El papa León XIV celebró su primera audiencia con la prensa y pidió la liberación de periodistas detenidos

Ante 4000 reporteros, el sumo pontífice llamó a decirle “no a la guerra de palabras”; también saludó a la corresponsal de LA NACION en Roma

May 12, 2025 - 13:55
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El papa León XIV celebró su primera audiencia con la prensa y pidió la liberación de periodistas detenidos

ROMA.- En su primera audiencia con los más de 4000 periodistas que cubrieron el cónclave que lo consagró como el 267° pontífice de la historia, el papa León XIV no solo agradeció la labor de la prensa internacional, sino que también alzó la voz en defensa de la libertad de expresión. Recordó a los comunicadores encarcelados en distintas partes del mundo, destacó el rol de quienes arriesgan la vida en zonas de guerra y llamó a “desarmar las palabras” como un paso imprescindible para “desarmar la Tierra”.El papa León XIV celebró su primera audiencia ante 4000 periodista de todo el mundo

Ovacionado al ingresar al Aula Pablo VI del Vaticano, donde lo esperaban miles de periodistas de todo el planeta, León XIV rompió el hielo con una broma en inglés: “Si la gente aplaude al principio, no importa. Lo importante es si siguen despiertos al final y todavía tienen ganas de aplaudir. En ese caso, gracias”, dijo, provocando risas y más aplausos.

Luego, ya en italiano, leyó el discurso que había preparado, interrumpido varias veces por ovaciones espontáneas, en el que citó en dos ocasiones a su predecesor, el papa Francisco. Fue el pontífice argentino quien, el 16 de marzo de 2013, instauró la tradición de recibir en una audiencia especial a los periodistas que viajan a Roma para cubrir el cónclave.El Papa saludó a los periodistas durante la audiencia

Robert Francis Prevost, el primer papa estadounidense y también ciudadano peruano, de 69 años, agradeció el trabajo de los medios y evocó las palabras del Sermón de la Montaña, donde Jesús proclama bienaventurados “a los que trabajan por la paz”. Un desafío, sostuvo, que interpela directamente al periodismo.EL Papa pidió la liberación de los periodista detenidos

“Es un llamado a una comunicación distinta, que no busque el consenso a toda costa, que no se disfrace con palabras agresivas, que no se rinda ante la lógica de la competencia, y que nunca separe la verdad del amor con el que debemos buscarla humildemente”, afirmó.

“La paz empieza por cada uno de nosotros: en cómo miramos, escuchamos y hablamos de los demás”, añadió. “En este sentido, la forma en que comunicamos es crucial: debemos decir ‘no’ a la guerra de palabras y de imágenes, y rechazar el paradigma del conflicto”, reforzó.El Papa pidió decir

Uno de los momentos más emotivos del encuentro llegó cuando el papa reiteró el compromiso de la Iglesia con los periodistas encarcelados por haber buscado y contado la verdad. “Pedimos su liberación”, exclamó, cosechando una catarata de aplausos. Y fue aún más enfático: “La Iglesia reconoce en estos testimonios —pienso en quienes relatan la guerra incluso a costa de su propia vida— la valentía de aquellos que defienden la dignidad, la justicia y el derecho de los pueblos a ser informados. Porque solo los pueblos informados pueden tomar decisiones libres”.

“El sufrimiento de estos periodistas encarcelados interpela la conciencia de las naciones y de la comunidad internacional, instándonos a todos a salvaguardar el preciado bien de la libertad de expresión y de prensa”, agregó, provocando aún más consenso en el variopinto auditorio.El Papa León XIV Saluda a los periodista durante la audiencia

Prevost, quien fue obispo de Chiclayo, en Perú, hasta que en 2023 el papa Francisco lo convocó a Roma para asumir la conducción del Dicasterio para los Obispos —uno de los organismos más relevantes de la curia—, se refirió también al vértigo informativo de los últimos días.

“Ustedes han estado en Roma para contar la Iglesia, su variedad, y junto a eso, su unidad. Han acompañado los ritos de la Semana Santa, han contado luego el dolor por la muerte del papa Francisco (aplausos), ocurrida sin embargo en la luz de la Pascua”, dijo, al aludir a la muerte de Jorge Bergoglio, a los 88 años y ya muy enfermo, el 21 de abril pasado, el día siguiente de Pascua.El Papa rodeado de periodistas

León XIV también habló de los “tiempos difíciles de recorrer y contar, que representan un desafío para todos nosotros del que no debemos escapar”. En este marco, pidió a todos, cada uno en su diverso rol y servicio, “no ceder nunca a la mediocridad”.

Fiel a su espiritualidad agustiniana, citó a San Agustín: “Vivamos bien, y los tiempos serán buenos. Somos nosotros los tiempos”. Y concluyó con un mensaje de gratitud: “Gracias por haberse alejado de los estereotipos y clichés con los que muchas veces se describe la vida cristiana y la vida de la Iglesia. Gracias por haber sabido captar lo esencial de lo que somos y transmitirlo al mundo con todos los medios posibles”.

“Hoy, uno de los desafíos más importantes es el de promover una comunicación capaz de hacernos salir de la ‘torre de Babel en la que a veces nos encontramos, de la confusión de lenguajes sin amor, a menudos ideológicos o facciosos”, agregó luego. “Por eso, su servicio, con las palabras que usan y el estilo que adoptan, es importante. La comunicación, de hecho, no es sólo transmisión de información, sino creación de una cultura, de entornos humanos y digitales que se conviertan en espacios de diálogo y de confrontación”, subrayó. “Y viendo la evolución tecnológica, esta misión se hace aún más necesaria”, agregó, advirtiendo especialmente sobre la inteligencia artificial, que aunque tiene inmenso potencial, exige, sin embargo, responsabilidad y discernimiento “para orientar las herramientas al bien de todos, para que puedan producir beneficios para la humanidad”.

“Queridos amigos, aprenderemos a conocernos mejor. Hemos vivido -podemos decir, juntos- días verdaderamente especiales. Los hemos, los han compartido con todos los medios: TV, radio, redes sociales. Desearía que cada uno de nosotros pudiera decir de ellos que nos revelaron un poco del misterio de nuestra humanidad y que nos dejaron un deseo de amor y de paz”, auspició.

Y cerró volviendo a citar la invitación que hizo el papa Francisco en su último mensaje para la próxima Jornada de las Comunicaciones Sociales.

“Desarmemos la comunicación de todo prejuicio, resentimiento, fanatismo y odio; purifiquémosla de la agresión”, pidió. “Lo que hace falta no es una comunicación fuerte y muscular, sino una comunicación capaz de escuchar, de recoger la voz de los débiles que no tienen voz”, añadió, citando a su predecesor. “Desarmemos las palabras y ayudaremos a desarmar la Tierra. La comunicación desarmada y desarmante nos permite compartir una visión diferente del mundo y actuar de un modo coherente con nuestra dignidad humana”, sentenció. “Ustedes están en primera línea narrando conflictos y esperanzas de paz, situaciones de injusticia y pobreza, y el trabajo silencioso de muchos por un mundo mejor. Por eso les pido que elijan con conciencia y valentía el camino de una comunicación de paz”, exhortó, finalmente. “Gracias. ¡Dios lo bendiga! Y ‘arrivederci‘”, cerró.

Acto seguido, impartió la bendición solemne, en latín a todos los asistentes, marcando diferencia con Francisco, que en esa primera audiencia con periodistas del 16 de marzo de 2013, al final, había sorprendido a todos con una bendición silenciosa por respeto a los periodistas de otras religiones, o no creyentes, presentes. En esa primera audiencia Francisco, no sólo había revelado detalles del cónclave, como por ejemplo por qué había decidido ese nombre, sino también había dado titulares al exclamar: “Cómo quisiera una Iglesia pobre para los pobres”.

El saludo

León XIV se acercó luego a saludar a numerosos periodistas acreditados de forma permanente en el Vaticano, entre ellos esta corresponsal, que estaban en las primeras filas.

En un momento distendido, sabiendo que el nuevo Papa es un apasionado del tenis, le propuse con humor disputar un partido de dobles junto a la colega española Eva Fernández, corresponsal de la cadena Cope, que estaba a mi lado. El pontífice sonrió y respondió con modestia: “Yo juego, pero no soy tan bueno”.

Otros colegas también aprovecharon para hacerse firmar una pelota de béisbol (también es fanático de este deporte e hincha de los White Sox de Chicago). “Yo le dije que era la pequeña priora de la comunidad de vaticanistas y que queríamos ser sus aliados y compañeros de viaje y que si un día querrá, nos gustaría que nos escuchara”, contó la periodista mexicana Valentina Alazraki.

Además, ante preguntas de otros colegas, León XIV pareció confirmar que hará el viaje a Turquía que hubiera querido hacer el papa Francisco para conmemorar los 1700 años del Concilio de Nicea, mientras que un viaje a la madre patria, Estados Unidos, deberá esperar.

“Estoy aprendiendo”, comentó, humilde, el nuevo Papa, que no sabía bien a quien pasarle las cosas cuando alguien le obsequiaba algo o le entregaba un sobre cerrado. Y que, estrechando manos y ovacionado, se retiró muy sonriente, con paso rápido, en muy buena forma física.