Los tres consejos clave que todos para descansar mejor que todos hacen mal, según una experta
La especialista Rachael Barr, autora de uno de los libros cabecera sobre el tema, remarcó que seguir hábitos de higiene antes de dormir es fundamental para tener un descanso reparador

Dormir al menos ocho horas al día es fundamental para mantener la salud física y mental, pero cada vez más este hábito se ve perjudicado por la gran cantidad de distracciones mentales que aparecen por las noches. Entre las más comunes se encuentran el exceso de trabajo, el estrés y el uso de pantallas digitales que generan una continua estimulación del cerebro. Por lo que el desafío no se encuentra solamente en aumentar las horas de sueño, sino en mejorar la calidad del mismo para que sea reparador.
Rachael Barr, una neurocientífica y divulgadora científica estadounidense, creo el libro How to Make Your Brain Your Best Friend (Cómo hacer de tu cerebro tu mejor amigo), en el que en uno de sus apartados habla sobre la necesidad de mejorar los hábitos del sueño para cuidar el cerebro a largo plazo. Tres de los tips más importantes que brinda esta especialista para poder ayudar al órgano más importante de nuestro cuerpo se encuentran relacionados con la higiene previa al momento de dormir.
En primer lugar, la temperatura de la habitación debe mantenerse a lo largo de la noche entre los 16 y 19 grados. “El cerebro necesita pasar por ritmos y procesos químicos delicados y quiere esa temperatura fresca para hacerlo”, analizó Rachael Barr. Esto se deja en evidencia en las noches de mucho calor o mucho frío, cuando el cuerpo se encuentra incómodo y hace que nos despertemos gran cantidad de veces. Es por eso que se recomienda tener mantas cómodas y confortables para el invierno y buena ventilación para los días de calor extremo en el verano.
Como segundo punto importante, la cama debe ser utilizada únicamente para su función: dormir. Muchas veces las personas suelen encontrar este lugar cómodo para comer, ver series, utilizar el celular o pasar largo tiempo hablando con su pareja. Esto genera que el organismo no lo asocie con un lugar de relajación y se mantenga activo. “Se trata de fortalecer la conexión entre el cerebro y la cama como lugar de descanso”, remarcó Barr al respecto.
Por último, la rutina es lo que termia de beneficiar el descanso. Encontrar un equilibrio entre el momento en que comemos, nos bañamos y nos acostamos a dormir ayuda a que el cuerpo se vaya preparando lentamente para el descanso. “El cerebro funciona como un jubilado: necesita una rutina predecible para liberar melatonina por la noche y cortisol por la mañana”, aclaró la especialista. Esto también incluye a los fines de semana, en donde si bien puede haber algunas modificaciones en los horarios por salidas nocturnas o trasnochados eventuales, en los mismos debe contemplarse las horas de descanso del día siguiente. Así no solo se podrá renovar la energía para ese día sino para el resto de la semana que comienza.
¿Cuántas horas es recomendado dormir por día?
Según el sitio Mayo Clinic, la edad, el sexo y las condiciones de salud pueden variar la necesidad de descanso de cada individuo. Aunque las pautas generales se encuentran delimitadas de la siguiente forma:
- Bebés de 4 a 12 meses: entre 12 y 16 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas.
- Niños de 1 a 2 años: entre 11 y 14 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas.
- Niños de 3 a 5 años: entre 10 y 13 horas por cada 24 horas, incluidas las siestas.
- Niños de 6 a 12 años: entre 9 y 12 horas por cada 24 horas.
- Adolescentes: entre 8 y 10 horas por cada 24 horas.
- Adultos: 7 horas por noche o más.