Ariel Tarico: el humor como catarsis, su vínculo con los políticos y su miedo al llegar a los 40

El humorista e imitador asegura estar en un gran presente laboral; su química con Nelson Castro, la relación con los políticos y cómo lo marcó la muerte de su padre

Abr 26, 2025 - 05:39
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Ariel Tarico: el humor como catarsis, su vínculo con los políticos y su miedo al llegar a los 40

Es el hombre de las mil máscaras. Ese que con su impronta tiene la difícil tarea de ponerle humor a la realidad argentina. “Es como encontrar la flor en medio del basural. Creo que la risa sirve para curar, para sanar, para hacer catarsis”, dice Ariel Tarico, quien se encarga de demostrar esto diariamente en la radio, la tele y el teatro.

Ariel Tarico: el humor como catarsis, su vínculo con los políticos y su miedo al llegar a los 40

Mientras disfruta de un gran presente laboral en Radio Rivadavia y TN, el humorista está a punto de irse de gira con su obra Sean de termos y Mabeles, espectáculo que comparte con David Rotemberg y que cuenta con la producción de Juan José Campanella. “Estoy disfrutando mucho, viviendo intensamente. Sobre todo, lo del teatro. Me costó mucho después de la pandemia retomar la actividad. El hecho de estar en contacto otra vez con la gente me daba un poco de miedo, cómo iba a ser la reacción del público. Y bueno, se fue dando de a poco. Insistió mucho Campanella para que volvamos con David otra vez a los escenarios”, confiesa el imitador que, paradójicamente, se define como una persona “muy tímida”.

-¿Cómo se dio el vínculo con Campanella?

-Al principio, nos seguíamos solamente por Twitter. Él a veces tuiteaba algunas cosas que yo ponía, algunos videos y me empezó a mandar mensajes. Me contó esta idea que tenía de refundar el Politeama y empezar con distintos tipos de obras. Me dijo: “Me gustaría que lo que hacés tanto en radio como en la tele llevarlo al teatro y traelo a Rotemberg también”. Al principio, no teníamos nada y nos prestó la escenografía de Parque Lezama. Se lo “intrusamos” al teatro [risas]. Gracias a la buena onda de Brandoni y de Eduardo Blanco que nos permitieron usar el parque solo con dos atriles y con los libretos que teníamos de la radio. Después dijo: “Bueno, quiero que se la jueguen un poco más, que hagan algo de ustedes” y ahí David se puso a componer música. Tenemos una relación rara porque para nosotros él es Juan. Muchas veces con David hablamos y decimos: “Pará, estamos hablando con un Oscar, estamos hablando con Campanella” [risas]. El está híper presente y hay veces que cuando tiene que dar alguna observación es muy certero. Dice: “Tienen que hacer esto o ir por acá” y siempre es gol, pero nos deja laburar libremente.

-Vos estás mostrándote mucho más detrás de los personajes. ¿Cómo se dio ese cambio?

-Y sí porque antes eran las máscaras. Me acuerdo que yo estaba haciendo radio y me llama Gerardo Rozín para invitarme a un programa que estaba produciendo en América. Me hicieron una nota y al toque vino Gerardo y me dijo: “Vas a empezar a trabajar. Este va a ser el sueldo a partir de la semana que viene. Queremos que estés con nosotros”. Para mí fue muy fuerte en ese momento. Me acuerdo que en Mitre generó problema porque era otro medio. Y yo como era un pendejo insolente dije: “Mirá, Suar no me llamó para eltrece así que agarré de una porque me servía el sueldo y además me servía la experiencia”. Yo aparecía atrás de una foto. Ponían la foto del personaje que hacía en ese momento y cada vez que me tentaba, me mostraban un poquito. Pero a mí me costaba mucho actuar y mostrarme; es algo que lo fui aprendiendo con el tiempo gracias al teatro y a la terapia.

-¿La terapia ayuda?

-Sí, siempre está bueno que alguien con otra visión te de una mano, sobre todo, en esto que es entrar y salir todo el tiempo de gente, de cabezas, de mentes, de discursos.

-El mundo de la tele no es el mundo que más te gusta a vos, ¿no?

-Ahora me siento cómodo, pero reconozco que soy más un bicho de radio que de tele. Ahora igual con esto del streaming o las redes sociales te tenés que exponer todo el tiempo así que lo estoy viviendo de manera más natural. Con la tele cuando no me siento cómodo me voy. En TN con Nelson (Castro) se dio una onda especial.

-¿Cómo nació esa química especial con Nelson?

-Desde el año 2014 que estoy en TN. Al principio, lo hacíamos en la radio. Después probamos una vez en el teatro que él entrara y me sorprendiera mientras yo lo estaba imitando y bueno, notamos que al público le gustó. Entonces a partir de eso me dijeron que querían traer un poco la onda que teníamos en la radio. La idea era que sea otro Nelson, que sea un Nelson más delirante, que diga lo contrario al Nelson original, que sea como un recreo para él y que también lo incomode. Y bueno, jugábamos mucho.