Es importante avanzar hacia una generación de energía sin emisiones

Estamos agotando el margen disponible de contaminación energética; las demoras en actuar aumentarán los costos económicos, ambientales y sociales en el futuro

Abr 2, 2025 - 05:01
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Es importante avanzar hacia una generación de energía sin emisiones

Desde el inicio de la presencia humana en la Tierra se registra un crecimiento de la población. También se ha registrado un crecimiento más acelerado de la producción de bienes y servicios: en el siglo XX el PBI mundial se multiplicó 19 veces. La Revolución Industrial impulsó la producción mundial; es así como la producción de bienes y servicios durante el siglo XX fue mayor que toda la producción acumulada desde Adán y Eva hasta fines del siglo XIX.

El aumento de la producción de bienes y servicios impulsó el crecimiento del consumo energético; este mayor consumo fue satisfecho principalmente con energías contaminantes de origen fósil (carbón, petróleo y gas). El carbón, que es el combustible más contaminante, fue el fósil que más contaminó en este siglo, seguido por el petróleo y el gas. Así crecieron todos los años las emisiones de CO2, que en la actualidad son 44% superiores a las del año 2000.

La producción mundial de las energías fósiles contaminantes está concentrada en pocos países, China produce la mitad del carbón mundial; Estados Unidos, el 20% del petróleo y el 25% del gas. En el mundo hay alrededor de 190 naciones, y apenas 5 producen la mitad de todos los fósiles.

Hace ya 18 años que Nicholas Stern escribió su importante informe sobre el cambio climático mundial donde expresa: “Las pruebas científicas son incuestionables: el cambio climático constituye una seria amenaza mundial, que exige urgentemente una respuesta asimismo mundial, y examinar la conveniencia de cambios importantes y no simplemente marginales”.

En la actualidad existen evidencias sobre las causas del cambio climático, por ejemplo la NASA (National Aeronautics and Space Adeministration–USA) afirma que la actividad humana es la causa del aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero. Durante el último siglo, la quema de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo ha aumentado la concentración de dióxido de carbono atmosférico (CO2). Este aumento se debe a que el proceso de combustión del carbón o del petróleo combina el carbono con el oxígeno del aire para producir CO2. En menor medida, el desmonte de tierras para la agricultura, la industria y otras actividades humanas ha aumentado las concentraciones de gases de efecto invernadero. Las actividades industriales de las que depende nuestra civilización moderna han elevado los niveles de dióxido de carbono atmosférico en casi un 50% desde 1750. Este aumento se debe a las actividades humanas.

El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático explica que la influencia humana en el clima es clara: las emisiones recientes de gases de invernadero son las más altas de la historia. Los recientes cambios climáticos tienen gran impacto en los sistemas naturales. Los cambios climáticos registrados desde 1950 no tienen precedente. La atmósfera y el océano se han calentado. Disminuye la cantidad de hielo y nieve y sube el nivel del mar. La concentración en la atmósfera de CO2, metano y otros gases no tiene precedente.

Esta concentración ha sido la causa principal del aumento de la temperatura desde 1950. Si continúan las emisiones de gases seguirá aumentando la temperatura, con probabilidad creciente de cambios climáticos irreversibles con serios impactos en la población y los ecosistemas. Se requiere una sustancial reducción de las emisiones.

Según un reciente informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), glaciares moribundos, huracanes e incendios forestales récord, sequías debilitantes e inundaciones mortales marcaron el panorama socioeconómico de América Latina y el Caribe en 2024, infligiendo grandes daños mucho después de que los titulares se desvanecieran. Este informe pone de relieve el creciente costo de los fenómenos meteorológicos, climáticos e hídricos extremos en las vidas, los medios de subsistencia y las cadenas de suministro de alimentos en una región que no es ajena a la pobreza y la inseguridad.

En 2024, los impactos meteorológicos y climáticos se extendieron en cascada desde los Andes hasta la Amazonia, desde las ciudades abarrotadas hasta las comunidades costeras, causando importantes perturbaciones económicas y ambientales. Los glaciares fueron una víctima visible del aumento de las temperaturas

La temperatura media en América Latina y el Caribe en 2024 fue de +0,90 °C por encima del promedio de 1991-2020. Los incendios forestales fueron alimentados por la sequía y las olas de calor extremo, y batieron récords en muchos países.

Las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias en Rio Grande do Sul se convirtieron en el peor desastre relacionado con el clima de Brasil, causando pérdidas económicas al sector agrícola.

En América del Sur, los glaciares son fuentes de agua cruciales para millones de personas, por lo que su retroceso acelerado es motivo de preocupación. Los datos para 2024 de glaciares en los Andes muestran que las montañas han perdido el 25% de su cobertura de hielo desde finales del siglo XIX, y que sus glaciares tropicales se están derritiendo 10 veces más rápido que el promedio mundial acumulado.

El calentamiento de los océanos y el derretimiento de los glaciares, los casquetes polares y las capas de hielo están acelerando el aumento del nivel del mar, aumentando el riesgo de grandes daños.

Estamos agotando el margen disponible de contaminación energética. Las demoras en actuar aumentarán los costos económicos, ambientales y sociales en el futuro. Es importante avanzar hacia una generación de energía sin emisiones. Una transición rápida a las energías limpias es el camino para lograr la seguridad energética y también la ambiental. Podemos iniciar una era de desarrollo con mayores oportunidades para los habitantes de todo el mundo; esto requiere un consenso global, liderado por las naciones más contaminantes, para reducir las emisiones. Es hora de acelerar la transición energética a un futuro basado en energías limpias.

China, Estados Unidos, la Unión Europea y la India originan casi 2/3 de las emisiones energéticas de CO2, Estas naciones son importantes para lograr un acuerdo climático global que sea efectivo.

Queda por ver si seremos capaces de encauzar el crecimiento de la riqueza material, estimulado por la globalización, para asegurar que no haya excluidos de la prosperidad, ni en esta generación ni tampoco en las futuras.

Al fin y al cabo, el mandato bíblico fue este: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla” (Génesis 1:28). Pero eso no significa destruirla. Este es el gran interrogante: ¿habrá un acuerdo mundial efectivo para lograr este objetivo de cuidar nuestra “casa común”?

Miembro de la Academia Argentina de Ciencias del Ambiente