Internet como derecho y no como privilegio

Cuando una persona no tiene acceso a internet, no solo queda fuera del entorno digital: queda fuera de oportunidades. No podemos seguir tratando la conectividad como un privilegio al que se accede por geografía o nivel socioeconómico. Garantizarla es una responsabilidad colectiva, una política de justicia y una apuesta concreta por la equidad.

May 17, 2025 - 17:42
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Internet como derecho y no como privilegio

Cada 17 de mayo se conmemora el Día Internacional de Internet, una oportunidad para reflexionar sobre cómo la conectividad ha transformado nuestras vidas y cómo podemos aprovecharla para cerrar brechas históricas. Pero, ¿alcanza con tener conectividad para abordar problemáticas estructurales de nuestra sociedad?

En América Latina, alrededor del 78% de la población tiene acceso a Internet. Sin embargo, este acceso varía entre países. Según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, en Chile, la penetración alcanza el 94,7%, mientras que en Colombia es del 77,3%. En Argentina, el 82,2% de la población tiene acceso a Internet. Este panorama nos muestra que aún queda trabajo por hacer para garantizar una conectividad equitativa en toda la región.

Pero Internet no es solo una plataforma de comunicación; en Bounty EdTech, creemos que Internet es un puente que puede ampliar el impacto de las soluciones que creamos, permitiéndonos llegar a más personas y conectar nuestras acciones con quienes más lo necesitan.

Según el informe Kids Online Argentina, publicado por UNICEF y UNESCO, el teléfono celular es el dispositivo más utilizado para acceder a Internet (88%), con una tasa de inserción en niños, niñas y adolescentes del 95%. Actualmente, las computadoras se usan en menor medida (22%), con una menor presencia en los hogares (menos del 60% y 30% en sector socioeconómicos más desfavorecidos).

Para lograrlo, necesitamos trabajar en conjunto, formando alianzas que nos permitan utilizar la tecnología de manera estratégica para cerrar brechas digitales, mejorar la alfabetización digital, potenciar la empleabilidad, ampliar derechos y conectar soluciones con necesidades reales.

Ejemplos claros de cómo Internet puede ser un puente:

  • Ampliar derechos: al igual que saber leer y escribir, habilita derechos. Hoy Internet permite que miles de personas accedan a educación online, atención médica remota o servicios judiciales, lo que amplía los derechos de quienes tradicionalmente no podían acceder a ellos.
  • Reducir la brecha de alfabetización digital: más allá de la disponibilidad de conectividad, es clave desarrollar habilidades para el ejercicio de una ciudadanía global consciente de las características de este nuevo mundo. En este sentido, propuestas como Skills For Innovation, impulsadas por Intel, orientada a docentes, como también otras ofrecidas por empresas, ONG y Estados de manera gratuita o incluso pagas, permiten hacer un uso responsable y estratégico de las tecnologías disponibles.
  • Potenciar la empleabilidad: está claro que hoy no podemos dejar de aprender. El mundo cambia rápido y las profesiones son dinámicas. A estas iniciativas de alfabetización, se suma la creación de plataformas que facilitan el acceso a cursos online en áreas como programación, diseño digital, IA y marketing, como también una amplia oferta de formación en línea en cada vez más áreas de conocimiento. Universidades virtuales, carreras online, microlearning a través de redes sociales, tutores virtuales potenciados con IA, son sólo algunas entre tantas opciones disponibles.
  • Inspirar a otros: Internet es un puente para generar experiencias que transformen la vida de las personas. Los influencers son un ejemplo claro del alcance que pueden tener los mensajes a través de las redes y canales digitales, pero su masividad no siempre está motorizada por el deseo del bien común. Hoy tenemos la responsabilidad de usar las redes y los canales de comunicación masiva que están a nuestro alcance no solo para crear contenidos virales, sino principalmente hacer que sean valiosos, que apuesten a contar para inspirar y transformar la realidad.
  • Cerrar brechas de género: utilizar Internet como vehículo para acercar a miles de mujeres a la tecnología es sin duda alguna nuestro objetivo principal para brindar herramientas que antes estaban fuera de su alcance. Podemos mencionar proyectos como Mil Mujeres en Inteligencia Artificial, que impulsamos desde Bounty EdTech, que toma como prioridad formar a mujeres para que puedan insertarse en el mundo laboral de la tecnología, ya sea que tengan o no experiencia, que puedan mejorar sus habilidades y potenciar sus perfiles profesionales.

La conectividad no es solo un recurso técnico: es un derecho fundamental. Vivimos en un mundo donde estar conectados significa tener acceso a la educación, al trabajo, a la salud, a la información y a la posibilidad de alzar la voz. Cuando una persona no tiene acceso a internet, no solo queda fuera del entorno digital: queda fuera de oportunidades. Por eso, no podemos seguir tratando la conectividad como un privilegio al que se accede por geografía o nivel socioeconómico. Garantizarla es una responsabilidad colectiva, una política de justicia y una apuesta concreta por la equidad.