuvieron dispuestos a poner plata en Argentina. De todos modos, y haciendo una salvaguarda, los inversores de deuda tienen una mentalidad distinta que los inversores de capital. Lo que primero sucede en general son las emisiones de deuda, y una vez que se abre ese mercado, arranca el mercado de equity, primero para las compañías que ya cotizan públicamente y salen a buscar mayor capital al mercado y luego, el último paso es cuando hay muchísimo interés en la Argentina y empiezan las transacciones de salida a la Bolsa (IPO).

–La Argentina está catalogada como un mercado stand alone en el índice que hace MSCI. ¿Hay expectativa de mejorar la categoría y pasar a ser de frontera o emergente este año?

–Definitivamente, si la Argentina pasa a ser parte del MSCI, va a generar un mayor flujo de inversiones. El MSCI hace la revisión en junio de cada año. Para que suceda este año, habrá que ver qué pasa con los controles de capital, porque si no se levantan, el análisis se llevaría a cabo en 2026. Si los controles están levantados para junio, probablemente el equipo del MSCI haga la revisión y la Argentina sea incluida. Hay muchos inversores que aún no se están volcando en la Argentina, se ven ciertos inversores especialistas, pero no tanto como los que nosotros esperamos que eventualmente lleguen. Definitivamente tener a la Argentina incluida dentro del MSCI es un factor relevante, porque genera mayor liquidez y eso permite que los fondos gigantescos empiecen a analizar la oportunidad. Ellos necesitan como mínimo una liquidez de al menos US$5 millones diarios de transacciones como para poder ingresar, idealmente US$10 millones diarios. Ser incluido dentro de los índices genera mayor liquidez y al lograr esto, los fondos grandes internacionales pueden armar una mejor posición porque saben que eventualmente tienen la capacidad de salir. Se retroalimenta de manera positiva.

–Como banco de origen brasileño, ¿ven interés de las empresas de Brasil por ingresar al mercado argentino, como sucedió en los 90?

–Tenemos un encargado del sector de energía que suele decir que, si un marciano mirara la tierra desde la luna, diría que naturalmente el destino número uno para las exportaciones de gas de la Argentina sería Brasil. Por el lado del sector energético, vemos interés y sabemos que hay algunos proyectos que se están analizando y son oportunidades que están por concretarse.

–Con relación al cepo, ¿cree que hubieran llegado más inversiones si se quitaban antes los controles?

–Con la precaución de los inversores, si se hubiesen levantado los controles de capital desde un principio, creo que probablemente estaríamos igual en una situación de wait and see, parecida o similar a la que estamos viendo hoy en día. Porque al fin y al cabo, los inversores buscan liquidez y baja volatilidad. Estamos todavía en un contexto en el cual hay muchas cosas por definir.

–¿Cuáles son los puntos que más valoran los inversores del primer año de gestión de Javier Milei?

–La reducción de cinco puntos del producto del déficit, definitivamente, es bien percibida porque el programa está muy enfocado en el superávit fiscal. Eso, además, permite que el Estado no esté necesitando tanto de los bancos para financiarse. Esto se refleja en el rendimiento de las acciones del sector bancario, en donde justamente se está viendo con muy buenos ojos que no se haga tanta política monetaria por medio de las instituciones financieras. Los inversores también valoran que el Gobierno haya sido capaz de reducir la inflación, una tarea difícil por la inercia que tenía.

–¿Cuáles son las medidas que faltan?

–Lograr el acuerdo con el FMI para después quitar los controles y ver si el apoyo popular que mantienen se concreta en las elecciones.

–¿Qué contexto internacional prevén para este año? Pareciera que habrá más volatilidad con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

–Llevándolo un poco más a los mercados emergentes, si uno hace una rodada por el mundo, pasa por Asia, con China desacelerándose, pasa por Medio Oriente, en donde las guerras parecieran que están llegando a un fin, pero aún el panorama no es tan claro, vemos que los inversores empiezan a virar su atención a América Latina. En la región tenemos un Brasil en una situación bastante más complicada, siendo el único país en la región que está subiendo tasas como consecuencia de una aceleración en la inflación que hubo al final del año pasado. Por otro lado, México, que es el otro gigante de América Latina, también está atravesando momentos un poco más desafiantes, al igual que Colombia. Naturalmente la Argentina empieza a surgir como el destino interesante para estas inversiones. El país tiene una agenda bastante alineada con la de Estados Unidos, lo cual también facilita que inversores norteamericanos empiecen a mirarla.