¿Tradición o maltrato? Chile rechaza el rodeo como patrimonio cultural

Chile acaba de tomar una decisión que marca un antes y un después en la conversación sobre cultura, ética y derechos animales: el Comité Asesor en Patrimonio Cultural Inmaterial rechazó oficialmente declarar el rodeo como parte del patrimonio cultural del país. Esta práctica, aunque defendida por algunos como una “tradición”, fue cuestionada profundamente por su […]

Abr 23, 2025 - 20:30
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¿Tradición o maltrato? Chile rechaza el rodeo como patrimonio cultural

Chile acaba de tomar una decisión que marca un antes y un después en la conversación sobre cultura, ética y derechos animales: el Comité Asesor en Patrimonio Cultural Inmaterial rechazó oficialmente declarar el rodeo como parte del patrimonio cultural del país. Esta práctica, aunque defendida por algunos como una “tradición”, fue cuestionada profundamente por su componente de maltrato animal. La decisión fue clara y argumentada: no todo lo que es antiguo merece ser preservado si causa daño. Con el 73% de los chilenos en contra del rodeo, este 15 de abril de 2025 se siente como el comienzo de un cambio mayor.

Chile dice NO al rodeo

El movimiento Chile dice NO al rodeo celebró una victoria histórica cuando el Comité Asesor, mediante la resolución N° 34, desestimó la candidatura del rodeo como Patrimonio Cultural Inmaterial. ¿El motivo principal? El rodeo provoca sufrimiento, estrés y daño físico a los novillos, que son perseguidos y empujados contra barreras acolchadas. Animal Libre, la ONG que lideró esta lucha, lo calificó como un “triunfo ético” tras años de marchas, campañas como “No es deporte” y presión en redes. Esta decisión deja claro que las tradiciones deben evolucionar cuando implican violencia innecesaria.

Chile dice NO al rodeo como Patrimonio Cultural

No es cultura si hay violencia

Aunque el rodeo se vende como emblema de la cultura rural chilena, el Comité Asesor señaló que no es una tradición colectiva. Está concentrado en zonas del centro del país y apenas conecta con regiones como el norte o las grandes ciudades. Una encuesta de Criteria de 2023 revela que el 73% de los chilenos rechaza el rodeo, un aumento desde el 63% en 2022, mostrando un cambio en la percepción pública. Mauricio Serrano, de Animal Libre, lo resume: “No todos se identifican con el sombrero de huaso”. Elementos culturales como la cueca o la talabartería pueden seguir vivos sin dañar animales, demostrando que el patrimonio no necesita crueldad.

Chile dice NO al rodeo como Patrimonio Cultural

Todos los seres sintientes merecen respeto

El rechazo al rodeo se basa en evidencia sólida: los animales sufren. Estudios veterinarios, respaldados por Animal Libre, documentan lesiones, hematomas y estrés en los novillos durante los eventos. Aunque la Ley 20.380 de Chile protege contra el maltrato animal, el rodeo ha escapado por su etiqueta de “deporte”, un vacío legal que los activistas buscan cerrar. Esta decisión refuerza que la ética debe pesar más que la tradición, en línea con tendencias globales de bienestar animal.

Chile dice NO al rodeo como Patrimonio Cultural

Un cambio cultural impulsado por la gente

Todo esto no cayó del cielo. Las campañas de Animal Libre, con marchas, una petición en Change.org con más de 188,000 firmas y hashtags como #NoAlRodeo que se viralizaron en X en abril de 2025, fueron clave. Los jóvenes chilenos, especialmente de 18 a 30 años, están liderando este cambio, rechazando prácticas que chocan con sus valores de empatía y sostenibilidad. La juventud está redefiniendo la cultura, mostrando que se puede celebrar la identidad chilena con música, baile o artesanía, sin necesidad de medialunas.

Chile dice NO al rodeo como Patrimonio Cultural

¿El comienzo del fin? Tal vez. Pero seguro es un comienzo

El rechazo al rodeo como patrimonio cultural no es el final de la lucha, pero sí es un paso clave. La cultura cambia, como lo hace la sociedad. Así como en su momento se dejaron atrás otras prácticas normalizadas que hoy consideraríamos inaceptables, hoy comenzamos a desmontar el rodeo desde la institucionalidad. No se trata de borrar la historia, sino de construir una mejor. Una donde la identidad nacional no esté ligada al sufrimiento, sino al respeto y la empatía. Porque si una tradición necesita del dolor para existir, entonces no es tradición: es violencia. Y eso no tiene lugar en el Chile del futuro.