Los gallegos se 'lanzan' al río Ulla contra la macrocelulosa de Altri: "Estamos en pie de guerra"
Galicia ha estallado en una rebelión masiva. El motivo tiene nombre propio: Altri, la multinacional portuguesa que planea instalar en la localidad lucense...

Miles de gallegos han puesto el grito en el cielo en los últimos meses y el motivo tiene nombre propio: Altri, una multinacional portuguesa que planea instalar en la localidad lucense de Palas de Rei una planta de celulosa. "Estamos en pie de guerra porque es una auténtica aberración lo que van a hacer aquí", asegura a 20minutos Zeltia Laya, portavoz de la plataforma Ulloa Viva, una de las organizaciones que ha convocado un descenso por el río Ulla este 4 de mayo para denunciar este proyecto, que "podría provocar graves consecuencias en la vida de los residentes", y la falta de transparencia por parte de la Xunta.
La fábrica, al igual que la mina de cobre de Touro, cuenta con el respaldo del Ejecutivo autonómico, que la califica como "proyecto industrial estratégico". Sin embargo, no tiene el apoyo del pueblo. "Nos van a dejar sin nada. Todo lo que produzcan se lo van a llevar fuera", reconoce Xaquín Rubio, de la Plataforma en Defensa de la Ría de Arousa (PDRA), a este medio. Esta organización —junto con Ulloa Viva, Greepeace, Baixo Ulla Viva o Ecoloxistas en acción, entre otras— ha citado a los gallegos este domingo en Campo da Insua, en el municipio de Padrón, para hacer una bajada de rafting, que dará comienzo a las 8.30 horas, y leer un manifiesto a partir de la una de la tarde.
Preocupación por el río Ulla y la ría de Arousa
Uno de los aspectos que más preocupa a los gallegos es la alta demanda de recursos hídricos. "La fábrica pretende extraer unos 46.000 metros cúbicos de agua diarios. Eso es lo que consume toda la provincia de Lugo", explica la portavoz de Ulloa Viva. Sin embargo, Greenfiber asegura a este medio que su planta está diseñada para usar estas cantidades, pero eso no significa que se vayan a consumir diariamente. "Permitiría hacer frente a una situación excepcional, como un incendio en la planta", aclaran. El proyecto utilizará unos 15.000 metros cúbicos diarios.
Las plataformas también denuncian que la fábrica planea verter unos 30.000 metros cúbicos diarios de aguas residuales en el río Ulla, que desemboca en la ría de Arousa. Esta última ya está afectada por otros proyectos extractivistas, como el la mina de Touro, que también ha provocado movilizaciones por las malas condiciones del agua. "El río Ulla abastece a una cuenca de 150 kilómetros y varios Ayuntamientos beben de esa agua", recuerda Laya.
Desde Greenfiber aclaran que todo el agua será "sometida a un riguroso proceso de depuración antes de ser devuelta al río, aguas arriba, garantizando que no se cambiará el estado del Ulla ni siquiera en las inmediaciones del punto de vertido y, por lo tanto, que el impacto en la ría de Arousa será nulo".
¿Una "celulosa encubierta" o una fábrica combinada?
El proyecto industrial Greenfiber, que forma parte de una alianza de la empresa lusa Altri y la gallega Greenalia, nació como una iniciativa ecológica para producir fibra textil lyocell. Sin embargo, los sindicatos, plataformas y vecinos hablan de una "celulosa encubierta" porque su producción principal es celulosa soluble, con una estimación de 400.000 toneladas anuales. También hará lyocell, pero menor cantidad.
Greenfiber cuenta que "el proyecto no ha cambiado" y que desde un principio se ha comunicado que el volumen de producción de celulosa iba a ser mayor. La empresa dice que es una fábrica combinada, algo que ayuda a garantizar la autosuficiencia energética del proyecto. "El primero de los procesos (celulosa soluble) es excedentario en energía y el segundo (lyocell), demandante. Por eso se ha buscado un equilibrio en el volumen de producción de ambos productos, de forma que la energía que le sobra a uno es exactamente la que necesita el otro", explica.
Expropiaciones de terrenos a vecinos
El terreno donde se va a instalar la celulosa no cuenta con la capacidad para abastecer la demanda de agua. Es por ello que esta se extraerá del embalse pontevedrés de Portodemouros, a 12 kilómetros de distancia. Esto significa que es necesaria una canalización de tubos para traer el agua. "Estos pasarán por unas 600 fincas particulares", asegura Laya. Los vecinos, que han empezado a recibir cartas informándoles de que les van a expropiar sus terrenos, están preocupados.
Tras ser declarado Proyecto Industrial Estratégico, la Xunta le da prioridad máxima a su instalación y lo considera un bien mayor que el del particular. "Esto se traduce en que la empresa puede expropiar los terrenos, aunque los propietarios se nieguen", cuenta la portavoz. "Muchos viven de la agricultura y la ganadería. Con estos tubos, en un margen de seis a 10 metros de ancho, no van a poder tocar sus tierras", explica.
Sin embargo, Greenfiber explica que su intención es "alcanzar acuerdos con los propietarios de los terrenos necesarios para el desarrollo del proyecto, siempre de forma dialogada y respetuosa". La organización está trabajando para "buscar soluciones que redunden en un beneficio para todas las partes", reconocen. Además, aclaran a través de su web que la canalización "irá bajo tierra y, de manera preferente, por terrenos de uso público" para minimizar los daños causados a los propietarios privados.
Un terreno protegido por la Red Natura
La extensión física de la empresa es de 360 hectáreas en el centro de Galicia. "Hay que pensar que el rural gallego es una zona ganadera. Hay muchísimas producciones y la comarca de A Ulloa tienen una economía basada en la agricultura ecológica", explica Laya. Además, la zona elegida presenta unas particularidades muy concretas: está formado por un compuesto de roca serpentinita, de la que solamente hay un 1% en todo el mundo, según los datos recogidos por la plataforma Ulloa Viva.
En este lugar también hay muchas especies endémicas, que están protegidas por la Red Natura 2000 de la Unión Europea. "Nos parece curioso que de repente una fábrica de estas dimensiones se pueda instalar en este territorio", reconoce la portavoz de la plataforma Ulloa Viva. "La perspectiva climática no está contemplada en el proyecto ni está asumida en la declaración de impacto ambiental", apunta Xaquín Rubio.
Greenfiber explica que el proyecto no afecta directamente a la Red Natura 2000. "Durante la construcción, algunas infraestructuras provisionales, como la captación de agua, podrían cruzar zonas sensibles, pero serán posteriormente soterradas para neutralizar cualquier impacto", cuentan desde la compañía. Además, han elaborado un plan específico de restauración ambiental. "Se contempla la creación de un cinturón verde de especies autóctonas y se han diseñado medidas especiales para la protección y el desarrollo de especies protegidas", añaden.
La fábrica tendrá también una chimenea de unos 75 metros que emitirá en torno a 8.700 kilos de gases contaminantes diarios. Greenfiber dice en su página web que estos gases generados van a ser "tratados antes de ser liberados" y que la altura de dicha chimenea garantiza que no afecten "a la salud humana y de los animales". Aun así, los vecinos están preocupados. "Todo eso lo vamos a respirar", asegura Laya, y añade que los médicos que forman parte de Ulloa Viva están realizando informes epidemiológicos sobre lo que supone vivir cerca de una celulosa. "Los resultados son nefastos. Hablan de asma y cáncer de pulmón", reconoce.
Aumento de los eucaliptos en Galicia
Otra de las preocupaciones expuestas por las diferentes plataformas es el tema de los eucaliptos. Toda la zona de la costa gallega, incluida la Mariña lucense, cuenta con una amplia presencia de estos árboles. La idea es plantarlos también en el centro de Galicia, más concretamente en las provincias de Ourense y Lugo. "En un par de décadas seremos un monocultivo de eucaliptos", reconoce Xosé Gontá, portavoz del colectivo Ulloa Viva, que está coordinado con la plataforma homónima.
Las consecuencias del incremento de las plantaciones de eucaliptos pueden derivar en incendios forestales, como los que se han registrando en Portugal en los últimos años y que ha dejado varios muertos. "Ahora Altri pretende venir a Galicia a plantar más eucaliptos porque en el país vecino no les dejan", explica Gontá. "Somos un país subsidiario, en el que tenemos materia prima para el 'primer mundo'", ha añadido de manera irónica.
Sin embargo, Greenfiber niega esto, asegurando que solamente se usarán las plantaciones ya existentes. "La planta utilizará al año 1,2 millones de toneladas de madera de eucalipto gallega certificada que actualmente se produce en exceso o se comercializa fuera de la comunidad sin procesar", cuentan.
Además, está prohibido incrementar la superficie de plantación de eucalipto en Galicia. La Xunta publicó en julio de 2022 una disposición transitoria de la Lei de Recuperación da Terra Agraria, vigente hasta el próximo 31 de diciembre, en la que no permite plantar más eucaliptos. Esto no impide plantar en fincas donde ya hay plantaciones legales de esta especie. En caso de incumplimiento, el importe de la multa parte de los 600 euros.
La Xunta pide tranquilidad a la gente
La Xunta ha recibido 27.000 alegaciones en contra del proyecto. La Consellería de Medio Ambiente ha asegurado a este medio que todas "fueron contestadas por temáticas" y que cualquiera, incluso "la propia ciudadanía", tuvieron la oportunidad de "trasladar sus inquietudes y sugerencias". El pasado 14 de marzo se publicó la Declaración de Impacto Ambiental, en la que expone que dicha empresa cumple los requisitos. El proyecto saldrá adelante siempre y cuando obtenga las autorizaciones pertinentes, tal y como ha asegurado Medio Ambiente.
Por el momento, la empresa está a la espera de la Evaluación Ambiental Integrada, que es la que otorgará la licencia de ejecución de las obras. "Una declaración no se puede recurrir, pero con la evaluación vamos a ir a los juzgados", explica la portavoz de la plataforma Ulloa Viva. "Tenemos el compromiso de protegernos y proteger nuestro lugar. Por eso, tenemos clarísimo que vamos a ir hasta donde haga falta", añade.
"Queremos transmitir un mensaje de máxima tranquilidad porque la DIA que acaba de salir publicada está avalada por el criterio de 42 técnicos de diferentes áreas que firmaron los informes tras analizar a fondo y en detalle el proyecto", han asegurado desde la Consellería.