La conexión con Moncloa y la pérdida de confianza apartan a Simón de la carrera sucesoria en La Caixa
Fainé tomó la decisión definitiva de cesar al consejero delegado en Semana Santa, para reforzar a Reynés como 'delfín'

La suerte de Ángel Simón quedó echada en Semana Santa. Fuentes próximas a la cúpula de Criteria Caixa aseguran que Isidro Fainé tomó la decisión que venía meditando desde hacía semanas: el holding que aglutina la mejor cartera de participaciones de España necesitaba un nuevo timonel.
Nueve días después del Domingo de Resurrección, con el país saliendo aún del gran apagón, Criteria hizo el anuncio oficial. En un parco comunicado, la empresa anunció el cese de Simón como consejero delegado. Su sillón lo ocupará Francisco Reynés, con un importante matiz: el presidente de Naturgy tendrá más galones que Simón. "En las próximas semanas" será nombrado vicepresidente ejecutivo.
Nadie en el mercado esperaba un movimiento que se ha cocinado con la más absoluta discreción en las Torres Negras de Barcelona. El relevo no sólo es importante para el día a día de Criteria, que gestiona una cartera con un valor bruto de 30.000 millones, sino para el futuro de la institución privada con más poder de Cataluña.
Hace un año y tres meses, la elección de Simón como consejero delegado fue interpretada, claramente, en clave sucesoria. Ahora, el nombramiento de Reynés vuelve a espolear las cábalas. Como recordaba recientemente, en privado, una importante personalidad del mundo financiero, "la sucesión de Fainé en La Caixa es uno de los asuntos más importantes que están pendientes en España".
En Cataluña siempre se ha bromeado con que la entidad es uno de los tres grandes poderes de la región, junto a la Generalitat y al Barça. No es para menos. Desde los dos rascacielos más famosos de la Diagonal de Barcelona, se dirigen el banco con mayor presencia en España (CaixaBank), la fundación con mayor presupuesto del país (655 millones) y un holding con participaciones importantes en Telefónica, Naturgy, ACS o Puig.
El gran patrón es Isidro Fainé, que apostó fuerte por Ángel Simón para impulsar Criteria y que ha acabado renegando del ejecutivo por distintas razones. Fuentes cercanas al grupo aseguran que, tras la "perdida de confianza", está la creciente conexión política con Moncloa y, más concretamente, con el PSC. Al ya ex consejero delegado se le sitúa en la órbita de Salvador Illa, con quien siempre ha tenido buena relación. Hay dos movimientos recientes en los que se cruzaron los intereses empresariales y políticos, y que agrandaron la brecha entre Fainé y Simón.
El despido 'doloroso' de Pallete
El primero y más importante es el ascenso de Criteria en el capital de Telefónica, que se materializó en un hecho 'doloroso' para el banquero de Manresa: la salida de José María Álvarez Pallete, al que le unía una larga relación de amistad y protección. Simón estuvo presente el 'día de autos' en el Palacio de La Moncloa, cuando el jefe de la Oficina Económica, Manuel de la Rocha, despidió al directivo. La operación sirvió para fortalecer la influencia del PSC en el Ibex 35, después de que Simón consensuara con el Gobierno el nombramiento como presidente de Telefónica de Marc Murtra, muy cercano también a Illa.
El otro ejemplo es la marcha atrás de Criteria en el desembarco en Celsa. A principios de abril, el holding comunicó su intención de hacerse con el 20% de la compañía industrial con sede en Barcelona. Tanto la Generalitat como el Gobierno habían presionado para que Criteria arrimara el hombro y ayudar a la empresa siderúrgica. Sólo dos semanas más tarde, Criteria anunció que la decisión de invertir en Celsa no era definitiva. En el entorno de La Caixa, la matización se entendió como un toque de atención interno a Simón.
Por las mismas fechas, Fainé había hecho un movimiento que daba una pista de lo que vendría después. El 3 de abril, incorporó a Francisco Reynés al patronato de la Fundación La Caixa. En aquel momento, el banquero ya tenía dudas sobre la continuidad de Simón y optó por abrir un primer hueco al presidente de Naturgy en el órgano más importante de la institución.
Francisco Reynés, en la sede de Naturgy.
Reynés no está significado políticamente y tiene buena sintonía con Génova y Alberto Núñez Feijóo. Fainé le sentó en la mesa del patronato, de la que ya formaban parte perfiles próximos al Gobierno, como Murtra o Javier Godó. Algunas fuentes especulaban este lunes con la posibilidad de que el banquero haya 'olfateado' un cambio de ciclo político, ante la situación cada vez más insostenible de la coalición.
A partir de ahora, Reynés se convierte en uno de los candidatos más firmes para relevar, en el futuro, al banquero. Josep Maria Coronas es otro de los directivos con más proyección en el 'universo' de La Caixa. Fainé le confió un puesto muy sensible para la institución: la dirección general de la fundación. Coronas asumió el cargo en enero, sustituyendo a Antonio Vila.
El banquero manresano, sin embargo, elude por ahora hablar de sucesión. En 2024, aparcó cualquier debate interno al renovar por cuatro como años como presidente de Criteria. Ese mismo año, fue reelegido como presidente del Insituto Mundial de Cajas de Ahorros y como consejero de Telefónica, un puesto en el que lleva tres décadas. Con el cese fulminante de Simón, Fainé efectúa ahora otra demonstración de fuerza, para dejar claro quién manda, de verdad, en La Caixa.