Pedro, el equilibrista
Pedro, el equilibrista. Apenas queda ya margen de sorpresa cuando de nuestro presidente del Gobierno se trata, acostumbrado a ocupar la pista central del escenario...

Pedro, el equilibrista. Apenas queda ya margen de sorpresa cuando de nuestro presidente del Gobierno se trata, acostumbrado a ocupar la pista central del escenario sosteniendo cinco platos sin que ninguno caiga o convencernos de que el caballo de Santiago es negro. Ahora, en plena guerra arancelaria desatada por el loco del pelo amarillo, Marco Polo Sánchez se ha propuesto explorar y explotar la vía de comercio asiática y abrir huella a sus colegas europeos. La idea, audaz hace unos días cuando el seísmo arancelario azotaba los mercados, ha tornado en inoportuna, pues la locura trumpiana se ha frenado en aras de la negociación y la UE se decanta ahora más por charlar con Donald que por seguir el camino de Sánchez.