El robo del amor se vuelve más violento y a plena luz del día: "Me hizo sangre y salió corriendo"
El 'robo del amor', una modalidad delictiva que ha proliferado en los últimos años, se ha convertido en una amenaza cada vez más agresiva para las personas mayores. Lo que antes era un engaño basado en la seducción, ahora se ha transformado en un ataque directo, con agresiones físicas que dejan secuelas tanto materiales como emocionales en sus víctimas. Un testigo, sin mostrar su rostro, lo ha narrado en directo este lunes, 17 de febrero, en Telecinco. El modus operandi de los ladrones: "Se tiró encima de mi brazo" Marcelo, un hombre de 77 años, ha sido una de las últimas víctimas de este tipo de hurto. Su testimonio, recogido en El programa de Ana Rosa, refleja el nivel de violencia que está alcanzando esta dura práctica. "Fui a hacer la compra y la metí en la parte de atrás del coche", comenzó explicando en relación a los artículos del supermercado. "Al sentarme, fui a cerrar la puerta y una persona se tiró encima de mi brazo, me lo cogió y se lo puso entre sus muslos diciéndome 'tócame, tócame, tócame'", relató después. El objetivo de la atacante era claro: su reloj. Con una técnica bien ensayada, logró introducir sus dedos entre la correa y la muñeca de Marcelo y, en cuestión de segundos, se lo arrebató. "Trató de quitármelo y al final me lo quitó. Me hizo bastante sangre y salió corriendo". Además, narró en directo que salió corriendo detrás de ella "gritando que era una ladrona", pero resultó no estar sola: "Tenía unos coches que estaban esperándola", explicó. A plena luz del día y a la salida de una tienda El incidente ocurrió a plena luz del día, en las inmediaciones de un establecimiento comercial. Según el testimonio del propio Marcelo, el encargado de la tienda corroboró que la mujer lo había estado siguiendo durante toda su estancia en el local, fingiendo hacer compras sin adquirir nada. "Llamamos a la Policía y vino el encargado de la tienda en la que yo estuve comprando", relató, dejando constancia de que cómo había sido el seguimiento previo al robo. Según el testigo, la mujer estuvo detrás de él "haciendo que compraba", aunque realmente no adquirió ningún artículo: "Cuando yo salí, me siguió. Le dijo a la Policía que había cámaras y que posiblemente podrían identificar a esta mujer, que llevaba una mascarilla", añadió el afectado. Si bien es cierto, la estrategia de estos delincuentes no se limita a la interacción directa con la víctima. Varias personas compinchadas En otra de sus visitas al mismo establecimiento, Marcelo se percató de que un hombre lo estaba siguiendo. "Cuando me di la vuelta, él salió corriendo. Vi que habían aparcado una furgoneta impidiendo el paso a mi coche por si yo tenía que huir", aseguró. Lo preocupante de este asunto es que el aumento de la violencia en estos robos ha generado alarma entre la población de mayor edad, que se siente cada vez más vulnerable.
El 'robo del amor', una modalidad delictiva que ha proliferado en los últimos años, se ha convertido en una amenaza cada vez más agresiva para las personas mayores. Lo que antes era un engaño basado en la seducción, ahora se ha transformado en un ataque directo, con agresiones físicas que dejan secuelas tanto materiales como emocionales en sus víctimas. Un testigo, sin mostrar su rostro, lo ha narrado en directo este lunes, 17 de febrero, en Telecinco. El modus operandi de los ladrones: "Se tiró encima de mi brazo" Marcelo, un hombre de 77 años, ha sido una de las últimas víctimas de este tipo de hurto. Su testimonio, recogido en El programa de Ana Rosa, refleja el nivel de violencia que está alcanzando esta dura práctica. "Fui a hacer la compra y la metí en la parte de atrás del coche", comenzó explicando en relación a los artículos del supermercado. "Al sentarme, fui a cerrar la puerta y una persona se tiró encima de mi brazo, me lo cogió y se lo puso entre sus muslos diciéndome 'tócame, tócame, tócame'", relató después. El objetivo de la atacante era claro: su reloj. Con una técnica bien ensayada, logró introducir sus dedos entre la correa y la muñeca de Marcelo y, en cuestión de segundos, se lo arrebató. "Trató de quitármelo y al final me lo quitó. Me hizo bastante sangre y salió corriendo". Además, narró en directo que salió corriendo detrás de ella "gritando que era una ladrona", pero resultó no estar sola: "Tenía unos coches que estaban esperándola", explicó. A plena luz del día y a la salida de una tienda El incidente ocurrió a plena luz del día, en las inmediaciones de un establecimiento comercial. Según el testimonio del propio Marcelo, el encargado de la tienda corroboró que la mujer lo había estado siguiendo durante toda su estancia en el local, fingiendo hacer compras sin adquirir nada. "Llamamos a la Policía y vino el encargado de la tienda en la que yo estuve comprando", relató, dejando constancia de que cómo había sido el seguimiento previo al robo. Según el testigo, la mujer estuvo detrás de él "haciendo que compraba", aunque realmente no adquirió ningún artículo: "Cuando yo salí, me siguió. Le dijo a la Policía que había cámaras y que posiblemente podrían identificar a esta mujer, que llevaba una mascarilla", añadió el afectado. Si bien es cierto, la estrategia de estos delincuentes no se limita a la interacción directa con la víctima. Varias personas compinchadas En otra de sus visitas al mismo establecimiento, Marcelo se percató de que un hombre lo estaba siguiendo. "Cuando me di la vuelta, él salió corriendo. Vi que habían aparcado una furgoneta impidiendo el paso a mi coche por si yo tenía que huir", aseguró. Lo preocupante de este asunto es que el aumento de la violencia en estos robos ha generado alarma entre la población de mayor edad, que se siente cada vez más vulnerable.
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