Javier Cercas, el "diablo" que se codeó con Francisco en el Vaticano: "No he rezado por él porque no sé"

"Please allow me to introduce myself" [Déjame que me presente]. Con esa frase se presenta el diablo en 'Sympathy for the Devil' [Simpatía por el Diablo], la mítica canción de los Rolling Stones. Y así decide presentarse también Javier Cercas (Ibahernando, Cáceres, 1962) al inicio de 'El loco de Dios en el fin del mundo' (Random House), una novela sin un gramo de ficción que, sin embargo, es la más increíble de todas cuantas ha escrito. "Tengo la superstición de que el inicio tiene que dar, idealmente, no solo el tono de lo que va a ser, sino que tiene que contener, como en germen, el libro entero", nos cuenta en una entrevista concedida a ElPlural en la que reitera la descripción que hace de sí mismo en la primera página de la novela: "Soy ateo, soy anticlerical y soy laicista militante". Un ateo irredento en el Vaticano Pese a estas credenciales, el papa Francisco le invitó a viajar con él a Mongolia para escribir un libro sobre él, sin condiciones. La única, la puso el propio Cercas, tener unos minutos a solas con él para preguntarle si su madre podría reencontrarse con su padre cuando muriese. "Mi madre era una persona profundamente creyente, como tantas madres de nuestra generación, en algún momento bromeo diciendo que, comparada con la fe de mi madre, la del Papa Francisco, era más bien dubitativa", comenta. Ella creía profundamente en la resurrección de la carne y su hijo se embarcó en este insólito periplo para tratar de resolver el misterio. "Se puede decir que yo formulé al Papa esa pregunta y su respuesta es el primer final de la novela (...) Y luego hay otro final que, si yo fuera creyente, pensaría que es un pequeño milagro", nos cuenta el autor. 'El loco de Dios en el fin del mundo' está planteado como una investigación policial, como hace en todas sus novelas. Añade con ironía que empezó escribiendo libros de ciencia ficción y que ahora parece haber vuelto a esos orígenes, al intentar resolver el enigma de los enigmas, el de la vida eterna, eje central de la doctrina católica en la que no cree. "Todo este libro es una locura", confiesa, una locura llena de coincidencias, entre las que destaca la muerte del Papa Francisco, casualmente un lunes de Resurrección, justo antes del Día del Libro y en plena promoción: Mucha gente dijo que era una operación de marketing para ayudar a la venta de mi libro. Tenían razón, por supuesto", bromea. Se ha convertido en el libro más vendido en varios países y está siendo una "experiencia increíble", en palabras del propio autor. Le preguntamos si rezó por el Papa tras su muerte. "No, porque no sé rezar. Se me olvidó. Lo perdí", contesta rotundo. También sobre su figura: "He intentado entenderlo en toda su complejidad, sin ocultar sus sombras, que son muchas, sus recovecos, sin ocultar críticas ni las luces". Desde que escribo, me han acusado de blanquear a un fascista...

May 18, 2025 - 11:58
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Javier Cercas, el "diablo" que se codeó con Francisco en el Vaticano: "No he rezado por él porque no sé"
"Please allow me to introduce myself" [Déjame que me presente]. Con esa frase se presenta el diablo en 'Sympathy for the Devil' [Simpatía por el Diablo], la mítica canción de los Rolling Stones. Y así decide presentarse también Javier Cercas (Ibahernando, Cáceres, 1962) al inicio de 'El loco de Dios en el fin del mundo' (Random House), una novela sin un gramo de ficción que, sin embargo, es la más increíble de todas cuantas ha escrito. "Tengo la superstición de que el inicio tiene que dar, idealmente, no solo el tono de lo que va a ser, sino que tiene que contener, como en germen, el libro entero", nos cuenta en una entrevista concedida a ElPlural en la que reitera la descripción que hace de sí mismo en la primera página de la novela: "Soy ateo, soy anticlerical y soy laicista militante". Un ateo irredento en el Vaticano Pese a estas credenciales, el papa Francisco le invitó a viajar con él a Mongolia para escribir un libro sobre él, sin condiciones. La única, la puso el propio Cercas, tener unos minutos a solas con él para preguntarle si su madre podría reencontrarse con su padre cuando muriese. "Mi madre era una persona profundamente creyente, como tantas madres de nuestra generación, en algún momento bromeo diciendo que, comparada con la fe de mi madre, la del Papa Francisco, era más bien dubitativa", comenta. Ella creía profundamente en la resurrección de la carne y su hijo se embarcó en este insólito periplo para tratar de resolver el misterio. "Se puede decir que yo formulé al Papa esa pregunta y su respuesta es el primer final de la novela (...) Y luego hay otro final que, si yo fuera creyente, pensaría que es un pequeño milagro", nos cuenta el autor. 'El loco de Dios en el fin del mundo' está planteado como una investigación policial, como hace en todas sus novelas. Añade con ironía que empezó escribiendo libros de ciencia ficción y que ahora parece haber vuelto a esos orígenes, al intentar resolver el enigma de los enigmas, el de la vida eterna, eje central de la doctrina católica en la que no cree. "Todo este libro es una locura", confiesa, una locura llena de coincidencias, entre las que destaca la muerte del Papa Francisco, casualmente un lunes de Resurrección, justo antes del Día del Libro y en plena promoción: Mucha gente dijo que era una operación de marketing para ayudar a la venta de mi libro. Tenían razón, por supuesto", bromea. Se ha convertido en el libro más vendido en varios países y está siendo una "experiencia increíble", en palabras del propio autor. Le preguntamos si rezó por el Papa tras su muerte. "No, porque no sé rezar. Se me olvidó. Lo perdí", contesta rotundo. También sobre su figura: "He intentado entenderlo en toda su complejidad, sin ocultar sus sombras, que son muchas, sus recovecos, sin ocultar críticas ni las luces". Desde que escribo, me han acusado de blanquear a un fascista...