Isabel Rábago consuma su venganza contra Telecinco por su despido tras su último bombazo

Isabel Rábago regresa a la pantalla.

Isabel Rábago, periodista y rostro habitual de la crónica social en televisión, vuelve a la pequeña pantalla por todo lo alto. Conocida por su estilo directo y sus intervenciones sin tapujos, Rábago se convierte ahora en el nuevo fichaje estrella de Antena 3. Su incorporación al magacín vespertino Y ahora Sonsoles supone su reaparición televisiva tras meses de silencio mediático.

Cinco meses atrás, su salida de Mediaset sorprendió a muchos. La cadena decidió prescindir de ella en Vamos a ver y en otros espacios producidos por Unicorn Content, dejándola fuera del foco. Ahora, el giro es total: Rábago se alinea con Sonsoles Ónega, en plena competencia contra La familia de la tele, el nuevo programa de La 1 impulsado por el equipo de Sálvame.

El movimiento no es casual ni aislado. La periodista pasa a formar parte de un panel en el que también están nombres que, como ella, formaron parte del universo Mediaset: Beatriz Cortázar, Paloma García-Pelayo y Pilar Vidal. «En el listado final de los tertulianos de 2025 no aparece Isabel Rábago, que no logró superar el filtro y su participación ha sido descartada», recogía en su momento El Confidencial Digital.

Una jugada con múltiples capas.

Desde su fulminante salida, Isabel había permanecido lejos de platós y debates, sin hacer declaraciones contundentes sobre las razones de su despido. Su nombre desapareció de la programación sin explicaciones claras, un silencio que ahora se rompe con una reaparición cargada de simbolismo. La elección de su nuevo destino televisivo no es, precisamente, neutra.

El programa de Sonsoles Ónega, consolidado en las tardes de Antena 3, ha sabido atraer a figuras con peso mediático en momentos estratégicos. La llegada de Rábago se produce justo cuando Espejo Público también sufre bajas y movimientos internos. Aunque no se ha confirmado su participación en otros espacios de Atresmedia, el historial cruzado de colaboradoras como Pilar Vidal o Lorena Vázquez abre la puerta a futuras apariciones.

Mientras tanto, Y ahora Sonsoles continúa apuntalando su posición en el tablero de la televisión vespertina. A la incorporación de Rábago se suman entrevistas anunciadas con Begoña Villacís y Vinila von Bismarck, en una clara estrategia por reforzar contenidos frente a la ofensiva de La 1. Las tardes están más reñidas que nunca.

Una revancha silenciosa.

El regreso de Isabel Rábago no es solo un nuevo trabajo: es una declaración implícita. Su fichaje por Antena 3, la competencia directa de Mediaset, cobra un valor simbólico evidente en medio del reajuste de piezas televisivas. Ya no es solo una periodista que vuelve: es una exiliada que retorna con fuerza y nuevo bando.

A nivel interno, su fichaje evidencia que el universo que una vez orbitó en torno a Sálvame y sus programas satélite, ahora comienza a redistribuirse en otras cadenas. La televisión española vive una etapa de realineamientos, y figuras como Rábago se convierten en piezas clave para captar a una audiencia nostálgica y crítica.

Porque sí, esto es televisión, pero también es política de plató. Y si algo deja claro este nuevo movimiento, es que Isabel Rábago no ha olvidado. Su retorno, discreto pero contundente, se puede leer como lo que es: una venganza elegante y televisada contra la cadena que decidió dejarla fuera.