El regreso de Macri a la campaña y el objetivo final que lo mueve frente a Milei

A lo largo de las últimas dos semanas, el titular del partido amarillo levantó su perfil con entrevistas y recorridas por algunos barrios de la Ciudad juntos a los candidatos locales como hacía 20 años atrás. La disputa en el AMBA y qué sucederá en las otras provincias

Abr 18, 2025 - 15:17
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El regreso de Macri a la campaña y el objetivo final que lo mueve frente a Milei

"No hay ningún acuerdo", dice Mauricio Macri, hablando del PRO y LLA en la provincia de Buenos Aires. "El acuerdo ya está cerrado, hay que seguir trabajando en los detalles y el momento para anunciarlo", comentan, sin embargo, en las filas amarillas bonaerenses bajo las reglas del off the record. "No hay ningún acuerdo posible entre partidos, es de LLA con dirigentes sueltos o no hay nada", aclara una fuente muy cercana al Presidente, en Casa Rosada. 

Y eso es solo lo que está en debate sobre Buenos Aires. Sobre Entre Ríos y Chubut no hay una opinión clara. Y en la Ciudad ya está todo jugado. Solo resta esperar que se vote y constatar quién gana, sobre todo el que sale segundo, porque tanto el PRO como LLA tienen prácticamente aceptado que el más votado será Leandro Santoro.

Esta es la escena donde se mueve el expresidente Mauricio Macri, la que lo obligó a salir de la madriguera del bajo perfil, donde está más cómodo, para recorrer los programas de radio y televisión más afines con su electorado y realizar fuertes declaraciones y hacer campaña callejera como lo hacía hace 20 años, cuando sorprendió a la política peleando por la Jefatura de Gobierno porteña.

"Mauricio no actúa en forma impulsiva. Ante tantos destratos de parte del Gobierno tomó hace tiempo la decisión de salir a defender (lo que considera) su territorio y proteger al PRO, el partido que fundó para cambiar la política argentina bajo una impronta de calidad de gestión y respeto a la institucionalidad, hasta que duela", cuentan cerca de él.

Un dirigente que lo conoce mucho agrega que "en 2003, cuando se llamaba Compromiso por el Cambio, Macri perdió en la Ciudad, y siguió adelante hasta ganar, en el 2007. En 2011 no compitió por la Presidencia y lo hizo en el 2015, cuando ganó. También perdió en el 2019 y siguió adelante. No sé por qué piensan que el PRO va a desaparecer por una derrota de LLA, que no tiene ninguna capacidad organizativa".

Acuerdo bonaerense 70/30: un desafío para Macri 

Pero no todos piensan así. "Nosotros hacemos política para ganar, nos mueve el poder, no somos testimoniales. Y tenemos paciencia. Hace un año que estamos trabajando en esta línea y vamos a hacer una negociación beneficiosa para el PRO, nos llamemos como nos llamemos", afirman.

En el PRO bonaerense acuerdista hablan, incluso, de un porcentaje de distribución de cargos en las listas: 70% para los libertarios y 30% para los amarillos. Creen que si la negociación empieza con esos porcentajes pueden mejorarlo para los amarillos.

 Hacen la cuenta y precisan que por lo menos los cuatro diputados están garantizados en ese paraguas, incluyendo a Diego Santilli (que iría tercero) y Alejandro Finocchiaro. Creen que pueden llegar a cinco entre los lugares "salibles", que serían los primeros 15, según los cálculos de las encuestas que tienen ambos espacios.

"Es increíble que les crean, si nunca cumplieron ningún acuerdo", comenta ante El Cronista un amarillo bonaerense no acuerdista, un dirigente que no está convencido que sea mejor ganar a cambio "entregarse a los libertarios". Un acuerdista responde: "nosotros cobramos en efectivo, no vamos a permitir que no cumplan".

 "Yo soy de los que apuestan a regenerar la identidad amarilla. Finalmente, no es una elección ejecutiva. No hay que dar todas las batallas, en el 2027 se puede analizar de nuevo el panorama y ver qué se hace", explican los que no están a favor del acuerdo.  

En esa liga juegan la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez y el diputado nacional, Martín Yeza.  Este último caso es curioso, porque se trata de un diputado muy allegado a Cristian Ritondo, quien teje junto a Santilli el acuerdo bonaerense con LLA, pero también tiene buen vínculo con Macri, con quien comparte la visión de que es más importante forjar una identidad que ganar.

¿Ganar o no ganar? Qué objetivos tiene el PRO en 2025

En efecto, en 2011 el PRO decidió no competir por la presidencial, que era la jugada esperada en la política. Macri recién se lanzó en 2015, pero diseñando un dispositivo electoral de coalición, con la UCR -que presidía por entonces Ernesto Sanz- y la Coalición Cívica, liderada por Lilita Carrió, quien se había expresado con duras declaraciones con el por entonces jefe de Gobierno de la Ciudad.

Claro que eran tiempos en los que Macri estaba en alza. Hoy, no pudo sostener esa alianza en CABA. Y aunque está vigente en muchas provincias, como Entre Ríos y Chubut, no es bajo su liderazgo, sino el de los propios gobernadores.

El presente del titular del PRO es complejo. A veces parece que todos los que tienen alguna cuenta pendiente con Macri aprovechan este momento para cobrárselo. Que "siempre actuó como el dueño del partido", que "me usó para hablar con los que no quería ensuciarse", que "le debo todo, pero nunca más me escuchó", que "siempre me tuvo desconfianza".

Él tiene un plan. No lo explicita, pero está basado en la idea de que "si LLA se robó nuestro electorado, nosotros tenemos que hacer lo mismo, robarle el electorado a ellos". Es obvio que comparten el mismo espacio, por el que pelean en condiciones que son desventajosas para Macri, cuyos dos últimos candidatos perdieron las elecciones. Una, Patricia Bullrich, se lanzó a las filas libertarias. El otro, Horacio Rodríguez Larreta, quedó fuertemente enfrentado a Milei. 

El presidente del PRO tiene la agenda concentrada en la campaña porteña. Nadie del PRO mide más que él en la Ciudad y por estos días espera ganarle a LLA una batalla anticipada, donde busca definir un espacio propio, a la espera de los acontecimientos. ¿Qué es lo que espera?  ¿El fracaso de Milei?