El error que todos cometemos con los piojos y que hace que vuelvan una y otra vez: "Sin lendrera no sirve de nada"
La llegada del buen tiempo, las tardes en el parque, los campamentos escolares o las reuniones familiares aumentan el contacto cercano entre niños y con ello, el riesgo de reencuentro con una vieja conocida que cada año -y a menudo varias veces- pone a prueba la paciencia de padres y madres: la pediculosis, más conocida como infestación por piojos.
