La dama de blanco de San Nicolás del Puerto, una aparición fantasmal cerca del cementerio: «Jamás he visto nada igual»

La Sierra Norte de Sevilla, vasta y agreste, alberga en sus entrañas secretos y fenómenos que escapan a toda lógica. Algunos relatos apenas sobreviven en susurros entre vecinos, mientras que otros logran trascender gracias a quienes deciden romper el silencio. Uno de estos testigos, Juan V., ha compartido su experiencia de manera directa, sin adornos ni filtros, tal y como lo vivió. Una historia inquietante que hunde sus raíces en el corazón mismo de San Nicolás del Puerto . «En el pueblo siempre se ha dicho que, en la bifurcación de la Vía Verde, siguiendo el camino hacia el Batán de las Monjas , cerca del cementerio, pueden verse ciertas luces flotantes en la noche«, comienza relatando Juan. Y así, retrocedemos en el tiempo más de veinticinco años, a una de aquellas noches veraniegas en las que San Nicolás, como tantos otros pueblos andaluces, renace al recibir a las familias que emigraron en busca de trabajo y regresan en vacaciones, trayendo consigo vida, bullicio... y curiosidad juvenil. Entre aquellos veraneantes, un grupo de jóvenes, de edades dispares pero unidos por la amistad propia de los veranos rurales, decidió aceptar el reto que muchos mayores les lanzaban entre bromas: adentrarse en la sierra para buscar esas luces misteriosas. Sin linternas, guiados únicamente por la luz de las estrellas, se lanzaron «a la aventura», como recuerda Juan. Tras avanzar por caminos apenas visibles, rodeados de maleza y silencio, giraron una curva y, al fondo, donde intuían la presencia del cementerio, avistaron una débil luminiscencia flotante. La curiosidad venció al temor y, en formación compacta, casi una veintena de jóvenes se acercó al fenómeno. «Cuanto más nos acercábamos, más grande parecía», describe Juan. Hasta que, a escasos metros, pudieron distinguir la figura: una mujer de apariencia fantasmal, envuelta en un manto de luz blanca, flotando sobre el suelo. No hizo falta más. El grupo, dominado por el pánico, emprendió una carrera desesperada de regreso al pueblo, sin atreverse a volver la vista atrás. ¿Qué fue lo que vieron aquella noche? Las similitudes con otros casos documentados apuntan hacia la figura de la «dama de blanco», un fenómeno recurrente en el folclore de muchas culturas, a menudo vinculado a lugares de muerte o antiguos caminos. Pero la historia no termina ahí. Juan asegura haber tenido más encuentros con esta enigmática presencia, algunos de ellos aún más cercanos. «La he visto hasta en dos ocasiones más. La última vez, calculo que estaba a apenas treinta metros de nosotros», confiesa. A pesar de sus intentos posteriores por capturar en vídeo la aparición —armado de valor y equipo—, nunca logró obtener prueba gráfica: la presencia se mostraba esquiva o simplemente no se manifestaba. El pueblo ha intentado dar una explicación a estas luminarias, atribuyéndolas a la antigua imagen de la Virgen del Huéznar , patrona local destruida durante la Guerra Civil. Sin embargo, Juan mantiene sus dudas. «No me cuadra. La zona donde ocurre parece estar protegida por algo o alguien, pero no creo que sea la Virgen», reflexiona. Acompañado siempre de su cuñado —testigo también de los hechos y quien, según Juan, sufre intensamente cada experiencia—, han realizado varias expediciones nocturnas . En al menos seis ocasiones regresaron al mismo punto, dos de ellas coincidiendo con la luna nueva. La aparición, si se producía, siempre ocurría tras tomar la curva que deja ver el blanco muro encalado del cementerio, única referencia visible en la oscuridad de la sierra. «Cada vez que se manifestaba, notaba un zumbido en los oídos, una tensión en el ambiente que no era normal», describe. Un detalle que apunta a posibles alteraciones electromagnéticas, fenómeno asociado en otros casos paranormales. En una de esas noches, relata, «la figura levitaba lentamente hacia nosotros, desplazándose luego hacia el margen derecho del camino, donde los terraplenes impiden el paso fácil». Juan bautizó a esta entidad como «las luminarias», haciendo referencia a la intensa luz que irradiaba su silueta. «Jamás he visto nada igual», afirma con convicción. Y, aunque se muestra respetuoso con quienes buscan explicaciones racionales, no duda en calificar su experiencia como «acojonante» y reitera su deseo de poder documentarla algún día de manera definitiva. El misterio no se limita al cementerio. Según Juan, en San Nicolás del Puerto existen otros puntos calientes de actividad inexplicable: el club conocido como Casa de la Cultura, la parroquia, la Casa de la Luz en la calleja, todos lugares impregnados de una atmósfera inquietante. «Siempre he oído que en la Sierra Norte se practicó mucho el espiritismo. No sé si tendrá relación, pero algo raro hay», concluye. El testimonio de Juan se suma así a la larga lista de experiencias sobrenaturales que salpican los parajes rurales de España, donde el folclore, la historia y lo inexplicable se cruzan y mezclan en un tapiz de misterio. **Si has vivido alguna experiencia extraña no dudes en

May 4, 2025 - 16:53
 0
La dama de blanco de San Nicolás del Puerto, una aparición fantasmal cerca del cementerio: «Jamás he visto nada igual»
La Sierra Norte de Sevilla, vasta y agreste, alberga en sus entrañas secretos y fenómenos que escapan a toda lógica. Algunos relatos apenas sobreviven en susurros entre vecinos, mientras que otros logran trascender gracias a quienes deciden romper el silencio. Uno de estos testigos, Juan V., ha compartido su experiencia de manera directa, sin adornos ni filtros, tal y como lo vivió. Una historia inquietante que hunde sus raíces en el corazón mismo de San Nicolás del Puerto . «En el pueblo siempre se ha dicho que, en la bifurcación de la Vía Verde, siguiendo el camino hacia el Batán de las Monjas , cerca del cementerio, pueden verse ciertas luces flotantes en la noche«, comienza relatando Juan. Y así, retrocedemos en el tiempo más de veinticinco años, a una de aquellas noches veraniegas en las que San Nicolás, como tantos otros pueblos andaluces, renace al recibir a las familias que emigraron en busca de trabajo y regresan en vacaciones, trayendo consigo vida, bullicio... y curiosidad juvenil. Entre aquellos veraneantes, un grupo de jóvenes, de edades dispares pero unidos por la amistad propia de los veranos rurales, decidió aceptar el reto que muchos mayores les lanzaban entre bromas: adentrarse en la sierra para buscar esas luces misteriosas. Sin linternas, guiados únicamente por la luz de las estrellas, se lanzaron «a la aventura», como recuerda Juan. Tras avanzar por caminos apenas visibles, rodeados de maleza y silencio, giraron una curva y, al fondo, donde intuían la presencia del cementerio, avistaron una débil luminiscencia flotante. La curiosidad venció al temor y, en formación compacta, casi una veintena de jóvenes se acercó al fenómeno. «Cuanto más nos acercábamos, más grande parecía», describe Juan. Hasta que, a escasos metros, pudieron distinguir la figura: una mujer de apariencia fantasmal, envuelta en un manto de luz blanca, flotando sobre el suelo. No hizo falta más. El grupo, dominado por el pánico, emprendió una carrera desesperada de regreso al pueblo, sin atreverse a volver la vista atrás. ¿Qué fue lo que vieron aquella noche? Las similitudes con otros casos documentados apuntan hacia la figura de la «dama de blanco», un fenómeno recurrente en el folclore de muchas culturas, a menudo vinculado a lugares de muerte o antiguos caminos. Pero la historia no termina ahí. Juan asegura haber tenido más encuentros con esta enigmática presencia, algunos de ellos aún más cercanos. «La he visto hasta en dos ocasiones más. La última vez, calculo que estaba a apenas treinta metros de nosotros», confiesa. A pesar de sus intentos posteriores por capturar en vídeo la aparición —armado de valor y equipo—, nunca logró obtener prueba gráfica: la presencia se mostraba esquiva o simplemente no se manifestaba. El pueblo ha intentado dar una explicación a estas luminarias, atribuyéndolas a la antigua imagen de la Virgen del Huéznar , patrona local destruida durante la Guerra Civil. Sin embargo, Juan mantiene sus dudas. «No me cuadra. La zona donde ocurre parece estar protegida por algo o alguien, pero no creo que sea la Virgen», reflexiona. Acompañado siempre de su cuñado —testigo también de los hechos y quien, según Juan, sufre intensamente cada experiencia—, han realizado varias expediciones nocturnas . En al menos seis ocasiones regresaron al mismo punto, dos de ellas coincidiendo con la luna nueva. La aparición, si se producía, siempre ocurría tras tomar la curva que deja ver el blanco muro encalado del cementerio, única referencia visible en la oscuridad de la sierra. «Cada vez que se manifestaba, notaba un zumbido en los oídos, una tensión en el ambiente que no era normal», describe. Un detalle que apunta a posibles alteraciones electromagnéticas, fenómeno asociado en otros casos paranormales. En una de esas noches, relata, «la figura levitaba lentamente hacia nosotros, desplazándose luego hacia el margen derecho del camino, donde los terraplenes impiden el paso fácil». Juan bautizó a esta entidad como «las luminarias», haciendo referencia a la intensa luz que irradiaba su silueta. «Jamás he visto nada igual», afirma con convicción. Y, aunque se muestra respetuoso con quienes buscan explicaciones racionales, no duda en calificar su experiencia como «acojonante» y reitera su deseo de poder documentarla algún día de manera definitiva. El misterio no se limita al cementerio. Según Juan, en San Nicolás del Puerto existen otros puntos calientes de actividad inexplicable: el club conocido como Casa de la Cultura, la parroquia, la Casa de la Luz en la calleja, todos lugares impregnados de una atmósfera inquietante. «Siempre he oído que en la Sierra Norte se practicó mucho el espiritismo. No sé si tendrá relación, pero algo raro hay», concluye. El testimonio de Juan se suma así a la larga lista de experiencias sobrenaturales que salpican los parajes rurales de España, donde el folclore, la historia y lo inexplicable se cruzan y mezclan en un tapiz de misterio. **Si has vivido alguna experiencia extraña no dudes en escribirnos y contárnosla a contacto@josemanuelgarciabautista.net