Los españoles sacrificarían un 21% del salario por trabajar a un ritmo más relajado y un 13% por llegar rápido a la oficina

Medir la felicidad de un trabajador es casi tan difícil como cuantificar qué es un buen trabajo. El empleo es, en esencia, un medio de subsistencia, aunque va mucho más allá que la mera necesidad económica. Tanto es así, que, a menudo, los trabajadores están dispuestos a renunciar a salarios notablemente más elevados a cambio de condiciones laborales más amables. Así lo refleja un estudio elaborado por la fundación Iseak, que señala que los españoles estarían dispuestos a sacrificar un empleo 'exigente' con un salario un 21% mayor frente a otro más relajado. O, por ejemplo, que renunciarían a un sueldo un 17% más elevado por tardar 20 minutos en llegar a la oficina en lugar de 40.

El documento, que han elaborado los investigadores David Martínez de Lafuente y Ainhoa Osés, dibuja un fresco muy completo sobre las preferencias y condiciones en las que se trabaja en España. Lo hace a través de una encuesta a 5.000 trabajadores realizada durante dos años. En ella se revelan los factores a los que los españoles dan más importancia en un trabajo, los sacrificios que estarían dispuestos a hacer por mejorarlas y la situación laboral en la que se trabaja en el país. Todo ello con el telón de fondo del debate sobre el futuro del empleo que ha abierto la irrupción de la inteligencia artificial, cuyo impacto en el mercado laboral va más allá de la destrucción de puestos de trabajo.

En cuanto a los intangibles más importantes para los españoles en un trabajo destaca, por encima de todo, el trato justo. Los trabajadores renunciarían a un 31% de un sueldo por un trabajo en el que se sientan tratados justamente, frente a otro en el que no fuera así. Este porcentaje se eleva todavía más en el caso de las mujeres, que sacrificarían un 40% de la retribución, frente al 26% de los hombres.

El estudio muestra como, en general, ellas están más dispuestas a sacrificar salario a cambio de mejores condiciones frente a los hombres. Sobre todo si lo que se busca es conseguir una mayor flexibilidad horaria, menor esfuerzo físico y un ambiente colaborativo. Dentro de los aspectos "no monetarios" del trabajo, los hombres tienden a dar más importancia a un empleo con más progresión laboral y capacidad de influencia que las mujeres.

Otro factor muy importante en la calidad del empleo es la exigencia física del mismo. Así, la renuncia salarial que los trabajadores estarían dispuestos a hacer por un empleo que sea menos exigente físicamente alcanza el 17%. También pesa el teletrabajo, un beneficio por el que los españoles se dicen capaces de sacrificar un 10% de un hipotético salario. La renuncia salarial por mejorar las condiciones es también notable si lo que se busca es trabajar en un entorno cooperativo en lugar de otro competitivo (11%), en tareas variadas en lugar de repetitivas (10%) o por optar a un puesto con mayor responsabilidad o posibilidades salariales (9%).

Como es lógico, las prioridades varían según el perfil del trabajador. Así, los trabajadores jóvenes dan prioridad a empleos con más posibilidades de proyección en las tareas, mientras que los de mediana edad valoran más la flexibilidad horaria, el teletrabajo o la cercanía de la oficina a su hogar. Los mayores de 50, en cambio, dan especial importancia a la progresión laboral o la capacidad de influencia.

Las diferencias también se aprecian si se analiza el nivel educativo. De tal forma que los trabajadores con más formación están dispuestos a hacer más sacrificios económicos por conseguir un empleo con teletrabajo, menos esfuerzo físico y ambientes laborales colaborativos. Pero están dispuestos a hacer menos renuncia por lograr un empleo con un ritmo de trabajo más relajado o con un trato más justo.

¿Cómo es trabajar en España?

Otro de los puntos interesantes del estudio es el retrato que hace de las condiciones laborales actuales que perciben los trabajadores en España, más allá de cuáles sean sus preferencias. Los resultados son llamativos. Por ejemplo, mientras que el 42% de los encuestados dicen tener cierta flexibilidad horaria en su trabajo, solo el 18% puede teletrabajar regularmente.

Respecto a la posibilidad de desarrollar una carrera laboral en su empleo, el ambiente tampoco es demasiado optimista. Solo el 38% ve posibilidades de ascenso. A juzgar por los resultados de la encuesta, trabajar en un clima exigente también es habitual. Más del 56% de los españoles dicen trabajar bajo presión constante.

En cuanto a las relaciones del día a día, algo menos de la mitad de los trabajadores no se sienten recompensados si hacen una buena labor. Una proporción similar opina que sus jefes tienen favoritos que reciben un trato predilecto, aunque la valoración general de los superiores es positiva. El 70% valora positivamente a su jefe, aunque hay un 16% que denuncia sufrir abusos verbales regularmente y un 12% que se queja de actitudes vejatorias.