¿De qué va a escribir hoy el señor? —De lo de siempre, Jeeves, pero tratado con mala intención. —No se lo aconsejo, sería una vulgaridad. Con mala intención se hace un mal artículo. Cosa distinta son los malos sentimientos, pero usted no puede valerse de ellos. No por virtud, por incapacidad. Y espero no haber molestado al señor con esta apreciación. —Al contrario, Jeeves, me halagas. Gracias a los buenos sentimientos, el mundo… —Están sobrevalorados, señor. Los buenos sentimientos únicamente sirven para evitarse los enojosos trámites de la venganza. Piense en el reciente apagón de España y las ventajas que para el Gobierno suponen los buenos sentimientos de los españoles, lo que en moral política se conoce como sumisión. —Cuánto...
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