La banca cierra oficinas por el apagón y sufre la caída de los cajeros y pagos con tarjeta

El apagón masivo coloca a la banca como uno de los sectores más afectados. La incidencia provoca el bloqueo de los cajeros automáticos, que al no disponer de electricidad se encuentran inoperativos, así como a las sucursales, que se han visto obligadas a bajar la ventanilla a la espera de órdenes desde la central de operaciones. “Hemos cerrado por seguridad”, comenta a La Información Económica un trabajador de Banco Santander.

“Siguiendo el protocolo de seguridad se ha procedido al cierre de las oficinas, y los cajeros de las sucursales no estarán disponibles hasta que se recupere el suministro eléctrico”, explican desde Banco Sabadell. El mayor impacto se detecta en los pagos electrónicos, prácticamente paralizados desde que pasadas las 12:30 horas se produjera el corte de suministro eléctrico. Se salvan todos aquellos que dispongan de TPV y cuenten con acceso a la red telefónica, una parte residual en estos momentos.

Desde la entidad catalana admiten un descenso de la operativa por este motivo, si bien señalan que los centros corporativos funcionan “con normalidad al disponer de “electrógenos y mantienen estables los sistemas”. El acceso a las aplicaciones de banca tampoco es posible y se añaden a los problemas anteriores para ejecutar transacciones monetarias.

Esto aboca a un freno de la actividad, dado que los establecimientos abiertos en estos momentos solamente operan con efectivo y desatan un caos entre los usuarios en un contexto en el que el dinero físico es cada vez menos utilizado. La mayoría de supermercados y restaurantes se han visto obligados a bajar la persiana o atender solamente a las personas que disponen de billetes y monedas.

Desde CaixaBank aseguran que han activado el plan de contingencia para asegurar la continuidad operativa y añaden que tanto la página web como la aplicación móvil funcionan siempre y cuando se disponga de conexión a internet. El grupo también ha cerrado oficinas.