"Nos volvimos un poco más cerebrales": La canción que marcó un cambio en la escritura de The Beatles
Antes de transformar el pop con sus obras más experimentales, como Rubber Soul o Revolver, los Beatles ya estaban explorando terrenos más introspectivos. Un claro ejemplo de esto es “There’s a Place”, una de las joyas ocultas de su primer álbum Please Please Me (1963) y un tema que, según Paul McCartney, marcó un giro [...] Ver más noticias en Indie Hoy.

Antes de transformar el pop con sus obras más experimentales, como Rubber Soul o Revolver, los Beatles ya estaban explorando terrenos más introspectivos. Un claro ejemplo de esto es “There’s a Place”, una de las joyas ocultas de su primer álbum Please Please Me (1963) y un tema que, según Paul McCartney, marcó un giro sutil pero significativo en su manera de escribir canciones. Aunque muchas composiciones tempranas de los Fab Four de Liverpool hablaban de romances adolescentes y citas inocentes, “There’s a Place” introdujo una nueva dimensión emocional a las letras del grupo. Lejos de describir un rincón físico para el amor, la pista propuso otro tipo de refugio: el interior de la mente.
“En nuestro caso, el lugar estaba en la mente, en lugar de estar al fondo de las escaleras para un beso y un abrazo”, explicó Macca en su libro Many Years From Now. “Esta era la diferencia con lo que estábamos escribiendo: nos volvíamos un poco más cerebrales”. “There’s a Place” también fue especial desde el punto de vista vocal. McCartney y John Lennon compartieron las voces en armonía, aunque no estaba claro quién llevaba la melodía principal. “Ambos cantamos. Yo tomé la armonía aguda, John la armonía grave o melodía. Esto fue genial porque no tuvimos que decidir dónde estaba la melodía hasta más tarde, cuando, aburridamente, tuvimos que escribirla para la partitura”, agregó.
Este detalle revela no solo la espontaneidad creativa de la dupla Lennon-McCartney, sino también la libertad artística con la que trabajaban a comienzos de sus carreras. De igual manera, el track dejaba a las claras una madurez compositiva que florecería rápidamente. Lennon habló del tema en su recordada entrevista con David Sheff y dijo que “‘There’s A Place’ fue mi intento de crear algo con un toque Motown, cosas de negro. Dice algo usual de Lennon: ‘En mi mente no hay dolor…’. Todo está en tu mente”, agregó la leyenda británica del cuarto arte.
La canción escrita por Paul McCartney que los miembros de The Beatles odiaron
En una oportunidad, y como parte del disco Abbey Road, McCartney compuso un track que sus compañeros llegaron a detestar, especialmente por la cantidad de tiempo que llevó grabarlo. El tema en cuestión fue “Maxwell’s Silver Hammer” y resultó ser tan exasperante que terminaron odiándolo por completo.
En una entrevista con Playboy en 1980, Lennon se refirió al duro proceso de grabación impuesto por McCartney: “Lo odié. Recuerdo que nos obligó a hacerlo cien millones de veces. Hizo todo lo posible para convertirlo en un single. Nunca lo fue y nunca podría haberlo sido. Pero Paul le puso licks de guitarra y tenía a alguien golpeando piezas de hierro. Gastamos más dinero en esa canción que en cualquier otra en todo el álbum”.
Por su parte, Starr dejó bien en claro que no disfrutó ni un segundo de aquel martirio. “La peor sesión fue la de ‘Maxwell’s Silver Hammer’. Fue la peor pista que tuvimos que grabar. Continuó durante varias malditas semanas” reveló. Harrison también se mostró disconforme con este track: “A veces Paul nos hacía hacer estas canciones realmente cursis. Quiero decir, dios mío, ‘Maxwell’s Silver Hammer’ era tan cursi“.
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