La Virgen del Rocío saldrá con diadema como guiño a la coronación
La Redención vivirá este año un Lunes Santo cargado de significado, marcado por la cercanía de la coronación canónica de la Virgen del Rocío. Como anticipo de ese momento tan importante para la corporación que tendrá lugar el próximo 5 de julio en el trascoro de la Santa Iglesia Catedral, la dolorosa de la cofradía del Beso de Judas recorrerá las calles de Sevilla en su paso de palio luciendo diadema. La pieza, obra del orfebre Curro Claros, ha sido donada por un grupo de hermanos y devotos. Tal y como ha señalado la hermandad, la presea es de estilo barroco, realizada en plata sobredorada combinada con zonas en plata blanca. Su estructura, de forma circular a modo de halo, está compuesta por una ráfaga en la que se alternan rayos planos, biselados y flamígeros, todos ellos rematados en estrellas de 16 puntas. Entre estos rayos se disponen 12 lenguas de fuego que rodean al Espíritu Santo, coronado en el centro de la composición junto al anagrama de María, evocando el misterio de Pentecostés. En el perímetro de la ráfaga se disponen doce camafeos que representan a los apóstoles, símbolo de la presencia de la Virgen en el cenáculo como reina de los apóstoles. Bajo esta idea, el diseño interior de la pieza se inspira en una especie de 'peina' o base ornamentada con la inscripción reina de los apóstoles, rematada con siete piedras de malaquita en talla cabujón, de color verde oscuro, en alusión a los siete dones del Espíritu Santo. La decoración se completa con cuernos de la abundancia entrelazados con flores de romero, margaritas y amapolas, acompañadas por hojas de acanto y cardos. Todo ello se dispone entre calados que aportan ligereza visual a la obra, dotándola de una riqueza artística que conjuga simbolismo, elegancia y espiritualidad. El conjunto se remata con cabezas de querubines, conchas peregrinas y una cruz de Santiago sobre el orbe con los continentes, símbolos todos ellos vinculados a la identidad y espiritualidad de la hermandad.
La Redención vivirá este año un Lunes Santo cargado de significado, marcado por la cercanía de la coronación canónica de la Virgen del Rocío. Como anticipo de ese momento tan importante para la corporación que tendrá lugar el próximo 5 de julio en el trascoro de la Santa Iglesia Catedral, la dolorosa de la cofradía del Beso de Judas recorrerá las calles de Sevilla en su paso de palio luciendo diadema. La pieza, obra del orfebre Curro Claros, ha sido donada por un grupo de hermanos y devotos. Tal y como ha señalado la hermandad, la presea es de estilo barroco, realizada en plata sobredorada combinada con zonas en plata blanca. Su estructura, de forma circular a modo de halo, está compuesta por una ráfaga en la que se alternan rayos planos, biselados y flamígeros, todos ellos rematados en estrellas de 16 puntas. Entre estos rayos se disponen 12 lenguas de fuego que rodean al Espíritu Santo, coronado en el centro de la composición junto al anagrama de María, evocando el misterio de Pentecostés. En el perímetro de la ráfaga se disponen doce camafeos que representan a los apóstoles, símbolo de la presencia de la Virgen en el cenáculo como reina de los apóstoles. Bajo esta idea, el diseño interior de la pieza se inspira en una especie de 'peina' o base ornamentada con la inscripción reina de los apóstoles, rematada con siete piedras de malaquita en talla cabujón, de color verde oscuro, en alusión a los siete dones del Espíritu Santo. La decoración se completa con cuernos de la abundancia entrelazados con flores de romero, margaritas y amapolas, acompañadas por hojas de acanto y cardos. Todo ello se dispone entre calados que aportan ligereza visual a la obra, dotándola de una riqueza artística que conjuga simbolismo, elegancia y espiritualidad. El conjunto se remata con cabezas de querubines, conchas peregrinas y una cruz de Santiago sobre el orbe con los continentes, símbolos todos ellos vinculados a la identidad y espiritualidad de la hermandad.
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