Proyecto Tiburón: el plan que está reviviendo el Golfo de California… y a sus tiburones

En el corazón del Golfo de California, un grupo de mujeres científicas y pescadores locales están haciendo lo que muchos creían imposible: transformar la pesca de tiburón en una historia de conservación. Y no desde la teoría, sino desde las entrañas del mar, con embarcaciones, ciencia y respeto mutuo. A través de Proyecto Tiburón, liderado […]

Abr 23, 2025 - 00:52
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Proyecto Tiburón: el plan que está reviviendo el Golfo de California… y a sus tiburones

En el corazón del Golfo de California, un grupo de mujeres científicas y pescadores locales están haciendo lo que muchos creían imposible: transformar la pesca de tiburón en una historia de conservación. Y no desde la teoría, sino desde las entrañas del mar, con embarcaciones, ciencia y respeto mutuo. A través de Proyecto Tiburón, liderado por el colectivo Orgcas, estas comunidades de Agua Amarga están dejando los anzuelos para convertirse en guardianes del océano. Junto a la Isla Cerralvo, están demostrando que un tiburón vivo vale más que uno capturado, construyendo un futuro sostenible para el “acuario del mundo”.

Proyecto Tiburón: de cazadores a guardianes del mar

En 2021, un grupo de mujeres (biólogas, abogadas, educadoras) fundó Orgcas con un objetivo claro: proteger los ecosistemas marinos del Golfo de California. Su primer paso fue acercarse a Agua Amarga, una comunidad pesquera a 50 km de La Paz, donde la pesca de tiburones es tradición generacional. No fue fácil. Los pescadores, curtidos por años en el mar y desconfiados por malas experiencias con ONGs, no querían saber de conservación. Pero Orgcas escucha, no juzga: “No venimos a decirles que están mal, sino a buscar soluciones juntos”, les dijo Frida Lara. Así empezó Proyecto Tiburón, que hoy ha logrado que nueve pescadores abandonen la pesca de tiburones por actividades como recorridos científicos y turismo sostenible.

Proyecto Tiburón

Cuidado, los tiburones están en peligro

Los tiburones del Golfo de California, como el martillo o el piloto, están en caída libre. Un análisis de 2025 en Current Biology señala que un tercio de los tiburones y rayas del mundo están en peligro de extinción, y el Golfo no es la excepción. La sobrepesca industrial, especialmente el arrastre de camarón, y prácticas como el aleteo (cortar las aletas y desechar el cuerpo) han diezmado poblaciones. Los tiburones crecen lento, maduran tarde y tienen pocas crías, lo que los hace altamente vulnerables. En Agua Amarga, los pescadores notaron que cada año había menos tiburones, afectando su sustento. Proyecto Tiburón ofrece una salida: valorar a los tiburones vivos genera más ingresos a largo plazo que cazarlos.

¿Cómo funciona esta alianza única?

Proyecto Tiburón es una apuesta por la colaboración. Orgcas equipa a los pescadores con embarcaciones como la Tintorera y la Barrosa, capacitación y herramientas para liderar expediciones turísticas. A cambio, ellos dejan de pescar tiburones y cuidan el equipo. Tras un tiempo, las pangas pasan a ser suyas, asegurando un ingreso estable. Félix Rochín, pescador de Agua Amarga, lo resume: “Es riesgoso pescar tiburones, y puedes volver con nada tras 12 horas. Esto es sustentable y me da tiempo con mi familia”. Además, los pescadores aportan su conocimiento del mar, clave para investigaciones como el marcaje satelital de tiburones mako o el registro de depredación de tiburones espinosos por orcas, publicado en 2025.

Proyecto Tiburón

Isla Cerralvo: un santuario que aún no tiene nombre oficial

Isla Cerralvo, o Jacques Cousteau, es un hotspot de biodiversidad. Sus aguas profundas y corrientes atraen a 26 especies de tiburones, desde el azul hasta el martillo, además de mobulas y ballenas jorobadas. Pero no es un área protegida, y la pesca industrial de arrastre amenaza su ecosistema. Orgcas combina Proyecto Tiburón con Proyecto Cerralvo, recopilando datos para justificar una reserva marina que prohíba la pesca destructiva, pero permita actividades sostenibles. Ya hay señales de esperanza: tiburones martillo y mantas gigantes están regresando tras años de ausencia, mostrando que el mar puede sanar si se le da un respiro.

El conocimiento del mar, al servicio de la ciencia

Este proyecto ha demostrado que el conocimiento tradicional de los pescadores puede ser tan valioso como el académico. Ellos saben cuándo llegan los tiburones, cómo se comportan, dónde se alimentan. Esa información, que antes se perdía, hoy se documenta, se estudia y se comparte. Además, los pescadores están llevando esta nueva conciencia a las escuelas de sus comunidades. A través de talleres con niñas y niños, están sembrando una semilla para que las nuevas generaciones crezcan viendo a los tiburones no como enemigos, sino como aliados del equilibrio marino.

Proyecto Tiburón

Un futuro donde todos ganan

Aunque queda mucho por hacer, los resultados ya se sienten. Los tiburones martillo están volviendo, las mantas gigantes reaparecen después de 20 años, y el diálogo entre ciencia y comunidad está más vivo que nunca. Este modelo, dicen las líderes de Orgcas, podría replicarse en muchas otras costas de México. Pero no se trata solo de conservar especies: es una transformación profunda sobre cómo nos relacionamos con el mar, con la naturaleza y entre nosotros.

Proyecto Tiburón es una prueba de que el cambio es posible cuando se unen ciencia, comunidad y pasión. En tres años, nueve familias han dejado la pesca de tiburones, y especies como el martillo están reapareciendo en Isla Cerralvo. Orgcas y los pescadores de Agua Amarga están tejiendo un futuro donde los tiburones no son presas, sino aliados de un océano vivo.