El sector manufacturero de la eurozona mejora en abril a máximos de finales de 2022
El sector manufacturero de la eurozona prolonga su buen momento en abril. Así lo reflejan los datos del Índice de Gestores de Compras (PMI, por sus siglas en inglés), que ha mostrado un aumento hasta los 49 puntos, 4 décimas más que el dato del mes anterior, y sitúa a esta referencia en máximos de finales de 2022 tras cuatro meses consecutivos de incrementos.

"Aunque todavía se encuentra por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50,0, que separa el crecimiento de la contracción, la cifra de abril indica una disminución que, en general, fue solo marginal", explica Hamburg Commercial Bank (HCOB).
Por países, los últimos datos revelaron que el sector manufacturero de Grecia obtuvo el mejor desempeño en abril, a pesar de haberse ralentizado con respecto a marzo. Irlanda le siguió de cerca, registrando el aumento más rápido de las condiciones económicas de sus fábricas en casi tres años.
Las cifras del índice PMI manufacturero del resto de los países cubiertos por el estudio se situaron en territorio de contracción, por debajo de 50,0. No obstante, las tres grandes economías —Alemania, Francia e Italia— registraron declives más suaves que en marzo. Pese a ello, se registraron descensos ligeramente más rápidos en Austria, España y Países Bajos.
La producción aumentó a pesar de que el volumen de nuevos pedidos experimentó una nueva caída. No obstante, la demanda de productos de la zona euro prácticamente se estabilizó en abril. Así, el Índice PMI de Nuevos Pedidos alcanzó su máxima en tres años y se situó justo por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50,0 enteros.
"Los mercados de exportación fueron el principal lastre para las ventas, ya que los nuevos pedidos procedentes del extranjero disminuyeron a un ritmo más rápido que el observado para el total de nuevos pedidos. Aun así, la caída de nuevos pedidos de clientes del extranjero fue la más leve desde abril de 2022", detalla HCOB.
La firma germana también destaca que las fábricas de la zona euro siguieron mostraron cierta cautela de cara al futuro. Sin ir más lejos, la actividad de compras se redujo aún más en abril, al igual que los stocks de materias primas y de productos terminados. No obstante, los ritmos de contracción se moderaron en estos tres casos, al igual que las expectativas de crecimiento y la confianza de las empresas, que se vieron afectadas por la incertidumbre comercial y política imperante.
En cuanto al empleo, los últimos datos de la encuesta mostraron una preferencia entre los fabricantes por recortar las plantillas, en línea con la tendencia observada durante casi dos años. Sin embargo, la tasa de destrucción de empleo fue la más lenta en diez meses. A pesar de los recortes sostenidos de personal, se observó una reducción de las carteras de pedidos. El ritmo de declive de los pedidos pendientes incluso se aceleró, alcanzando su máxima en tres meses.
Los plazos de entrega de los proveedores volvieron a acortarse en abril y el grado de mejora fue el más marcado en diez meses. Estos plazos de entrega más rápidos concordaron con la primera reducción de los costes de los insumos para las fábricas de la zona euro desde noviembre de 2024. No obstante, los precios cobrados por los productos se incrementaron de forma más agresiva. De hecho, la tasa de inflación de los precios cobrados se aceleró hasta alcanzar su máxima en dos años.
Cyrus de la Rubia, economista jefe de HCOB, opina que el repunte del índice PMI "puede interpretarse como un indicio de que la situación en el sector manufacturero se está estabilizando". "Este hecho resulta sorprendente dadas las numerosas incertidumbres y sobresaltos de los últimos meses. Sin embargo, la situación sigue siendo frágil, tal y como lo demuestra el hecho de que el índice general se mantiene por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50", reflexiona.
"La actividad industrial sigue muy expuesta a la política arancelaria estadounidense, pero el fuerte aumento previsto del gasto en defensa en la UE podría contribuir a estabilizar la situación a largo plazo. Esto lo confirma el barómetro de optimismo de la encuesta, que es relativamente elevado en comparación con la tendencia de los últimos tres años", agrega este experto.
Según De la Rubia, la "casi estabilización" de la economía industrial se vio favorecida por el repunte de la producción tanto en Alemania como en Francia en abril, mientras que Italia está luchando para recuperar su terreno de expansión.
"Esta situación podría haber sido impulsada por la caída de los precios del petróleo y el gas en abril, hecho subrayado por una disminución de los precios de los insumos, que habían aumentado en cada uno de los tres meses anteriores. Los recortes de los tipos de interés por parte del BCE y la perspectiva de una mayor flexibilización monetaria posiblemente también hayan sido buenas noticias para las empresas", sentencia.