No cometas este error después de liquidar tu hipoteca: el consejo legal de un notario
La hipoteca no llega a su fin con la última cuota, existen otra serie de pasos a seguir para dar por finalizado el proceso de compra de una vivienda.

Terminar de pagar una hipoteca es, sin duda, uno de esos momentos en la vida que deberían celebrarse con champán. Se trata de años de esfuerzo y sacrificios que llegan a su fin. Sin embargo, a pesar de esa sensación de alivio que produce haber liquidado por completo el préstamo, hay un paso más que no debe pasarse por alto, es decir, el de cancelar la hipoteca en el Registro de la Propiedad.
Puede sonar sorprendente, pero aunque hayas abonado hasta el último euro del préstamo hipotecario, la hipoteca sigue existiendo de cara a los registros públicos. No como una deuda activa, sino como una carga que pesa sobre tu propiedad. Legalmente hablando, la vivienda seguirá constando como hipotecada hasta que tomes la iniciativa de eliminar ese asiento registral.
Así lo explica la notaria María Cristina Clemente, conocida en redes como @notariabuendia, el banco no tiene la obligación de cancelar registralmente tu hipoteca y tampoco tiene interés en hacerlo. La responsabilidad recae exclusivamente sobre el prestatario. Así que si deseas que tu vivienda figure como “libre de cargas”, deberás iniciar un trámite previamente mencionado.
Este es el proceso para cancelar la hipoteca
El motivo principal por el cual es importante cancelar la hipoteca es que no desaparece automáticamente del registro al pagarla. Aunque hayas saldado la deuda con el banco, esa información no se actualiza de forma automática en el Registro de la Propiedad.
Lo cierto es que esto puede traer problemas más adelante, en especial si en algún momento deseas vender la vivienda, solicitar una nueva hipoteca sobre ella o necesitas demostrar que el inmueble está libre de cargas por x o y razón. Una hipoteca pendiente en el registro puede hacer que una operación se retrase o incluso se frustre por completo.
El primer paso es solicitar al banco el certificado de deuda cero, que acredite que no queda ni un céntimo pendiente por pagar. Este trámite, según el Banco de España, debe ser gratuito. Sin embargo, algunos bancos dicen cobrar entre 100 y 200 euros, por lo que conviene estar atentos.
Hoy en día, el trámite se puede gestionar a través de la plataforma notarial SIGNO (Sistema Integrado de Gestión del Notariado), lo cual agiliza bastante el proceso. A través de este sistema, la entidad financiera debe subir la documentación necesaria, incluyendo el mencionado certificado.
Una vez se tiene toda la documentación, se acude a una notaría para firmar la escritura pública de cancelación de hipoteca. Puedes elegir la notaría que desees, ya sea de forma presencial o a través del Portal Notarial del Ciudadano, en el apartado de "Cartas de pago y cancelación de garantías".
¿Cuánto cuesta cancelar la hipoteca?
El trámite tiene un costo por los honorarios notariales y registrales y este suele rondar los 450 euros en total, aunque puede variar según el caso. No obstante, cabe resaltar que este procedimiento no conlleva impuestos, y además, no debería ser necesario pagar gestorías ni asumir costes por parte del banco, salvo excepciones.
Recuerda que, si bien el gasto puede parecer inoportuno justo después de haber terminado de pagar la hipoteca, es una inversión en seguridad jurídica. El propósito es evita problemas futuros, facilitar operaciones con la propiedad y dejar a paz y salvo, como debe estar.
Pagar la última cuota de tu hipoteca no significa que puedas olvidarte del tema por completo. Cancelar la hipoteca en el Registro de la Propiedad es el verdadero punto final de tu relación con el banco en lo que a ese préstamo se refiere.
Es importante asesorarse y evitar sustos innecesarios en el futuro. Porque si algo está claro, es que, después de este último paso, ya puedes abrir el champán para celebrar una vivienda pagada y libre de cargas.