Masivo y emocionado último adiós al Papa: líderes mundiales y cientos de miles de fieles le despiden en un funeral de paz
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Cientos de miles de personas se han despedido este sábado en Roma del papa Francisco en un multitudinario y solemne funeral, el primero de un pontífice reinante desde hace dos décadas. La plaza de San Pedro del Vaticano ha sido el epicentro de la despedida del pontífice, una ceremonia a la que han asistido 250.000 fieles y decenas de mandatarios internacionales.
La emotiva ceremonia, conducida por el cardenal Giovanni Battista Re, ha recordado el legado de los doce años de pontificado de Francisco, siempre en apoyo los más desfavorecidos, y ha lanzado un mensaje antibelicista ante la atenta mirada de destacados líderes mundiales como presidente de EE UU, Donald Trump, o el de Ucrania, Volodimir Zelenski.
En este sentido, el cardenal Re ha destacado que "frente al estallido de tantas guerras en estos años, con horrores inhumanos e innumerables muertos y destrucciones", el papa Francisco "no ha cesado de alzar su voz implorando la paz e invitando a la sensatez, a la negociación honesta para encontrar posibles soluciones".
El funeral ha dejado también varias imágenes para la historia, como la del breve encuentro que han mantenido Trump y Zelenski en la basílica de San Pedro del Vaticano poco antes de la ceremonia. La foto de ambos dirigentes sentados en una par de sillas colocadas de forma improvisada entre los mármoles y las columnas vaticanas ha dado la vuelta al mundo, pues el encuentro llega en medio de intensos contactos de Washington con Kiev y Moscú para buscar una salida negociada a la guerra en Ucrania.
Otra de las imágenes curiosas ha tenido lugar durante el funeral, cuando llegó el momento del rito católico de darse la paz. Donald Trump, sentado muy cerca de los reyes de España, Felipe VI y Letizia, ha estrechado la mano con ellos, un gesto que también realizaron al inicio de la ceremonia, tras ocupar sus asientos.
Tras el funeral, el cuerpo de Francisco ha viajado por última vez en papamóvil recorriendo las calles del centro de Roma hasta la basílica de Santa María La Mayor, donde ha sido enterrado. Antes de reposar allí definitivamente, el pueblo romano, fieles y turistas —unas 150.000 personas— se han echado a las calles de la capital italiana para despedir al Papa al paso de su cortejo fúnebre, que en su viaje hasta su tumba ha bordeado el Coliseo o la histórica iglesia de los jesuitas y también ha pasado por los antiguos vestigios de los Foros Imperiales.
A su llegada a la basílica romana de Santa María La Mayor, un grupo de personas pobres e inmigrantes acogió el féretro, en una última señal de respeto para un pontífice que tanta atención prestó a los últimos y descartados por la sociedad.
El ataúd fue cargado en hombros por los sediarios pontificios e introducido en el templo con una procesión guiada por un crucifijo y seguida por monjes, obispos, cardenales u otros miembros del clero entre cánticos y coros solemnes.
Antes de reposar, el féretro fue llevado a la Capilla Paolina para dejarlo brevemente ante la mirada de la Virgen 'Salus Populi Romani', de la que Francisco era muy devoto. Después, fue llevado al sepulcro que el pontífice encargó en vida, para proceder a su sepultura, realizada ante el cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrell, y los familiares del Papa. A partir de este domingo, aquellos que quieran visitar su sencilla tumba se encontrarán con una única inscripción: FRANCISCUS, su nombre papal, y una reproducción ampliada de su cruz pectoral en plata.
Una vez enterrado el papa Francisco, la mirada ya está puesta en el cónclave, cuya fecha no se ha fijado oficialmente todavía. No obstante, la legislación vaticana establece que debe comenzarse en el plazo máximo de 20 días tras la defunción del Papa —en este caso, fue el pasado 21 de abril—, por eso se espera que los cardenales se encierren en la Capilla Sixtina entre el día 5 de mayo, cuando termina el luto, y el día 10, cuando se cumple el plazo de los 20 días sin pontífice.