Rituales y conjuros para restituir la voz arrebatada
Sara Torres se ha sumergido en esa teúrgia a partir de la cual la palabra, en tanto fuerza creadora y mágica, construye una nueva realidad, dando corporalidad a lo evocado, subrayando la capacidad del lenguaje para transformar o influir en el devenir a través de una dimensión ritual, cuya fuerza reside en una urdimbre de... Leer más La entrada Rituales y conjuros para restituir la voz arrebatada aparece primero en Zenda.

En una lengua ininteligible profetiza Casandra, castigada por Apolo a no ser creida, cuando en estado de éxtasis divino su habla se transforma en una amalgama de sonidos y palabras, que enraiza con un estado arcaico, casi primitivo, donde el lenguaje adquiere un valor mágico y ritual. De este modo, la palabra trasciende sus límites comunicativos para vincular con la divinidad y, mediante ella, alterar los hados. Conjuros y cantos de Sara Torres nos convoca a ser parte de un ritual con que desviar el destino patriarcal y masculino, con que establecer una nueva comunidad de mujeres. Este poemario consolidó en 2016 (Kriller71 ediciones) la escritura poética de Sara Torres, y es ahora, tras una revisión fruto de las performances, cuando ve la luz esta definitiva edición en La Bella Varsovia (2025).
Mera meraro llave de mermería
Tuk tuk bako mera merare
Mi hermana porta el olor de la fruta
Que esta noche nos sea prolija
Andará amma
Abre abre caminito de plata
Paso paso a la boca
Andará Amma
Embebe de una tradición lingüística recóndita y enigmática de mecanismos poéticos iterativos fónicos (onomatopeyas, paranomasias, ecos..) y morfosintácticos (anáforas, epíforas, reduplicaciones, anadiplosis, hipérbaton…) que evidencian el profundo compromiso de indagación lingüística, con el fin de subvertir la usurpación masculina del mismo y evidenciar ese otro uso, privado y oculto, mágico y poderoso, que las mujeres se han transmitido como hechizo y canto:
Cúbreme los ojos con las manos
(se repite seis veces en el canto)
Vengo a morir a ti
Como el río al mar
Por medio de estos ensalmos, que confieren a su poesía un carácter ceremonial, Sara Torres conjura un territorio propio para las mujeres, posiblemente aquellas habitantes de La otra genealogía (Torremozas, 2014), y éstas danzan cual ménades como parte de un sacrificio ritual:
He roto el jarrón mientras bailaba No lo lamento He roto el jarrón […] algunos pedacitos afilados como púas me entraron en la pierna Los incorporé Fue el flujo de la sangre su apremio hacia dentro He roto el jarrón mientras bailaba Una vuelta otra vuelta como el derviche
Y al danzar, y al cantar invocan al deseo en sus cuerpos, la palabra abre la vía al encuentro con el propio cuerpo femenino que, a su vez, permite el vínculo con otro cuerpo femenino, porque este poemario, valiéndose de la palabra, engendra y siembra ese espacio imprescindible para el deseo lesbiano, siempre limítrofe y secreto para el androcentrismo: “ESCUCHA EL CONSEJO que dio la chamana: / Lo que haces a oscuras / no lo niegues cuando hay luz”. Entonces la chamana, la derviche, la sacerdotisa, la bruja apelan a la hermana, de ella ha de nacer una nueva estirpe: “Una mujer como tú y una mujer como yo / Damos nacimiento a todas esas niñas”. El muy conocido y revelador poema “Ellos me dijeron” se alza como paradigma del conflicto dentro de la tribu sobre las imposiciones de las normas heteropatriarcales, negando el amor entre mujeres, la educación de las niñas, la libertad desde la que la mujer debe erigirse. No es tolerable lo que ellos no aprueban: “puedes amar a nuestras mujeres pero sólo durante el verano y no has de insistir amando a la misma durante demasiado tiempo”. Y aún así, en este poemario rezuma una carnosa y pulposa poesía, textura de cuerpo amado, de deseo sin restricciones, de amor.
Un mantra resuena a lo largo de los poemas, es el momento. La voz arrebatada, como si de una nueva sirenita se tratase, debe ser restituida y, con ella, la identidad:
La Guardiana le dijo a la criatura si te vas de mí te quedarás sin voz mira que esto no es una amenaza sino un simple hecho
Porque el hechizo, escrito o verbal, transforma al impregnar, en la creencia de que “El lenguaje es un acto con consecuencias”, al tiempo que gestos y ofrendas construyen una simbología vernácula de evocaciones arcanas como las defixio o los papiros mágicos, con referencias constantes a los animales y sus propiedades y significados taumatúrgicos reinterpretados:
Atada en un nudo
A mi garganta
Yo te doy muerte serpiente inmensa
Te mato y apareces
Vuelves
Como regresa
Todo lo interrumpido
Este poemario es un ritual en sí mismo donde la palabra se desvela como constructora de alteridades que desafían a la realidad escrita desde los cánones masculinos, enlazando con un valor primigenio del lenguaje, mágico y poderoso: “Para invocarte decimos tu nombre para invocarte juntamos las manos por las yemas tan delicadamente y decimos tu nombre”. Con un lenguaje intencionalmente performativo, donde hay manifiestas alusiones a Judit Butler, estos poemas se sustentan en una oralidad, ahondada por la parataxis y la ausencia de puntuación, para rastrear nuevas formas de enunciación desde el cuerpo femenino y nos revela esa necesidad de reconstrucción del lenguaje y su imaginario, todo ello convierte a este poemario en una audaz propuesta, absolutamente vigente.
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Autora: Sara Torres. Título: Conjuros y cantos. Editorial: La Bella Varsovia. Venta: Todos tus libros.
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