El misterio del yogur de naranja: este es el motivo por el que no se venden en los supermercados de España
A pesar de que hoy en día no se pueden encontrar en ningún supermercado del país, los yogures de naranja y mandarina sí que se comercializaron durante los años 70 y 80.

En los pasillos de cualquier supermercado de España se pueden encontrar muchas variedades de yogur: naturales, azucarados, estilo griego, con bífidus, de soja, e incluso de sabores como coco, plátano, fresa, melocotón, etc. Sin embargo, hay un yogur de fruta que brilla por su ausencia, el de naranja.
A pesar de ser una de las frutas más consumidas y que es protagonista en el zumo de un buen desayuno, los yogures con este sabor son prácticamente imposibles de encontrar actualmente, ya que en el pasado sí que se vendían. Así, esta situación ha llevado a muchos curiosos a preguntarse el porqué desapareció del mercado y han compartido sus teorías a través de las redes sociales.
El yogur de naranja en los 70 y 80
Como decíamos, este asunto ha despertado la curiosidad de mucha gente que ha ido compartiendo su información en redes sociales. Una de las más destacadas es la del creador de contenido, Luis Valmont, que subió un vídeo a su TikTok sobre la ausencia de los yogures de naranja en los supermercados y ya cuenta con más de un millón de visualizaciones.
Así, después de su investigación y de algunas publicidades de los años 70 y 80, comprobó que marcas reconocidas como Danone llegaron a vender yogures con sabor a naranja e incluso mandarina. Y no eran comercializados por alguna campaña temporal o exclusiva, sino que estaban a la orden del día en la lista de la compra de los españoles y españolas.
Hoy, lo más parecido que podemos encontrar son productos que contienen trozos de naranja confitada o mermeladas en su interior, pero ninguno entra dentro de la categoría clásica de "yogur de naranja". Entonces, ¿qué ha pasado?
¿Por qué ya no hay yogures de naranja?
La primera teoría de Valmont apunta a una cuestión de gusto. Y es que, aunque la naranja es una fruta muy querida por los consumidores en el día a día, su acidez natural puede dar lugar a sabores poco equilibrados al mezclarse con la base láctea.
A diferencia de frutas como la fresa, el plátano o el melocotón, que son mucho más dulces y de textura más suave, la naranja va a darle un toque amargo o ácido poco agradables para el paladar teniendo en cuenta que está integrada en un producto fermentado como el yogur.
Otra teoría se esconde en la propia fabricación del producto, ya que imitar fielmente el sabor natural de la naranja con aromas artificiales en un lácteo es todo un reto para la industria alimentaria. Por eso, al no conseguir un buen resultado que atrajese a los consumidores, las marcas dejaron de fabricarlo por no llegar a los objetivos de ventas.
Y, por último, la explicación más actual consiste en que las tendencias del mercado han ido cambiando con el paso de los años. Así, en lugar de apostar por sabores que pueden resultar más "aburridos", hoy las marcas priorizan lanzar productos que contengan bastante proteína, que no lleven azúcares añadidos o que estén hechos con ingredientes exóticos que resultan más llamativos.